ADMINISTREMOS BIEN NUESTRO TIEMPO

Estamos vivas lo cual implica que tenemos tiempo, todos estamos vivos, así que TODOS tenemos el mismo tiempo. Pero no todos lo utilizamos de la misma manera.

Nosotras tenemos muy claras nuestras prioridades e intentamos dedicarle mucho tiempo a las cosas que más nos gustan: leer, aprender, cuidarnos, meditar, querernos, estar juntas, etc.

Ponemos por delante las cosas que para nosotras son importantes y prescindimos de las que no nos aportan nada.

Lo tenemos claro, hacemos pocas cosas pero muy significativas. Si no nos va a aportar nada nuevo, no gastamos nuestro tiempo en ello. Seguimos con nuestra maravillosa rutina que es lo que más felices nos hace. Poder disfrutar y hacer la mayoría de los días del año lo que queremos es la verdadera libertad.

Por ejemplo, nosotras ahorramos mucho tiempo haciendo la compra por internet. Así evitamos lo que para nosotras es un ladrón de tiempo: ir de compras. Comprar online en el mismo comercio, por ejemplo, nos supone 5 minutos de tiempo. Si tuviéramos que ir a comprar varias veces a la semana a una tienda física (comida, ropa, etc.), sería dedicarle tiempo a algo que no nos daría nada extra. Ir de compras para nosotras es una pérdida de tiempo. Por eso no lo hacemos habitualmente. Y todo ese tiempo lo invertimos, por ejemplo, en tomar el sol, que nos encanta y lo necesitamos, por prescripción médica, para sintentizar bien la vitamina D.

Otro tema en el que ahorramos mucho tiempo es en la rehabilitación de Any. Tras probar varias terapias, fisioterapeutas, sistemas, etc. nos encanta poder obtener los máximos resultados haciendo terapia en casa. Nos ahorramos mucho tiempo y dinero al evitar desplazamientos continuos, micropagos continuos, esperas, etc. Yo misma tras la formación técnica adecuada le puedo dedicar las horas que quiera a la rehabilitación. Y al mismo tiempo puedo estar con Any compartiendo momentos muy especiales de amor, relajación y aplicación de la técnica, con buenísimos resultados. Al final nos sale mucho más barato y ahorramos un montón de tiempo de esperas, desplazamientos y sesiones, que lo utilizamos por ejemplo para leer, estudiar, jugar y escribir mientras hacemos la terapia en el hogar.

Las tareas rutinarias las solemos hacer en muy poco tiempo, concentradas en lo que hacemos y así acabamos lo antes posible, por ejemplo las tareas de limpieza de la casa. En poco tiempo trabajamos duro y acabamos pronto.

El orden es también muy importante a la hora de ahorrarnos infinidad de horas al año. No nos gusta perder tiempo en encontrar algo. Así que somos felices en nuestro personal orden “antirobo de tiempo”.

Hemos sido capaces de estirar al máximo nuestras horas de placer y reducir al mínimo nuestras horas de “tener que…” hasta casi eliminarlas. Entre otras cosas porque hacemos a diario lo que más nos gusta, y más que un trabajo es cumplir nuestros sueños.

El tiempo es un bien tan valioso, que no estamos dispuestas a gastarlo en cosas que no nos gustan. Tener tiempo y poder decidir lo que queremos hacer con él es parte importante de nuestra felicidad, paz, armonía y libertad.

Nos encanta pasar tiempo juntas y compartir pensamientos, aprendizajes, sensaciones, resultados, disfrutando del estilo de vida que hemos elegido.

#anayany
#vidafeliz
#tiempolibre

EDUCAR DESDE EL AMOR


La Educación es parte de nuestras vidas y el amor para nosotras es el ingrediente principal en todo lo que hacemos, también en los procesos de aprendizaje.

Aprender nos produce alegría y placer y forma parte de nuestro día a día. Aprendemos de todo y de todos, a veces como afrontar emocionalmente diferentes situaciones y otras veces conocimientos, destrezas, culturas…

Pero para aprender no solo tienen que acomodarse a nuestros conocimientos previos los nuevos para que se produzca un avance, para nosotras tiene que ser un acto de amor recíproco entre el aprendiz y el maestro o de autorealización en el caso del aprendizaje autónomo.

