UNA DE CUENTOS (XII)

«-Maestro, cómo puedo enfrentar el aislamiento?

-Limpia tu casa. A fondo. En todos los rincones.
Incluso los que nunca tuviste ganas, el coraje y la paciencia de tocar.
Haz que tu casa sea brillante y cuidada. Quita el polvo, las telarañas, las impurezas. Incluso las más ocultas.
Tu casa te representa a ti mismo: si cuidas de ella, también te cuidas.

-Maestro pero el tiempo es largo.
Después de cuidar de mí a través de mi casa ¿cómo puedo vivir el aislamiento?

-Arregla lo que se puede arreglar y elimina lo que ya no necesitas.
Dedicate al remiendo, borda los arranques de tus pantalones, cose bien los bordes deshilachados de tus vestidos, restaura un mueble, repara todo lo que vale la pena reparar.
El resto, tíralo. Con gratitud.
Y con conciencia de que su ciclo ha terminado.
Arreglar y eliminar fuera de ti permite arreglar o eliminar lo que hay dentro de ti.

-Maestro y ¿luego qué?
¿Qué puedo hacer todo el tiempo solo?

-Siembra.
Incluso una semilla en un jarrón.
Cuida una planta, riégala todos los días, háblale, dale un nombre, quita las hojas secas y las malas hierbas que pueden asfixiarla y robarle energía vital preciosa.
Es una forma de cuidar tus semillas interiores, tus deseos, tus intenciones, tus ideales.

-Maestro ¿y si el vacío viene a visitarme?… ¿Si llegan el miedo a la enfermedad y a la muerte?

-Háblales.
Prepara la mesa para ellos también, reserva un lugar para cada uno de tus temores.
Invítales a cenar contigo. Y pregúntales por qué llegaron desde tan lejos hasta tu casa. Qué mensaje quieren traerte.
Qué quieren comunicarte.

-Maestro, no creo que pueda hacer esto…

-No es el aislamiento tu problema, sino el miedo a enfrentar tus dragones interiores Esos que siempre quisiste alejar de ti. Ahora no puedes huir.
Míralos a los ojos, escúchalos y descubrirás que te pusieron contra la pared.

Te han aislado para poder hablar contigo.
Como las semillas que solo pueden brotar si están solas».

INTENTANDO CALLAR NUESTRAS BOCAS

«Odio los juicios que solo aplastan y no transforman» Elías Canetti.

Las personas estamos hechas de valentía y esperanza, por eso si despertamos, no dejamos pasar las injusticias ni dejamos que nos callen, siempre desde la compasión hacia los que no reconocen un problema común, respetando su ignorancia.

Reivindiquemos nuestros derechos y expongámoslos con mayor o menor efusividad, según el día, que todos somos humanos y no perfectos.

Pero a nosotras nadie nos hace callar. Y menos amparándose en el populismo de la situación actual. Si algo está mal, está mal y no nos debemos callar.

Podríamos decir que ciertas personas no juzgan situaciones globales, sino que juzgan los pequeños eventos reivindicativos de su entorno, buscando el beneficio propio, sin mirar por el bien común. Muchos “ismos” han surgido de estos pensamientos arcaicos.

Deberíamos de ser todos conscientes de que no podemos saber de todo. Si no conoces sobre un tema y no lo experimentas, y si no te informas y no aprendes… ¿Por qué lo juzgas y lo criticas?¿Por qué nos quieres quitar la voz?

JUZGAR ES TAN FÁCIL QUE TODOS SABEMOS HACERLO.

Juzgan basándose en heurísticos que les anclan en el reduccionismo, la simpleza y la subjetividad, sin fijarse en el hecho en sí, ni en el beneficio común del hecho reivindicado.

¿Por qué hay personas que están constantemente manipulando la opinión pública, criticando, juzgando, valorando y hablando de cosas que no conocen?

Siempre que exista un daño para alguien, y se pueda evitar, mirar hacia otro lado o guarecerse en populismos es simplemente despreciable.

¡Cuánto nos queda por aprender a los seres humanos!

Cuando alguien hace un comentario desde el amor, la experiencia, el conocimiento y la humildad, eso se llama ayuda y aprendizaje a través de la experiencia.

El resto es intentar taparnos la boca con proclamas populistas. Y lo pueden intentar, pero nuestra libertad de expresión nos ampara.

Defendamos siempre los derechos que nos han costado tanto adquirir durante años.

Todos somos iguales, todos somos diferentes, todos tenemos derecho a pedir información a los responsables, a expresar nuestra opinión y a reivindicar nuestros derechos desde el respeto al prójimo.

#anayany
#amorinfinito
#yomequedoencasa
#nomecallonidebajodelagua