ÚNETE AL MOVIMIENTO “SLOW”



Otra de las cosas que me ha enseñado Any en la vida es a disfrutar lentamente del camino. Reconozco que hace unos años parecía tener prisa para todo y quería terminar lo que fuera como fuera lo antes posible. Desde pequeña me educaron así, y me ha costado “desaprender” esta mala costumbre.

A día de hoy la vida, o el camino, nos ha llevado a valorar las pequeñas cosas y la lentitud para disfrutarlas. Quizás como Any tiene otro carácter, y hace las cosas de una forma diferente, con mejores resultados que yo, me ha hecho ver que la calidad es mejor que la cantidad o la rapidez.

Parte del aprendizaje ha sido dejar a un lado las prisas y tomarnos nuestro tiempo para disfrutar al máximo de la vida. Antes, debido a los compromisos médicos, sociales o familiares, íbamos corriendo, queriendo ser los primeros y los mejores en temas por ejemplo de Rehabilitación. Pero los resultados, por mucho que nosotras queríamos correr, siempre han venido después de un largo periodo naturalmente lento.

La desconexión con el medio natural, su tempo y demás factores que escapan a nuestro control, hace que no tengamos un referente que nos ayude a parar cuando queremos obtener resultados más rápidamente de lo conveniente. La sociedad y las múltiples opciones nos apuran a conseguir objetivos.

Para cambiar ese ritmo solo hay que hacer una cosa: parar. Y solo nosotros podemos decidir si parar hoy mismo, o seguir, y que nos pare nuestro cuerpo o nuestra mente cuando ya no puedan más.

El Movimiento Slow nace bajo la idea de “haz menos y lentamente”.

Es un movimiento social que promueve la necesidad de desacelerar el ritmo actual y optar por una vida sin prisas. Una donde destaque el equilibrio, el respeto y que prevalezca el amor para crecer y descubrir el mundo.

La principal intención de las personas que seguimos el movimiento Slow es la posibilidad de llevar una vida plena y desacelerada, haciendo que cada uno de nosotros pueda controlar y adueñarse de su existencia.

Somos Slow porque podemos correr cuando las circunstancias apremian y soportar mejor, si es el caso, el temido estrés; pero a la vez sabemos detenernos y disfrutar de un presente prolongado en vez de quedar sepultadas por las obligaciones del futuro más inmediato.

Hemos elegido libremente ser Slow Food, Slow Fashion, Slow Parenting, Slow Therapy, Slow Finance…convencidas además de que el Movimiento Slow definirá al ser humano del siglo XIX.

En definitiva elegimos ser Slow People porque tras la experiencia, siempre hemos llegado a la misma conclusión: los resultados LENTOS son MARAVILLOSOS, duraderos, de por vida, salutogénicos y antifrágiles.

Conectemos con nuestra tortuga interior y disfrutemos de los ritmos naturales de la vida.

¡PREPARADAS PARA LUCHAR!!

Cuando la vida te golpea, puedes escoger entre dos caminos: la libertad o la esclavitud.

Nosotras hemos elegido la LIBERTAD, pero hace muchos años hemos pasado por la esclavitud, así que sabemos lo que es y conocemos todos sus inconvenientes. Cuando estábamos allí no éramos conscientes de que existían otras posibilidades, pero después de tantos años en este otro lado, cada vez valoramos más haber dado el paso y saber no solo mantenernos, sino crecer y evolucionar.

Desde la LIBERTAD descubrimos la naturaleza real del ser humano y descubrimos que a pesar de las circunstancias se puede vivir en paz, amor y creciendo día a día.

Personas que hemos alcanzado cierto grado de libertad en todo el mundo trabajamos para mantenerla, compartiendo nuestras experiencias y creando corrientes de energía viva que velan por la sabiduría compartida.

Cada uno ha decidir que camino seguir. El del crecimiento, el conocimiento y la antifragilidad que exige una actitud interior positiva y un talante firme para no desfallecer en el camino, o dejar que otros decidan por nosotros.

