ABRACEMOS AL SOL

Mucha gente está todavía dormida, y mucha otra se encuentra ya preparándose para salir o camino del trabajo.

A esa hora nosotras estamos recargando las pilas, llenándonos de energía. Miramos hacia el sol. Es una relación íntima con nosotras mismas que se parece mucho a la meditación. La habitación de Any mira hacia el amanecer, así que con los primeros rayos nos despertamos, abrimos el balcón de par en par y a disfrutar.

Ver el sol durante el amanecer o el ocaso, es maravilloso para el cuerpo.

El resto del día seguimos recibiendo energía solar suficiente para el bienestar diario y poner en orden nuestra mente.

El ojo humano en particular y todo nuestro cuerpo en general posee células capaces de convertir la energía solar en energía vital.

Lo que está claro es que estar al Sol es una experiencia positiva para el cuerpo. Todos deseamos que llegue el verano para pasar más tiempo al aire libre y disfrutar del Sol.

El ‘descubrimiento’ del Sol como fuente de energía y bienestar no es precisamente nuevo. El culto al astro rey viene de lejos y ya ha sido practicado por todas las civilizaciones y religiones en una u otra forma. De hecho los antiguos hindúes la llamaban ‘Surya Namaskar’ mientras que los egipcios y los americanos la bautizaron como helioterapia y los europeos Terapia de Apolo.

La energía solar de nuestro cuerpo es después transferible a otras personas. Cuando alguien desea ser abrazado, por ejemplo, el contacto físico con la intención de trasladarle energía funciona, no sabemos muy bien cómo, pero nosotras lo practicamos a diario. Nos abrazamos para compartir y abrazamos a los demás y deseamos ser abrazadas por personas con energías bonitas. Para nosotras es un gesto de generosidad porque somos conscientes de que es un regalo que nos dan y una recarga energética desde el amor que ofrecemos a quien lo quiera. Abrazar a Any es un regalo indescriptible. ¿Quién se puede resistir al abrazo de un niño que es pura energía de amor?

Un abrazo dice muchas cosas. Y puede ir acompañado de una descarga de lágrimas para dejar paso a la nueva energía o de balanceos de felicidad.

Estar al Sol es un bien intangible que no tiene precio pero sí apreciamos y agradecemos. Al Sol simplemente, nosotras, vivimos mejor.

#anayanay
#saludoalsol
#energíavital
#abrazosdeoso

RELACIÓN SENSORIAL

Comunicarse sin hablar, hablar sin pronunciar palabra. Sentir lo mismo sin saber cómo. Una conexión que va más allá de las palabras o la consciencia. Estamos hablando comunicarse por sensaciones y focalizándonos en cosas diferentes al verbo.

Se trata de impregnar de amor todos nuestros gestos cotidianos, viviendo cada instante más conscientemente. De esta forma no tendremos la sensación de que el tiempo y la vida pasan rápido, sin enterarnos de nada, sino que recordamos cada maravilloso momento como una bella fotografía.

Intentemos vibrar y recibir desde el sentimiento y la emoción, y no con la cabeza o racionalizándolo todo. Dejemos de lado el control excesivo del pensamiento, para que la comunicación fluya libre. Si conseguimos optimizar esto, la relación con nuestros seres queridos y por añadidura con todos los que nos rodean, será mucho más sana en todo momento.

Any y yo hemos trabajado durante años una actitud ante la vida más presente y sosegada, que nos beneficie tanto a nosotras como a los que nos rodean. Practicamos juntas meditación, cánticos, mantras, ejercicio físico pausado, etc. Hacemos juntas la terapia en el hogar de forma consciente, sintiendo y compartiendo nuestras vibraciones y cuerpos. Y hemos llegado a la conclusión de que hemos conseguido algo mucho mas profundo que la mera comunicación.

Cuando somos capaces de sentir dentro de nosotras mismas, siendo un ejercicio continuo y diario, nos relacionarnos mejor. Y nos reímos mucho porque existe una complicidad continua de gestos, expresiones, dobles sentidos, sensaciones, olores, caricias, amor…

Las tareas cotidianas las convertimos en algo placentero y lo hacemos disfrutando de cada instante, viviendo el momento y no pensando en lo siguiente que tenemos que hacer. Cada momento juntas lo transformamos en algo mágico.

