SER CUIDADORA CUIDADA

«Cuando el pozo está seco, sabemos el valor del agua» Benjamin Franklin.

Los cuidados son mutuos entre los seres humanos. 

Todos necesitamos cuidar y que nos cuiden. 

Por eso tenemos que ser conscientes de que cuando elegimos SER para cuidar, al mismo tiempo tenemos que SER para recibir cuidados: cuidarnos a nosotras mismas y dejar que nos cuiden. 

Seamos conscientes de que todos nacemos con necesidades de cuidado y todos somos capaces de cuidar. 

Un buen día nuestras vidas tomaron un rumbo totalmente diferente cuando, de repente, nos convertimos sin esperarlo en cuidadoras, a jornada completa: 24 horas, 365 días al año. Nuestras circunstancias vitales han dado un giro inesperado de un día para otro, sin manual de instrucciones y en compañía de nuestro ser amado. Reflexionemos. Ninguno de nosotros estamos libres de estar en uno u otro lado. Por eso TODOS debemos apoyar las necesidades vitales de las CUIDADORAS.

Cuidamos desde el amor infinito, aunque muchas veces, cuando se dan circunstancias especiales, nos alejamos, sin querer, de ese cuidado consciente y natural, y nos vemos sumergidas en el sufrimiento, al compartir con quien cuidamos situaciones difíciles. Por eso debemos ser cuidadas al mismo tiempo que los cuidamos.

Las cuidadoras ayudamos y colaboramos más allá de lo físico. Damos el apoyo necesario para que el ser cuidado sea él mismo, en su propia especificidad y singularidad, manteniendo su integridad independiente de su condición. 

De ahí la importancia de cuidar desde la esencia. 

Pero no nos olvidemos nunca de nosotras mismas.

No dejarnos cuidar y poner las necesidades de los demás siempre por delante de las nuestras es uno de los mayores problemas en estas circunstancias.

Cuando amamos, cuidamos, y cuando cuidamos, amamos. El cuidado forma parte del SER, del modo de SER esencial del ser humano. Por eso el SER que ama se completa con el SER que cuida.

El proceso de cuidado no solo es el estar con, sino también SER con, desde el respeto, la consideración, la gentileza, la atención, el amor, la solidaridad, la compasión… entre dos personas y mutuamente. 

SER cuidado y SER cuidadora supone una relación íntima, amorosa y generosa entre dos seres. 

Queremos unirnos durante toda esta semana a la celebración dedicada al cuidado y a las cuidadoras.

Any me cuida y yo la cuido a ella, y caminamos juntas. Si necesitamos que nos ayuden lo pedimos y si nos quieren ayudar desde el amor, bienvenida sea la ayuda.

Gracias Papá por SER y ESTAR para cuidarnos a las dos.

Y gracias infinitas a todos los que nos ayudáis día a día.

#YoSoyCuidadora

#anayany

#CuidaDeLosQueCuidan

#amorinfinito

#vidafeliz

#diamundialdelcuidador

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#cuidadofamiliar

HACER CRECER LA SEMILLA

“Si quieres ir rápido, ve solo. Si quieres llegar lejos, ve acompañado”. Proverbio africano.

Si trabajamos en ello, a través de varias técnicas, podemos llegar a sentir una gran paz interior.

Pero normalmente las personas vamos por la vida tapando agujeros por nuestra insatisfacción vital.

Llegar a experimentar la paz interior es una tarea íntima diaria. Muchos rezamos o meditamos o escuchamos música o hacemos yoga o deporte…Cada cual busca su forma de conectar con la tranquilidad, el amor y la felicidad que vive dentro de nosotros.

Pero lo más complicado no es llegar a esa calma interior en un momento concreto con una técnica concreta, lo difícil es extrapolar esa plenitud a la vida diaria. Expandirla, vivirla y no limitarla a ciertos momentos.

Unirse es uno de los truco para crecer y sacar esa paz al exterior. De ahí la importancia de la pertenencia al grupo.

Busquemos la paz; el sosiego, la quietud interior están en nuestro interior y podemos acercarnos a ellas, pero si no sabemos cómo sacarlas al exterior, apoyémonos en los demás. Nunca estamos solos. Hay grandes Maestros que han pasado por lo mismo que nosotros los cuales, de forma generosa, han compartido sus experiencias y recursos para que todos nos beneficiemos de su maestría.

Todos tenemos una esencia maravillosa, todos somos Maestros, aunque a veces la vida, con sus circunstancias, nos hace alejarnos de la quietud interna. Abrazar, contemplar un amanecer, meditar, escuchar música nos ayuda a acercarnos a la paz.

Pero llevarlo al exterior no es tan fácil.

Cuando dejamos de meditar, rezar… lo que sea que utilicemos de herramienta para estar en paz, si no sabemos gestionarla y continuar en ese estado, volvemos a la profunda insatisfacción, al sufrimiento, el exceso de responsabilidad, etc., de la vida exterior.