Para alcanzar la libertad interior y completar la conquista de la vida y la evolución consciente, nosotras hemos elegido la actividad diaria, crear nuestras propias circunstancias y situaciones para crecer, trabajando duro, desarrollando la comprensión y disponiéndonos para recibir SABIDURÍA. No es fácil, pero si encuentras a un buen Maestro, el camino lo harás más ligero.

Así nuestra vida se ha transformado en un camino existencial, por dolorosa que haya sido la situación de la que hemos partido, ahora sabemos que nada en sí mismo es un obstáculo sino que se convierte en soporte para mejorar.

Para ser antifrágil hay que ser a la vez recio y manso, controlado y fluido. No descuidar la actitud de coraje, enfrentando los miedos y temores, apreciando la destreza y trabajando el carácter, porque la verdadera motivación está en nosotros.

Seguimos queriendo aprender como el primer día a nivel de lo cotidiano y aún más allá, y estamos siempre preparadas para los cambios, sin ser rígidas ni impulsivas. Neutras.

Este es nuestro propio desafío para el Año Nuevo. Nuestro reto donde la a apatía no tiene hueco en nuestro ánimo. No cederemos a las dificultades de las negligencias externas. Adquiriremos aún más Sabiduría para ganar y somos conscientes de que no se adquiere gratuitamente. El éxito tiene un precio, y nosotras caminaremos más duro que nunca hacia él.

Desde anayany.com trabajaremos aún más nuestra salutogénesis y antifragilidad porque sabemos como hacerlo, tenemos el mejor Maestro y vamos a poner de nuestra parte toda la energía focalizada en un punto vital: las mejoras constantes a todos los niveles.

2019 huele a ÉXITO.

¡HOLA INVIERNO!



Estamos en un momento de cambios muy interesantes que tienen lugar estos días. Podemos aprovechar la luna llena y usar el cambio vibracional a nuestro favor para ayudar a producir algunos cambios positivos en nuestras vidas y en nuestras rutinas. Las lunas llenas representan un pico y siempre han estado asociadas con una sensación de mayor energía y vibración.

Aunque a partir del solsticio de invierno los días comienzan a alargarse (lo que marca el inicio del cambio del Yin al Yang), es la estación más Yin: la más fría y oscura.

El invierno es la estación en la que la energía de la naturaleza se retrae: las plantas parecen muertas, los animales hibernan; todo está en stand-by, esperando a renacer en primavera.

Los días oscuros y el frío nos llevan a quedarnos en casa, a descansar, a estar con la familia y a recordar. Es una estación orientada al descanso y a la reflexión.

Nuestra dieta también varía siendo más rica en proteínas y grasas, especialmente legumbres y productos del mar, que nos mantienen calientes y nutren el Riñón. Los cereales integrales cocidos a fuego suave durante largo tiempo nos darán calor y vitalidad. Las algas y otros productos marinos nos nutrirán de minerales y oligoelementos imprescindibles para el metabolismo. Gracias Dr. Pérez Calvo por enseñarnos como ajustar el cocinado y los alimentos a las circunstancias.

Pero no hay que perder de vista la moderación: lo que guardemos ahora en el cuerpo aflorará en Primavera con la explosión de Yang de la estación, y los excesos tradicionales navideños pasarán factura.

También estos días notamos que tenemos más sueño de lo normal, nuestro cuerpo está adaptándose a la estación. Es el momento de aprovechar para dormir y comenzar a soñar.

Aunque no olvidemos que tenemos que comenzar la preparación de las semillas que brotarán en la próxima primavera.

¡Felices sueños invernales!

¡VENA ECOLOGISTA PARA LAS CENAS DE NAVIDAD!!!


Local, ecológico y de temporada. Estos son los tres “ingredientes” que no pueden faltar en nuestro menú navideño sostenible.