Hacer terapia con mi hija en el hogar, por ejemplo, es un ejercicio muy bueno para vivir el aquí y ahora: disfrutar del piel con piel, de la respiración, escuchar los latidos del corazón, todo ello en silencio o con una música que nos trasmite emociones profundas, nos lleva a disfrutar de esos instantes que son “pura vida”.

Es verdad que lo complicado es aplicarlo a diario, pero poco a poco, si nos lo proponemos en serio, lo iremos consiguiendo, y de ese amor sin palabras, nos enriquecemos de una forma que jamás podríamos llegar a imaginar.

Busquemos con nuestros seres más queridos esa relación sensorial que deje fluir el amor incondicional a través de la práctica diaria de momentos sensoriales que sustituyan a las palabras racionales. Pura vida, pura magia.

Nosotras compartimos a diario el amor incondicional que nos tenemos, no solo con las palabras, sino con todo nuestro ser.

#anayany
#vidafeliz
#puravida

DAR UN SALTO CUÁNTICO EN LA VIDA

Ayer regresamos, por unas horas, a cuando Any tenía 5 años y yo diez años menos. La vida nos puso de nuevo, después de tanto tiempo, en una situación que no nos gusta nada, pero la hemos afrontado de una manera totalmente diferente.

Durante 5 horas volvimos a hace 10 años. Lo sentimos así y durante ese tiempo nos hemos cruzado miradas, hemos escuchado a nuestros corazones, hemos sentido aquellas emociones de nuevo, hemos respirado dudas, hemos sacudido nuestras verdades, hemos regresado por unas horas a donde no queremos estar.

Pero el aprendizaje ha sido brutal. Nos hemos dado cuenta de que hemos realizado un salto cuántico en nuestras vidas. Hemos regresado y hemos vuelto.

Por entonces, hace 10 años, como ahora, nos faltaba mucha información. Pero la diferencia es que entonces nos faltaba la información correcta. Hoy tenemos una pequeña parte de esa información adecuada y la diferencia en nuestra forma de afrontar las cosas es evidente. Somos más conscientes y estamos muy seguras de lo que somos y hacemos.

Por un lado nos hemos dado cuenta de que hemos crecido como personas. Seguimos en el camino de ser la mejor versión de nosotras mismas: sutiles en las debilidades y robustas en las fortalezas, pero ya sabemos caminar solas. Y caminamos firmes y hacemos lo que queremos en cada momento.

Y por otro de lado nuestro desarrollo emocional para afrontar la vida es otro totalmente diferente. Sin todo aquello que fuimos, sufrimos y experimentamos, hoy no seríamos las personas que somos, pero sobre todo somos diferentes por haber elegido, a partir de entonces, caminos diferentes, herramientas diferentes y una vida diferente.

Pero por supuesto que si pudiéramos y tuviéramos una varita mágica cambiaríamos muchas cosas más en nuestras vidas. Pero las prisas nunca han sido buenas compañeras. Todo despacito para que dure en el tiempo y los cambios profundicen en nuestro ser y sean constantes.

Con nuestra experiencia vital, afrontamos las cosas de otra manera. Por eso estaremos eternamente agradecidas a todos los que están en nuestro camino, porque de todos aprendemos a diario algo nuevo que nos hace crecer.

Todos tenemos que caminar hacia donde queramos estar, decidir cuando queremos empezar el cambio y a donde queremos llegar, porque caminando siempre habrá un aprendizaje. Si estamos estáticos, siempre seremos lo mismo.

Si queremos resultados diferentes, tener cambios sustanciales en el tiempo, siempre despacio para evitar problemas y hacerlo de forma consciente. Si queremos crear una vida nueva, una forma diferente de estar en la vida, si queremos crear nuestro propio futuro, en vez de dejar que nos arrolle la vida, tenemos que CAMINAR hacia lo que queremos e intentar disponer de toda la información de forma directa, así podremos elegir nosotros mismos el camino sin equivocarnos con palabras, acciones o críticas externas.