Una inquietud que tenemos clara como padres es no confundir Educar con Instruir. La familia Educa. El Sistema Educativo, por lo general, y según está planteado, Instruye.

Creemos que si no hay amor en el proceso, entonces se trata de pura Instrucción, no Educación.

Nuestro objetivo como padres siempre ha sido ayudar a que nuestra hija descubra el amor por las cosas (la naturaleza, la lectura, las inversiones…) y al mismo tiempo adquiera los valores que le permitan ser una persona feliz y ayudar a los demás. Por eso siempre hemos considerado que somos nosotros los que tenemos que intervenir y ayudarla cuando lo necesite para lograrlo.

La adquisición pura de conocimientos siempre ha sido voluntaria por parte de Any mediante el autoaprendizaje de conocimientos: filosóficos, científicos, financieros, geográficos, históricos, etc. Le encanta alimentar su mente metódicamente. Le cuesta un esfuerzo como a todos, indispensable por otra parte para poder asimilarlo, pero tiene la inquietud natural de cualquier niño por descubrir cosas nuevas y a la vez una emoción sin fin por saber, con lo cual se perpetúan sus ganas de aprender.

Además de aprender desde el amor, lo segundo más importante que nosotros le hemos intentado trasmitir a Any es la disciplina. No como sinónimo de castigo sino como marco de independencia y responsabilidad.

Creemos que los padres tenemos que acompañar el proceso educativo de nuestros hijos en cuestiones que no forman parte de un currículum, sino del desarrollo integral del ser humano: Educación cognitiva, emocional, espiritual, sexual, corporal, salutogénica, etc. Y por otra parte hacer que su Formación Reglada Obligatoria vibre pedagógicamente con los valores de nuestra familia.

Todos queremos que nuestros hijos tengan la mejor Educación, pero sin amor y disciplina no creemos que se pueda alcanzar la esencia de todo aprendizaje, que no es otra que la transformación.

Ya lo decía Santa Teresa de Calcuta, la diferencia no está en lo que hacemos sino en el Amor que ponemos en lo que hacemos. Es por ello que creemos que una buena Educación, que no Instrucción, necesita de algo que no se puede comprar con el dinero: Amor.

Démosles a nuestros hijos las herramientas y el ejemplo para pensar y descubrir por si mismos el mundo, y su naturaleza hará el resto.

#anayany
#neuroeducación
#antifragilidad

HASTA EN LOS MÁS BELLOS JARDINES SE ENCUENTRA MIERDA


Somos muy diferentes: razas, religiones, culturas, etc.; pero nos unen más cosas de las que nos separan. Todos queremos ser felices, disfrutar de la vida, pero también todos tenemos familiares con alguna enfermedad o discapacidad, o nosotros mismos tenemos problemas de alguna índole…Así que todos amamos y sufrimos por igual. Lo que nos diferencia es como nos tomamos las cosas y si sabemos pedir ayuda.

La depresión es la principal enfermedad en todo el mundo sobrepasando el cáncer, enfermedades cardíacas, etc. y eso a pesar de estar tan de moda el positivismo.

Muchas personas viven en el pesimismo e intentan meditar obsesivamente sobre sus sentimientos; otras no pueden parar el “run-run” de sus cabezas; otras están obcecadas con tener razón, o adoran ser victimizadas. En el otro extremo están los que se unen a la moda positivista e intentan embotellar sus emociones para que no se vean, cero dramas, o empujarlas a un lado y permitirse sólo aquellas emociones consideradas socialmente legítimas: las positivas.

La salutogénesis y la antifragilidad sin embargo se encuentran en el término medio. Aprendamos a ser neutros. Ni uno ni lo otro. Tenemos derecho a ser felices en la vida y a enfadarnos cuando sea, tener una vida plácida y derrumbarnos si no podemos más, reírnos cada tarde con nuestros hijos, y llorar por las noches por las dificultades del día.