Yo crecí en una familia que tiraba la casa por la ventana con el menú navideño. Múltiples aperitivos, sopa de marisco, más mariscos, carnes (cochinillo, cordero, pavo…), postres, turrones, licores, sidra asturiana “El Gaitero” (famosa en el mundo entero), frutos secos, polvorones, mazapanes… Aunque es muy entrañable, lo cierto es que comíamos mucho esos días y restos durante 15 días más, hasta que acabábamos tirando comida ¡Sacrilège!! (Nunca entenderé la falta de planificación que hace al ser humano occidental tirar comida).

¿Tanta comida para qué? ¿Y por qué comprar a este precio en esta época?¡¿La abuela se ha vuelto loca?!

Nosotras hemos optado por comer conscientes y eco también en Navidad. Creo que, aunque quisiéramos, nuestro cuerpo no nos permitiría ingerir ahora esas cantidades, mezclando todo y con esa cantidad de azúcar. Me imagino que acabaríamos en URGENCIAS por intoxicación, jajajjaja.

Así que un mes antes planificamos cada uno lo que queremos comer en Navidad, siempre reflejando nuestro valores en la cesta de la compra:

1. Elegimos productos frescos y de temporada.

Los postres son frutas de invierno. Además viviendo en Murcia no pueden faltar las naranjas, mandarinas, limones, uvas, kiwis o granadas. Una buena idea es hacer brochetas con ellas. En cuanto a las verduras, las mejores para esta época son las alcachofas, las berenjenas, las espinacas, la col, el repollo o la lombarda, entre otras. Perfectas para hacer riquísimas ensaladas, ratatouille, o hervidos y sopas.

2. Compramos como siempre a productores locales donde venden productos de proximidad o en pequeños comercios.

Los productos de kilómetro cero garantizan una procedencia local que disminuye sustancialmente su impacto sobre el planeta. Y por lo general, suelen ser alimentos de mayor calidad.

3. Evitamos abusar de carnes y pescados.

Su huella ecológica es mayor que otros tipos de alimentos, sobre todo si hablamos de carne. Utilizamos más verduras, frutas y legumbres cuya huella ecológica es mucho menor.

4. Compramos pescado con el sello MSC.

El cual garantiza unas prácticas responsables. La pesca incontrolada destruye los ecosistemas marinos y perjudica a otras especies que son capturadas sin miramientos. Un buen pescado para estos días festivos es el bacalao, una especie que afortunadamente no está en peligro por la sobreexplotación.

5. Compramos productos con etiqueta ecológica.

De esta forma nos garantizamos estar consumiendo alimentos que se ha producido de forma sostenible y respetando la naturaleza, en el que no se han utilizado pesticidas ni fertilizantes químicos y en el que los animales han sido cuidados correctamente. Un sello que te otorga esta garantía es la Eurohoja.

6. Si puede ser productos de comercio justo.

Para la parte más golosa adquirimos turrones, mazapanes, bombones y otros dulces navideños de comercio justo y ecológicos. Sus ingredientes son más sanos y apoyamos como siempre a poblaciones en vías de desarrollo.

7. No tiramos comida a la basura.

Las Navidades son una época de excesos en todo los sentidos, también gastronómicamente. A la hora de preparar el menú, calculamos bien la cantidad que vamos a consumir y guardamos el resto para otra ocasión.

Para nosotros no cometer excesos en las comidas de Navidad es la mejor opción, pero lo hacemos desde la total LIBERTAD Y CONSCIENCIA del mantenimiento de la salud. No solo Any se tiene que cuidar, nosotros necesitamos cuidarnos para poder cuidar de ella.

Lo importante es que comamos cada uno lo que mejor podamos desde nuestra libertad y que disfrutemos todos de estar juntos y compartir los alimentos. Si tu corazón está en paz, y te cuidas todo el año, tu estómago se alimentará de la buena compañía.

Social media & sharing icons powered by UltimatelySocial
YouTube
Instagram
Twitter
Visit Us
SOCIALICON
Subscríbete