“Uno viene al mundo a perderlo todo.
Mientras más vive uno, más pierde.
Vas perdiendo primero a tus padres,
a gente a veces muy querida a tu alrededor,
tus mascotas, los lugares y tus propias
facultades también.
No se puede vivir con temor,
porque te hace imaginar lo que todavía no ha pasado y sufres el doble.
Hay que relajarse un poco, tratar de gozar lo que tenemos y vivir en el presente”.
Isabel Allende.
Sabemos que muchos científicos actualmente no pueden compartir con muchas personas los buenos resultados de sus descubrimientos, pero nosotras seguimos esperando que triunfe el corazón y que la Ciencia llegue a la población.
Mientras tanto, no nos quedamos de brazos cruzados. Seguimos nuestro camino, aprovechando la generosidad de quien sí comparte con nosotras sus conocimientos que pasan a formar parte de la batería de medidas salutogénicas para que Any pueda tener una buena calidad de vida independientemente de las circunstancias. Gracias a todos nuestros Maestros, en especial, como siempre, a Leonid Blyum, porque gracias a esos conocimientos podemos elegir la realidad que queremos vivir:
Desde el trabajo, pero no el que esclaviza o mutila, sino el que vivifica, ilumina y libera…
Desde el cansancio inevitable, pero no tedioso y estéril, sino lleno de sentido, rico y fecundo…
Desde el silencio, pero no el institucional que asfixia y ahoga, sino el que oxigena, equilibra y armoniza…
Desde la soledad que provoca el horroroso diagnóstico vital de algunos “profesionales” que en vez de acompañar, destruyen. Con el tiempo hemos sabido transformar esa soledad en una herramienta que edifica, plenifica y ¡revive!…
Desde la risa, sin ofender o agredir al que sufre, sino desde la alegría, el entusiasmo y el ánimo por tener una vida feliz independientemente de las circunstancias.
Con la mirada limpia, no como la que hemos recibido a lo largo de estos 18 años de funcionarios de la administración que degradan y mutilan, sino desde la que enaltece, reconforta y sublima…
Y cultivando las relaciones que no aniquilan y envilecen, sino las que logran el ‘milagro’ de hacer surgir lo mejor de nosotras mismas.
Gracias a todas las personas que durante estos años os habéis cruzado en nuestro camino, de todas hemos aprendido, y todas habéis hecho que lleguemos a donde estamos hoy. No todo ha sido fácil en el camino, pero tanto lo bueno como lo menos bueno nos ha traído hasta aquí.
Y aquí seguimos, removiendo los diagnósticos fallidos de algunos médicos, y colaborando, a nuestra manera y desde nuestras posibilidades, para encontrar una solución al alcance de todos.
Aprendizaje: El conocimiento no cura, pero puede ayudar a tener una vida saludable y feliz.
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