Si nos equivocamos nos equivocamos nosotras. La suerte es que el Universo nos ha dotado con un Instinto infalible para la supervivencia. Así que si lo seguimos desde el corazón, no nos fallará nunca.

Ahora somos conscientes de que hemos estado todos estos años en el camino correcto, que los resultados globales son increíbles y que la calidad de vida de nuestra familia ha mejorado enormemente. Cuando vives feliz, todo es más fácil.

Y en nuestra vida, un punto de inflexión ha sido entender que la felicidad no viene por normalizar sino por adaptarnos a las circunstancias particulares de nuestra familia y trabajar de manera distinta.

Seguimos formándonos para optimizar resultados y sobre todo para evitar recaídas, inevitables si estamos vivas. Pero comprobar que conocemos nuestro cuerpo , mente, emociones y situaciones, aunque con quiebras puntuales, nos hace levantarnos en horas en vez de hundirnos durante una temporada.

Ser felices y controlar nuestra vida nos ayuda a ser mejores con nosotras mismas.

#anayany
#vidafeliz
#saltocuántico

COMO EL BUEN VINO

“Que nadie me arrebate las arrugas de mi frente, conseguidas a través del asombro ante la belleza de la vida; o las de mi boca, que demuestran cuánto he reído y cuánto he besado; tampoco las bolsas de mis ojos: en ellas está el recuerdo de cuánto he llorado. Son mías y son bellas”. Meryl Streep

La edad es un número para contabilizar los años de nuestra vida y nosotras no entendemos muy bien porque a muchas personas no les gusta cumplir años si es la única forma de demostrar que estamos vivos.

La edad pesa porque físicamente no somos los mismos, y más aún si no nos cuidamos y nos deterioramos, pero adoramos seguir vivas y celebrarlo cada momento (hasta con la espalda rota, jajajaj).

Lo más importante para nosotras es existir. Sabemos que el camino que utilicemos para estar aquí está en nuestras manos. Así que hemos decidido ser felices a pesar de las circunstancias, todos los días, hasta los malos. Nos pillamos un buen berrinche y a seguir viviendo.

El filósofo Aldous Huxley, autor de “Un mundo feliz”, afirma que convertirnos en seres humanos responsables, libres y conscientes es tan sólo una “potencialidad”. Y que a menos que experimentemos una “revolución” en nuestra mente no la alcanzaremos.. Muchas personas nacen, existen y mueren de manera “inconsciente”. Es decir, “enajenadas de sí mismas” y obedeciendo ciegamente los patrones de conducta determinados por la sociedad. Entonces es cuando tiene importancia el pasar de los años de forma negativa.

Pero si la vida nos ha ayudado a crecer y somos conscientes de dónde venimos y descubrimos quiénes somos, estamos preparados para decidir hacia dónde y cómo queremos ir durante muchos años.

No somos solo un número, un nombre, una profesión, una condición…Somos lo que cada uno decidimos aquí y ahora, independientemente de nuestra edad, sexo, etc.

Desde luego nosotras nos sentimos felices de estar y ser y poder seguir compartiendo el camino. Nos cuidamos todo lo que podemos, aunque somos conscientes de nuestra condición y por eso apreciamos los ¡¡¡benditos años!!!

#anayany
#vidafeliz
#amorinfinito

CUIDÁNDONOS PARA CUIDAR

Somos Mamás Especiales así que conocemos perfectamente el concepto de cuidar al cuidador, aunque la realidad diaria es muy diferente. Para poder seguir años y años ocupándonos de nuestros hijos, por supuesto que necesitamos respiros, ocio, mimitos y muchas cosas bonitas. Pero antes de exigirle a los demás (pareja, amigos, Papá Estado,etc.) que nos ayude, somos nosotras mismas las que tenemos que dar ejemplo con nuestros actos y empezar a cuidarnos lo antes posible.

Nuestros hijos serán adolescentes antes de lo que pensábamos y gracias a nuestros cuidados y trabajo llegarán a ser “grandes” adultos muy pronto. Sus necesidades son y serán reales y las nuestras también, así que adoptemos lo antes posible las medidas necesarias para poder cuidarlos durante largo tiempo.

