“Hay que ser sanamente sensible. No un sentimental o un sensiblero”. Ramiro Calle.
Nosotras cada mañana elegimos ser personas de buenos sentimientos. Pero no nos confundamos, eso no implica ser un inconsciente o un cobarde o un friki del buenismo.
Para nosotras, tener buenos sentimientos supone ser sanamente sensibles, empáticas, conscientes, indomables… para ver ese reflejo en la sociedad en general.
Aunque a veces parezca que las malas costumbres triunfan, realmente solo es que se organizan mejor, pero por karma todo pasa. Nunca apoyamos negocios, personas o entidades que dejan de lado el bien común a favor del egoísmo, la avaricia o falta de sensibilidad. Si todos nos diéramos cuenta de que cuando herimos a los demás, nos herimos a nosotros mismos, el mundo cambiaría totalmente. Pero aún falta mucha benevolencia, indulgencia y compasión.
Mientras, nosotras seguiremos cultivando la generosidad y la compasión, pero eso no implica un buenismo generalizado, vivimos desde la lucidez. La compasión es compartir con pasión la vida con los demás, escuchándoles desde el corazón, cuidando a los demás como a nosotras mismas, pero indomables antes las personas que no piensan en los demás.
Aprendizaje: Para el que sabe ver, aunque pueda parecer dolorosa, la vida es maravillosa.
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