“Antes de cambiar el mundo da tres vueltas por tu casa”. Proverbio Chino.
Todos aspiramos a tener independencia, libertad, felicidad, salud, bienestar, creatividad, placer, ser más conscientes, equilibrados y espirituales. Pero no todos hacemos a diario lo que nos puede acercar fácilmente a todo eso que deseamos.
Por ejemplo, una de nuestras herramienta básicas es la alimentación consciente. Entender la alquimia de los alimentos al cocinarlos o no, es una necesidad imprescindible para nosotras, para nuestra salud y bienestar corporal. Con el conocimiento energético del cocinado y escogiendo libremente lo que ingerimos somos más conscientes de la necesidad de conocernos a nosotras mismas. Sabemos que cada alimento vibra de una forma diferente, y al consumirlo tenemos unas reacciones diferentes, tanto a nivel físico, como emocional y mental. Un mal ejemplo, pero muy claro, lo encontramos en un “ingerible” como el alcohol. Cada alimento tiene su carácter y personalidad, su efecto y reacción en nosotros, totalmente diferente a la reacción que puede tener en otros. Cada alimento tiene su fuerza vital y de acuerdo a la cantidad y la forma en que lo consumimos y según nuestro SER, nos ofrecerá su espíritu y su energía.
Nosotras tenemos claro que cocinamos para mejorar en todos los sentidos.Cocinar sano es un acto de amor que nos hace libres. Nosotras entendemos que comemos para construir una buena calidad de sangre, que nutra nuestros órganos y nos genere energía y vitalidad. Cada día cocinamos e intentamos equilibrar nuestra microbiota, con una dieta rica en vegetales, cereales y legumbres, aunque no somos vegetarianas, buscando relajar el cuerpo para equilibrar nuestras emociones. Porque tenemos muy claro que somos lo que absorbemos y lo que las bacterias pueden fabricar a partir de los alimentos, así que nutrimos nuestro cuerpo con alimentos saludables, que no es lo mismo que “comestibles”. Por eso para nosotras preparar un plato para alguien o para nosotras mismas es revolucionario, una muestra de amor, y un regalo.
Como buscamos una vida salutogénicamente estable y equilibrada, no fumamos, no bebemos alcohol, cuidamos nuestro cuerpo, etc. y cocinamos comida orgánica, así mantenemos sin esfuerzo un peso adecuado, una energía rebosante y un estado óptimo. Este equilibrio nos lleva al bienestar emocional, nos ayuda al descanso, y a respirar saludablemente… y todo esto a vivir en calma, equilibrio, etc.
Cuando se lleva un estilo de vida saludable, todo encaja.
¡Todos los días nos ponemos el delantal! para empoderarnos y no ser unas esclavas de la cocina, sino hacer del cocinar un placer! Somos libres para elegir alimentarnos de manera saludable. Por eso cocinamos nuestros alimentos orgánicos manteniendo sus propiedades y disfrutamos de la comida, respetando el producto, agradeciendo a diario a las personas que han hecho posible tener esos alimentos en la mesa y disfrutando de la comida en familia, masticando, ensalivando y finalizando con una sobremesa maravillosa para compartir las experiencias del día.
Comer saludablemente es algo que no muchas personas valoran ni eligen conscientemente. Sin embargo es uno de nuestros trucos primigenios para tener una vida feliz.
Nosotras disfrutamos del cocinado y la ingesta consciente de nuestra dieta Mediterránea libre de tóxicos y cocinada desde el conocimiento con amor.
Aprendizaje: Damos las gracias a cada agricultor consciente que nos ayuda a tener salud.
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