Toda la materia (el cuerpo humano, el aire, el agua…) está compuesta por unas partículas denominadas átomos que se agrupan formando moléculas.
Los átomos se componen a su vez de 3 tipos de partículas más pequeñas:
Protones (carga positiva)
Electrones (carga negativa)
Neutrones (sin carga).
Pues bien, los electrones orbitan en torno al núcleo del átomo como los planetas giran alrededor de una estrella.
De vez en cuando un electrón salta, y cuando lo hace deja tras de sí un ion (es decir un átomo cargado) que en este caso está cargado positivamente, y su único propósito en la vida se convierte en volver a llenar el vacío dejado por su pequeño electrón perdido.
Esto es que quiere robar un electrón de otra molécula para reemplazarlo.
Las lámparas de sal lo que hacen es emitir iones negativos , que se pegan a los positivos (aquellos que han perdido sus moléculas) y los neutralizan.