Este es el verdadero camino donde debe de primar la felicidad y la prosperidad del ser humano actual. No existe una meta idílica en el que digamos “hemos llegado” sino que todo es camino. Somos reales y estamos vivas, así que aunque nuestro concepto y elección es SER FELICES, sabemos que vivir en si mismo implica enfrentarnos a realidades adversas en las que nos vemos obligadas a aparcar la general felicidad que nos rodea.

No hay biografía sin heridas.La mayoría de las veces descubrimos la felicidad tras un duro golpe y entonces empezamos a CAMINAR, aunque sea poco a poco, y a entender que el camino es la verdadera felicidad. Cuando entendemos realmente esto, es cuando comenzamos a desarrollar habilidades profundas para ayudarnos a lidiar con el mundo tal como es, no como deseamos que sea.

Lo que pasa es que como vivimos en una cultura rígida que valora la positividad inmediata,una situación que refleja muy poco la vida real, no es habitual en la sociedad apreciar el valor de quien tiene la agilidad emocional para crecer y mejorar poco a poco disfrutando del camino.

Las emociones difíciles también forman parte de nuestra vida y no podemos negarlas para abrazar el positivismo de moda. En ese camino nosotras hemos aprendido lo que es SER FELICES a pesar de las circunstancias, pero respetando nuestro derecho humano a flaquear, caer y volver a levantarnos. No todos los días son de color rosa, aunque tenemos que trabajar para que sea el color predominante.

La forma en que cada uno elige como lidiar con estos momentos duros está en nuestro interior y se refleja en nuestros actos y pensamientos diarios. Cada aspecto de cómo amamos, cómo vivimos, cómo somos o cómo planificamos nuestro futuro, marca nuestro triunfo de la felicidad sobre el resto de emociones.

Ser felices es una forma de vida que podemos elegir pero eso no significa que no podamos tener las emociones negativas que forman parte de la condición humana.

#anayany
#salutogenesis
#antifragilidad

¡QUÉ TENDRÁ EN LA CABEZA LA JUVENTUD DE HOY EN DÍA!!


Tras un fin de semana abrumador por las palabras de un chico que por primera vez era nominado y premiado como Mejor Actor Revelación en los Goya, Jesús Vidal, todo seguirá igual… ¿o no?

Nosotras esperamos que todo no sea igual porque ALGUIEN, Jesús Vidal, nos ha dado una lección de vida impresionante:

Alguien que se acerca desde la humildad más absoluta a recoger y agradecer su premio y habla desde el corazón, que es desde donde habla el ser humano.

Alguien que nos remueve lo más hondo desde las primeras palabras «Ustedes han distinguido a un actor con discapacidad, no saben lo que han hecho» con un alegato a gritos, pero dicho muy sutilmente por la consabida repercusión mediática.

Alguien que ha conseguido que tres palabras resuenen en las cabezas de toda España este domingo «Inclusión, diversidad y visibilidad».

Alguien que luce en su solapa el pin que simboliza los 17 objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030 de la ONU. Grande, muy Grande.

Alguien que termina su discurso diciendo las últimas palabras que se pueden decir porque después no cabe decir nada: «A mi si me gustaría tener un hijo como yo porque tengo unos padres como vosotros».

Alguien que siendo Filólogo de formación y con un máster de Periodismo en la Agencia Efe, ha decidido dedicar su vida a su pasión: actuar.

Alguien que ha sabido interpretar magistralmente el papel de una persona con discapacidad intelectual en el film de Fesser.

Alguien fresco, joven, inesperado, comprometido, talentoso, profesional, etc.

Alguien que habla desde el corazón, que comparte el amor a su familia y con sus compañeros, que le da una patada a los juicios desde un escenario enorme, que representa a todos aquellos que no tienen voz por una u otra razón.

Alguien que se merece hoy, mañana y siempre nuestro respeto y admiración por su trabajo, por sus palabras y con la esperanza de que muchas personas se den cuenta de que Jesús Vidal representa a miles de personas en el Mundo a las que no nos define nuestra condición sino nuestro corazón.

Alguien como Jesús Vidal representa para nosotras los valores de la sociedad del siglo XXI.

Gracias Jesús.