Pensemos. Si sabemos que existe la paz interior, porque la hemos experimentado con estas herramientas, tenemos que hacerla crecer, no solamente dentro de nosotras mismas, sino cuando vivimos, en el exterior. No todos podemos ser yoguis. Tenemos una vida, unas relaciones, unas actividades donde no podemos permanecer ajenos y encerrados en la comodidad de nuestro silencio, en el interior. Hay que vivir con todo el entorno, afrontar lo que nos rodea.

Sufrimos porque, entre otras cosas, los humanos somos los únicos seres vivos que vivimos conscientes de nuestra muerte, y los únicos que pensamos de una forma incontrolada, y que convivimos con el ego, etc. Sufrimos porque está en la naturaleza social del ser humano y aún no hemos cambiado en conjunto para que nuestra realidad colectiva sea la paz y la falta de miedo.

Observemos la Naturaleza. Ella es la gran Maestra.

Para poder ampliar nuestro estado positivo, primero tenemos que hacer el viaje hacia dentro, personalmente, para auto-conocernos, y después hacia fuera. Una vez estemos bien con nosotros mismos, en nuestros pequeños momentos de paz, debemos sacarlo a nuestra vida en común, a nuestra convivencia, no desde el ego de quien da lecciones a los demás, sino desde la generosidad de compartir nuestros miedos, nuestras intimidades, nuestras experiencias… para que los demás sepan que no están solos, que todos somos uno y pasamos por lo mismo.

Desde la paz interior, compartamos y saquemos al exterior nuestra alma. Dejemos ese legado.

Todos tenemos experiencias individuales que pueden hacer reflexionar a los demás, forma parte de nuestro crecimiento compartir los errores al igual que las alegrías, para que podamos ayudarnos todos mutuamente en el viaje.

Estemos solos por decisión propia. Pero no es fácil llegar al autocontrol por uno mismo y a tener una vida interior plena en esta sociedad occidental. Así que en el camino, que es nuestro gran objetivo, caminar, ayudémonos entre todos.

Primero perteneceremos a un desordenado grupo de individuos y observaremos en silencio. Después a una unidad organizada pequeña y aplaudiremos a los demás. Luego a un grupo grande donde ya nos sentimos cómodos para intervenir. Y en cada momento aprenderemos y enseñaremos cosas nuevas. Y si somos capaces de hacerlo por nosotros mismos, todos nos ayudarán a caminar desde un primer momento, cuando amamos y nos aman en respuesta.

De acuerdo con nuestra realidad, perteneceremos a uno, a otro o a muchos grupos; pero la mejor ayuda es darnos cuenta de que ayudar es pertenecer, desde la generosidad, para después dejar de pertenecer y seguir nuestro camino.

Ese es el gran secreto: la pertenencia. A partir de ahí, seremos capaces de caminar por nosotros mismos, convirtiéndonos en nuestros propios maestros, nuestros propios aprendices, nuestros propios terapeutas, nuestros propios… siempre desde nuestra paz interior y nuestro puro amor.

Hagámonos responsables de pedir la ayuda que necesitamos.

Nosotras siempre pedimos ayuda, no a cualquiera, sino al que realmente da desde el corazón, porque es nuestro maestro, no por la dádiva, sino porque nos está enseñando a dar sin pedir nada a cambio, solo por el placer de dar sabiendo que el otro está preparado para recibir, sabiendo que está dando a quien va a compartir, sabiendo que todos somos uno. Necesitamos muchas cosas, y a veces las cosas materiales son las que menos necesitamos. Pensemos en todo lo que nos han dado nuestros grandes Maestros: nuestros hijos, nuestros padres, nuestras parejas…

Creemos sinergias y descubramos juntos nuestro dharma común.

Gracias a todas las Mamás Especiales y a todos los que de alguna manera nos ayudan en el camino. Abrazo de OSO AMOROSO EN GRUPO💗💗💗

#anayany
#amorinfinito
#vidafeliz
#pertenencia

TRABAJEMOS CONSCIENTES DE QUE TODOS TENEMOS UN SUPERCEREBRO.

“Nuestras limitaciones no sólo posibilitan los primeros aprendizajes vitales, sino que también permiten ocasionales rupturas creativas” H. Gardner.

Ya Howard Gardner, para explicarnos su incuestionable Teoría de las Inteligencias Múltiples, nos habla de la supercapacidad que tiene el cerebro de cualquier ser humano.

Nuestros hijos con parálisis cerebral también.

Cuando se produce una lesión cerebral todo el cuerpo se ve afectado. Y aunque exista una lesión específica minúscula en el cerebro (hay gente que vive en plenas facultades con la mitad de su masa cerebral), el colapso general es tal que la repercusión a todos los niveles es enorme.

Simplemente tenemos que ser conscientes de que ha habido problemas generalizados en un momento concreto del desarrollo (por falta de oxígeno, por un virus, etc.) y que el cuerpo ha tenido que situarse en modo supervivencia para poder mantener la vida (función cerebral, oxigenación, etc). El resto no importaba en ese momento. Nuestros hijos están vivos gracias al modo supervivencia de su “supercerebro”.