Cuidar de nosotras mismas no es una opción, es vital para poder ofrecer calidad de vida a nuestros hijos a largo plazo.

Por eso debemos tomar medidas desde YA. No saboteemos a nuestro “yo” futuro presumiendo de “superpoderes” que desaparecen con los años y pasan factura a nuestro cuerpo y nuestra mente. Si nos cuidamos desde ahora, todo será más fácil.

– Cuidados físicos. Ser conscientes de que las prisas las tienen los demás y no nosotras, es fundamental. Así que poco a poco y de forma consciente haremos los traslados, cambios de posición, baños, etc. Cuidemos nuestra espalda, rodillas y trabajémonos también nuestra fascia para mantenernos saludables. Intentemos hacer algo de ejercicio físico. Realizar ejercicio de forma pasiva o activa relajadamente, tipo yoga, durante 5 minutos al día, será suficiente para empezar a mejorar la salud. En internet podemos encontrar tablas muy básicas y fáciles. ¡Saludemos todos los días un par de veces al Sol!!

– Vigilemos nuestro descanso. Sentémonos o tumbémonos frecuentemente durante 5 minutos. Esto nos hará recargar las pilas. Creemos nuestro rincón de recuperación. 
Un sueño reparador es sin duda el mejor de nuestros descansos. Ya se que tenemos que cuidar a nuestros hijos también durante la noche, pero en este sentido, es importante adaptarnos a nuestra circunstancia personal y si tenemos que abusar del colecho hacerlo para evitar la falta de sueño que puede traer consecuencias peores: reducción de la atención, concentración, memoria y la mermar la capacidad para organizarnos, irritabilidad, insomnio, etc. Procuremos dormir no menos de siete horas

Asumir una carga de tareas excesiva o no descansar lo suficiente, puede jugar en nuestra contra, produciéndonos cansancio, tensión y nerviosismo elevado que podremos sostener una temporada, pero no toda la vida.

– No descuidemos nuestra alimentación. Una buena alimentación es importante para una buena salud y una mejor calidad de vida. Comer cuando tengamos hambre, evitar las comidas procesadas y llevar una dieta sana, equilibrada y variada, aportará a nuestro organismo todos los nutrientes necesarios para reponer energías y poder realizar todas nuestras tareas. No nos saltemos ninguna comida, sentémonos a comer y comamos de manera pausada. Recordemos que hablamos de muchos años de cuidados.

– Cuidados sociales. Pidamos ayuda no solo a familiares y amigos. También a los profesionales, están ahí para ayudarnos, sobre todo compartiendo la dura mochila de la responsabilidad en temas de salud. No son dioses, son personas y seguro que expresar nuestros pensamientos o reclamar una atención adecuada, acabará siendo gratificante para la larga relación que tendremos. Y si no es la persona adecuada, siempre podemos solicitar el cambio de atención, no estamos aquí para sufrir más por relacionarnos con profesionales apáticos. Y los organismos públicos pueden ayudarnos más con temas de recursos técnicos, Ley de Dependencia, adaptaciones en el hogar, etc. El 1 de abril podemos volver a solicitar la cotización como Cuidadoras en el Hogar, aprovechemos nuestros derechos pensando en el futuro.

– Cuidados emocionales. Meditemos y trabajemos nuestras emociones. Mientras cocinamos, limpiamos, le hacemos la terapia a nuestros hijos en el hogar. Meditar es neutralizar nuestros pensamientos, nuestra mente también necesita descanso. También puede ser útil practicar alguna técnica de relajación, poner música a tope y bailar como locas o hablar con una buena amiga. Aquí estamos.

Cuidar de nosotras mismas es la mejor manera de cuidar a nuestros hijos. No es fácil, pero en algún momento tenemos que empezar, de forma voluntaria o porque nuestro cuerpo nos diga que ya no puede más. Aprovechemos nuestro estado actual.

Por un futuro mejor, trabajemos en un presente consciente.

#anayanay
#vidafeliz
#antifragilidad
#mamaespecialecolcologica

AMISTAD

Alguien dijo que “la amistad es un tesoro que adquiere su valor con el tiempo”.

