Amar el presente no significa estar de acuerdo con todo.
Para nosotras amar es respetar lo distinto; es compartir lo que el otro no tiene; es entender que la vida es un continuo cambio, y que no somos los de ayer; es no juzgar, sino aprender; es tener valentía para afrontar el camino del otro en el momento en el que nos cruzamos. Amar el presente es agradecer las circunstancias propias y crecer con las experiencias ajenas.
Los seres humanos, como seres vivos racionales y sociales, nos relacionamos a través del amor.
¡Que el amor llene el Mundo!
Desprendámonos del rencor del pasado y apoyémonos en la esperanza del futuro, pero recordemos a diario, desde el amor por la vida, por qué a este momento lo llamamos presente.