Cuando ha pasado el peligro, ya nada es como antes, algunas partes han desaparecido del mapa corporal debido al colapso general. Las conexiones entre las partes fallan y la información no puede llegar de la misma forma a los mismos sitios. Así que ahora, para realizar tareas simples, en ocasiones entran en acción partes que han sido menos afectadas aunque esa no sea su función, ya que hay otras que están totalmente desconectadas hasta que mecánicamente las reintegremos de nuevo en el mapa corporal.

Para nosotras el diagnóstico no ha sido nunca una barrera, por eso trabajamos duro día a día. Porque sabemos que aunque la lesión sea permanente, los efectos secundarios pueden minimizarse para ser felices a pesar de las circunstancias.

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#vidafeliz
#ABR

CENTRADAS EN NOSOTRAS MISMAS.

“Si una persona no sabe a qué puerto va, ningún viento le es favorable”. Séneca.

Nosotras siempre nos entregamos a lo que hacemos. Nos gusta aprender sobre muchas cosas diferentes, colaborar en bastantes de los proyectos que nos ofrecen y ayudar a los demás.

Pero a veces nos damos cuenta de que estamos empezando a estar pendientes de demasiadas cosas. Así que cuando nos dispersamos, reflexionamos y volvemos hacia nuestro interior. Tenemos claro nuestro objetivo, ser felices con nuestras circunstancias, y sin caer en el ego, no nos podemos olvidar de nosotras mismas si queremos compartir con los demás nuestro estilo de vida gritando que ¡SÍ SE PUEDE!

Cuando damos de más, es necesario para nosotras volver a las rutinas silenciosas, pacíficas y pausadas. Y la mejor manera es entregándonos totalmente para no perder el foco. Esto nos facilita la concentración y nos da mejores resultados.

Estar haciendo varias cosas a la vez confunde nuestra mente. 

Así que si la dispersión es demasiada, entramos en modo foco.

Con ello logramos ahorrar un tiempo muy valioso para nosotras mismas y conseguimos resultados mejores que nos ayudan a liberar y liderar de nuevo nuestra vida y poder dedicar tiempo a los demás. 

Cuidémonos para poder cuidar.

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EL AMOR VENCE A TODO

El amor es siempre la respuesta.

Todas las preguntas que nos hacemos, tienen su raíz en la base de todo: el AMOR.

Cualquier duda que tengamos puede ser respondida si la enfocamos desde el amor.

Cuando no sabemos que hacer, lo que nos aclara las dudas de un modo más eficaz es la respuesta a la cuestión “¿Qué haría desde el amor en esta situación?

Esa es la pregunta que todo el Mundo debería hacerse en cada cruce de caminos de sus vidas.

Cuando nos relajamos, dejamos la mente en blanco y nos trasladamos a ese lugar en el centro de nosotros mismos, donde no existe el temor, donde el espacio que hay es seguro, donde algo más grande que nosotros mismos nos guía, y soltamos la necesidad de controlarlo todo, suceden los milagros y la sincronicidad puede darse.

Michelle Nielsen, en su libro “Creando a Matisse”, cuenta que, cuando necesita una señal de que el Universo está gestionando su petición y de que algo con más fuerza basado en el amor está operando a través de ella, le pide a la vida que le envíe de algún modo una barra de labios. Esto funciona para ella como un recordatorio poderoso.

A veces cuando tengamos temor, fustigándonos dentro de nuestros corazones, esta puede ser una herramienta muy eficaz para entender que todo ocurre como debe ser y que vamos por el camino correcto (aunque en ocasiones no lo parezca).

Cada uno, si quiere, puede variar el símbolo. Puede ser desde un mensaje en una red social de una persona determinada hasta que entre un rayo espléndido de sol por la ventana en un día nublado.

Hoy un pájaro entró en nuestra terraza.

#anayany
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DÍA DE MUERTOS

4 Abuelos, 8 Bisabuelos, 16 Tatarabuelos, 32 , 64 , 128 , 256 , 512 , 1,024 , 2,048 Tatarabuelos de distintas generaciones y para las 11 últimas generaciones fueron necesarios 4,094 Ancestros.

Todo esto en aproximadamente 300 años antes de que naciéramos.

Detengámonos un momento y pensemos…

Cuánto de su fuerza para sobrevivir tenemos dentro de nosotros para que hoy estemos aquí, vivos.

Solo existimos gracias a todo lo que cada uno de ellos pasó.

Es nuestro deber honrar a nuestros antepasados.

GRATITUD Y AMOR a todos nuestros ancestros, porque sin ellos cada uno de nosotros no tendríamos la felicidad de conocer este Mundo y la oportunidad de vivir el propósito con el que hemos venido a esta vida. GRACIAS FAMILIA.

Nuestra primera ofrenda para vosotros, nuestros antepasados, porque aunque estemos lejos de vuestra tierra, os recordamos.

#anayany
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#DíadeMuertos

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