También sabemos que un buen amigo nos aporta un valor que suma en nuestro crecimiento, marca una diferencia y de forma generosa decide tener con nosotras una sana relación desde la esencia y sin diferencias.

Para nosotras es importante los momentos de contacto, de abrazos, de sentir, de compartir energías, pero también somos conscientes de que las distancias no pueden separar los sentimientos y de que estamos en la era de las redes sociales que combinan la posibilidad de compartir una vida de amistad, verdadera y feliz, y la distancia, relacionándonos desde integridad. Así que estamos siempre a tan solo un mensaje, terminando cada día con un abrazo virtual desde el corazón.

Desde aquí queremos dar las gracias a todos los que saben lo que decir, cómo decirlo y cuándo decirlo (amamos la buena comunicación); reconocen que no todos los días son maravillosos, inspirados y llenos de optimismo y, por eso, saben escuchar, sentir y luchar (valoramos la comprensión); aceptan la diferencia y tienen la mente abierta y curiosa (sentimos por ellos admiración); se interesan sinceramente y sin poses. Dan cuando no se espera y nos dejan ser (demuestran afecto); entienden que no siempre somos lo que esperan y sin embargo siguen estando ahí (muestran su bondad); convierten los momentos en algo para recordar y para disfrutar (compartimos nuestra felicidad).

Tener a nuestro lado personas maravillosas que refuerzan y potencian lo que somos, y a las que a su vez podemos ayudar, es fantástico.

Los amigos son como un regalo que nos hacemos a nosotras mismas. Por eso los cuidamos con mimos y delicadeza, no queremos que se nos rompan. Les escuchamos y hablamos desde el corazón. Somos felices de poder tenerlos en nuestras vidas, aunque no nos veamos en años, porque ocupan un lugar privilegiado en nuestros pensamientos. Son parte de nuestro todo feliz que hemos creado bajo su paraguas. Nuestro tiempo es el suyo, y juntos caminamos hacia buenas acciones y compartimos todo. Disfrutamos juntos, nos reímos y aprovechamos cada momento. Estamos aquí para lo que deseen y de nosotras siempre obtendrán buenas vibras y abundancia de amor infinito.

Quien tiene un amigo tiene un tesoro. Gracias.

SER EL MEJOR NO IMPLICA SER PERFECTO

Ser el mejor en una actividad de nuestra vida puede ser un objetivo loable, pero eso no implica ser perfecto. Buscar la perfección en nuestros actos nos limita la toma de acción.

Si somos muy buenos en algo, es porque lo hacemos, pensamos, sentimos diferente al resto del mundo. Seremos los mejores en lo que nos apasiona si lo perseguimos, y entonces nos daremos cuenta de que la imperfección es un rasgo inevitable para ser el mejor en algo, eso es lo que nos hace únicos.

Pero ser el mejor no es compatible con la búsqueda de la perfección, ya que esa búsqueda eterna nos puede costar un precio muy alto.

También tenemos que ser conscientes de que el miedo a que el resultado no sea perfecto, limita nuestras posibilidades. Nadie puede ser perfecto, pero todos podemos trabajar para destacar en alguna actividad.

Si algo nos emociona podemos lograr hacerlo muy bien mientras estamos en el camino a la optimización y aprenderemos de los fracasos y los posibles errores para mejorar. Pero lo importante es HACER.

Todos somos únicos. Si todos fuésemos iguales el mundo sería pura monotonía y no existiría la evolución. Todos vestiríamos las mismas ropas, cocinaríamos las mismas comidas, tendríamos las mismas ideas. Realmente el mundo sería muy aburrido.

Por suerte el ser humano evoluciona precisamente por equivocarse, por no ser perfecto, y de ese cambio surgen cosas increíbles.

Igualmente las imperfecciones nos identifican, y nos hacen más accesibles a los demás, ya que en la mayoría de las ocasiones son las que nos hacen más interesantes. De hecho son las que nos han ayudado a adaptarnos a una enorme diversidad de situaciones, ya que esa diferencia en algunas circunstancias, se puede convertir en una ventaja significativa que nos ayude.

No busquemos la perfección al hacer las cosas, que no nos paralicen nuestras propias auto-exigencias, busquemos ser la mejor versión de nosotros mismos en lo que nos apasiona, y aceptemos el resto de las imperfecciones que forman parte de nuestras vidas.

#anayany

#vidafeliz

#somosimperfectas

FILOSOFEANDO SOBRE LA VIDA

Eso de tener toda la teoría pero no pasar a la práctica es muy de Eneatipo 5, pero es que la Sociedad Occidental es un poco 5. Leemos todo lo que cae en nuestras manos sobre salud, crecimiento personal, educación financiera, pero…después ni nos cuidamos, ni vivimos tranquilos y felices, ni controlamos nuestras finanzas.

Con nuestra vida en general nos pasa un poco igual. Sabemos la teoría sobre lo que nos gustaría realmente hacer y ser, pero no practicamos el camino para lograrlo. Simplemente seguimos al grupo social que nos rodea o al sistema sin cuestionar la posibilidad de que puede haber otra forma de ver las cosas.

Tenemos que escuchar a nuestro corazón y cuestionar parte de ese conocimiento para tener una vida plena, llevar nuestros deseos a la práctica, realizar la búsqueda en sí de la felicidad, practicar la abundancia, el camino hacia una vida saludable, y fomentar las experiencias a través de las cuales podamos realizar los cambios necesarios para tener acceso a la vida plena.

Todos sabemos que podemos transformarnos en algo distinto a lo que la sociedad actual parece valorar, simplemente lo podemos hacer a través del amor y así conseguir la tranquilidad necesaria para elegir por nosotros mismos. Podemos decidir naturalmente desarrollar esa parte innata de una forma más práctica y sencilla de trabajar de lo que podemos creer.

No se trata de un cambio exterior, se trata de un cambio para nosotros mismos. De preguntarnos por el verdadero camino, tomar acción y empezar a descubrir otra forma de vivir. Para ello no es necesario cambiar nada de nuestra vida actual. Si modificamos nuestros actos los cambios llegarán solos, nacerán desde nuestra verdad, serán siempre para bien y potenciarán lo que ya somos. Lograremos ser una mejor versión de nosotros mismos.

Todos los caminos nobles conducen al mismo punto esencial y no se trata de escoger un camino sino simplemente de caminar.

Es importante reconocer que más allá de nuestro trabajo, profesión, logros y éxitos, hay un espacio más profundo que necesita de nuestra atención, y que nos acompaña durante toda la vida. En este sentido, no importa lo que estemos haciendo, sino lo que estamos siendo en cada momento.

De nada nos sirve el conocimiento o las plegarias si no pasamos a la acción e integramos ese aprendizaje a nuestros pensamientos, palabras y acciones diarias.

Probablemente, este es el paso más decisivo para lograr un cambio sustancial y concreto en nuestras vidas.

Llegar a esa parte de nosotros mismos está en nuestras manos. No se trata de seguir una u otra opción, sino de algo tan fácil y a la vez tan complicado como vivir desde el amor.

#anayany
#vidafeliz
#amorinfinito

ENERGICEMOS NUESTROS CHAKRAS

Cada día nosotras estimulamos nuestros chakras de una forma u otra, por ejemplo, por medio de los pensamientos que tenemos, o físicamente por medio de nuestros sentidos (olores, colores, texturas…)

A diario energizamos nuestros centros, consciente o inconscientemente, de muchas formas complementarias.

Por nuestros pensamientos. Son una forma de energía. Los pensamientos positivos permiten que nuestra energía fluya libremente y sin restricciones, mientras que los pensamientos negativos disminuyen la energía en nuestro cuerpo. Cada pensamiento (ya sea mental o emocional) está conectado a un chakra. Por ejemplo, un pensamiento apasionado es una energía roja estimulante, pero un pensamiento de enojo disminuye el flujo del pensamiento rojo positivo. Esto significa que un continuo pensamiento de enojo disminuirá la raíz de la energía chakra. Somos los responsables de nuestros pensamientos. Cuidémoslos.

Con la visualización, meditación y respiración. Con el pensamiento, con esa forma de energía, también podemos estimular nuestros centros por medio de ejercicios prácticos como la meditación, visualización o respiración, llevando la energía muy adentro. Son acciones conscientes que alinean nuestros chakras y dejan que la energía fluya libre por nuestro cuerpo.

Por el sol. Es una de nuestras fuentes de energía más importantes. Por medio de la luz, las siete energías de colores fluyen de los rayos del Sol a la Tierra. Las personas, animales, plantas, minerales, agua y nuestros chakras reciben la energía de la Luz del Sol. Saludemos al Sol cada mañana, abramos las ventanas de par en par y expongámonos directamente a los rayos solares con las precauciones ya conocidas, pero sin filtros de ningún tipo: ni cremas, ni gafas, ni cristales que hacen de lupa.

Por la comida. Los rayos del sol dan vida y energía a los seres vivos. La planta absorbe energía que es la misma que brota cuando la ingerimos. Es la energía que contiene esa fruta, vegetal, flor…la que obtenemos a través de la alimentación. Sin esa energía nuestro cuerpo no podría asimilar el valor nutricional de la comida. Balanceemos nuestros chakras diariamente comiendo alimentos con vida, ecológicos, de cercanía para poder asimilarlos y con distintos colores, texturas, sabores, etc.

Con gemas/minerales. Las piedras y minerales también son formas de energía. Los cristales contienen una estructura cristalina que amplifica la energía. Colocar piedras y minerales en nuestro ambiente es una manera simple de absorber las vibraciones curadoras de las piedras y minerales.

A través del agua. Es un gran conductor de energía. Mientras nos sumergimos en agua de mar nuestro cuerpo absorbe su frecuencia y vibración. Mientras nos duchamos podemos balancear los chakra pensando en lo que nos gustaría conseguir de esa específica energía y mejor aún si añadimos aceites esenciales que se relacionen. Y no somos solo lo que comemos, sino también lo que bebemos. Consumir agua saludable hace vibrar a nuestro cuerpo. Invertir en agua saludable es invertir en vida.

Con la aromaterapia. Los aceites esenciales son la pura esencia de las plantas o de las flores. Cada aceite tiene una vibración. Los aceites tienen las propiedades curativas de las hierbas, las flores y las plantas. Usemos solo aceites esenciales ecológicos de calidad.

La música también nos afecta. Ciertos sonidos pueden estimular una respuesta emocional, mental, física o espiritual. Por ejemplo, escuchar o bailar música primaria, como el sonido de tambores, puede energizar nuestro cuerpo físico y estimular nuestro chakra raíz. O escuchar en casa música a 432 Hz o repetir nuestros Mantras favoritos acompañados de hermosas melodías. Podemos hacer sonidos para vibrar a la misma frecuencia como varios órganos en nuestro cuerpo (🕉, campanillas, cuencos, etc.) La contaminación sonora por el contrario puede perturbar nuestro ambiente. Escuchemos los sonidos de la naturaleza que nos hacen felices mientras tomamos el sol y miramos al horizonte.

Con la tonificación de colores. Al proyectar la luz a través de varios filtros de colores las vibraciones de los colores serán absorbidos por nuestra piel, interviniendo en distintas áreas. El Arcoíris, la naturaleza, las flores, los animales nos muestran como los colores son energías.

Por el ambiente material que nos rodea en el hogar. Mantengamos el orden, la limpieza, ventilemos a diario, usemos los colores conscientemente en el ambiente de nuestra casa: almohadones de diferentes colores, cuadros, alfombras, etc., hagamos del silencio el mejor sonido, y del minimalismo una virtud.

Por la ropa. La ropa que llevamos tantas horas nos influencia nuestro animo, mente y nivel de energía. La luz penetra nuestra ropa amplificando la energía del color y los tejidos naturales ecológicos que estamos usando. La piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo, tratémosla como si de un tesoro se tratara, a la vez que respetamos el medio ambiente, vistiendo ropas que no hayan provocado vertidos tóxicos, ni con tintes dañinos ni tejidos plásticos-sintéticos. El lino, la lana, el algodón orgánico, la seda, el hilo de flor de loto… son tejidos nobles que no interfieren con nuestros centros de energía.

Con la estimulación adecuada de nuestra fascia. Practicando ejercicio físico consciente (yoga, taichí, etc.) o de forma pasiva estimulando nuestra fascia, el cuerpo llega a su máxima relajación y equilibrio, también a nivel de los centros chakras. Hagamos todos los días una pequeña tabla de ejercicios muy básica buscando la activación energética de nuestro cuerpo, que no nos lleve más de tres minutos en varias repeticiones. Así nuestro cuerpo activará nuestra energía física.

En esencia nuestros chakras reciben la salud de nuestro ambiente, incluyendo las personas con las que tenemos contacto y también nosotras irradiamos una energía de vibración, con la que influimos a los demás.

Por eso para nosotras es muy fácil vibrar con personas que nos dan buen rollo. Los buenos pensamientos vibran de amor infinito. Y que no falte un buen ABRAZO DE OSO para compartir esa vibración superpositiva con los demás💗💗💗

#anayany
#vidafeliz
#espiritualidad

SOMOS UN TODO DE ENERGíA

«El día que nacemos empezamos a morir y hay que saber disfrutarlo» Jose Luis Sampedro.

En el momento de nacer, un bebé tiene en promedio 100.000 millones de neuronas. Es el momento en que el ser humano tiene la posibilidad de ser la mejor versión de la especie humana. A partir de entonces empezamos un viaje en el que vamos perdiendo, no solo neuronas (se crean conexiones pero el número de neuronas disminuye) sino la posibilidad de desarrollar cualidades excepcionales que en pocos meses desaparece. A partir del nacimiento va disminuyendo imparablemente nuestra Energía Vital, está en nuestras manos administrarla de manera correcta.

Los reguladores de nuestra Energía Vital son nuestra inteligencia interna (que no tiene nada que ver con lo que entendemos por intelecto, ésta es intrínseca a la vida) y el instinto del cuerpo por sobrevivir. Ambos dirigen el reparto de energía en nuestro organismo y tienden naturalmente al equilibrio.

Aumentar una función, por ejemplo la de curación, supone la disminución de las demás actividades indispensables (digestión, relación, crecimiento, etc.) o si el cuerpo necesita más energía momentáneamente, disminuye las actividades relacionadas con el movimiento para poder cumplir con los requisitos básicos de supervivencia (respiración, alimentación, eliminación). Un yogui por ejemplo puede pasar semanas sin comer ya que renuncia al movimiento en un estado de profunda meditación sin gastar esa energía, por lo que no tiene que reponerla a través de la alimentación. En el lado opuesto estaría por ejemplo un culturista.

Cuando nuestra energía se reparte de forma equilibrada entonces estamos bien de salud. En el equilibrio está la virtud.

Si algún sistema de nuestro cuerpo nos “roba” más energía de lo normal por algún problema, el cuerpo sabiamente prescinde del buen funcionamiento de alguna otra función, no fundamental, para obtener ese extra de energía consumida. Podemos vivir sin movernos, por ejemplo, pero no podemos sobrevivir sin respirar, beber o eliminar. Así que si necesitamos respirar mejor, hidratarnos más o asimilar nutrientes básicos, el cuerpo se paralizará a favor de la vida.

Trabajemos en evitar ingerir o respirar tóxicos , meditemos para evitar las emociones negativas y expulsemos las unidades de desecho de nuestro cuerpo. Encapsular todos estos problemas en el interior no es buena idea, le estaremos dando trabajo extra a nuestro cuerpo que no parará de intentar eliminarlos, o enfermaremos como resultado de la excesiva acumulación. No le demos más trabajo del necesario a nuestro organismo.

Seamos también conscientes de que optimizar una parte del organismo por separado puede traer más problemas que ventajas. Avancemos en todas las áreas de la vida para tener el menor desgaste por compensación, siendo sabedores de que las funciones energéticas vitales son controladas por nuestra inteligencia interna y no por nuestros deseos.

Cuidemos de nuestro Prana.

#anayanay
#vidafeliz
#antifragilidad

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