#anayany
#vidafeliz
#jesusvidal

TODOS SOMOS IGUALES

Vivimos en una sociedad en la que, por increíble que parezca, no han desaparecido la discriminación, la xenofobia y otras formas de intolerancia.

El miedo, el temor a lo diferente, el temor del uno al otro, el miedo a la pérdida de la seguridad personal está detrás de esta lacra social. El miedo humano es en sí mismo imposible de erradicar, pero estamos convencidas de que sus consecuencias sí pueden cambiar si crecemos de espíritu.

Todos los seres humanos constituimos una sola familia.

La diversidad de condiciones, razas y culturas nos lleva al enriquecimiento mutuo. Esta diversidad debe de ser tomada como un don en vez de como una fuente de menosprecio y conflicto, de exclusión, discriminación e intolerancia.

Garanticemos entre todos el completo reconocimiento de la dignidad y la igualdad o equidad, y el pleno respeto de los derechos humanos.

Busquemos esa conversión de la mente y del corazón.

Lo que nosotras anhelamos para todo hombre, mujer y niño es una existencia en la cual las características individuales y los derechos personales queden salvaguardados por la solidaridad de nuestra pertenencia a esa sola familia que constituye la humanidad.

Trabajemos por un Mundo de Personas Arcoiris.

#anayany
#tolerancia
#arcoiris

EL AMOR POR NUESTROS HIJOS

“Cada momento que paso sin las personas a las que amo es un momento de tiempo perdido” R.R. Tolkien.

Nos despertamos todos los días para acompañarlos, amarlos y cubrirles todas sus necesidades. Los educamos a diario en valores como la tolerancia, el respeto, la libertad, el compañerismo… sin darnos cuenta de que nuestro ejemplo es realmente de lo que se impregna el corazón de nuestros hijos.

Seamos conscientes. Necesitan una atención sin prisas y esas tardes eternas de sonrisas que nunca terminan. Es maravilloso compartir con ellos y regalarles un pedacito de tiempo que les sepa a magia, a besos, a armonía, amor y sonrisas…

El ser humano tiene una necesidad natural por el “tiempo compartido”, con una cercanía tan necesaria como el propio alimento. De piel a piel. Donde a través del contacto físico se transmita mucho más que con las palabras. Tocarnos, acariciarnos, transferir nuestras energías, llegando hasta el alma. Una mirada, una caricia, una sensación, nuestro olor o nuestra voz calmada es el mejor regalo que a diario les podemos hacer a nuestros hijos.

Podemos crear una rutina, buscar actividades placenteras para ambos o en familia, donde nuestra cabeza solo esté pendiente de ser felices y disfrutar del momento. ¡Qué se pare el Mundo!

Nuestros hijos son lo primero de la lista y los lazos que unen todos nuestros sueños y esperanzas.

Pero aunque nuestros hijos sean nuestra prioridad esto no implica descuidarnos nosotros, padres y madres, como personas.

Ninguna prioridad puede ser bien atendida si nosotros mismos no aprendemos a cuidarnos también. Invertir en nuestro propio cuidado, en nuestro bienestar y en hacernos antifrágiles, es ocuparnos de nosotros para poder cuidarlos mucho mejor. Nuestro bienestar mental, espiritual y la satisfacción emocional confiere un colchón de felicidad, de equilibrio y seguridad para ellos.

Todos los niños entienden, perciben e intuyen muchas más cosas de las que nos podemos imaginar y por supuesto de las que nos pueden comunicar. La calidad y la autenticidad de los momentos compartidos con ellos marcará su crecimiento emocional y en parte su salutogénesis. No importa la edad o condición que tengan, detectarán el vínculo que nos une desde la atención y el amor en base a los momentos compartidos, a la cercanía, al consuelo, a las miradas, a las risas, al tono de las voces…

Any es nuestra prioridad, y no basta con que yo lo sepa o lo diga, ella lo debe notar a diario en mis actos, mis palabras, mi mirada y ante todo… en su corazón.

Acompañémoslos para que aprendan lo que es amar, escuchar, compartir, ayudar, ser felices… con nuestro ejemplo diario.

#anayany
#vidafeliz
#antifragilidad


CUIDADORAS

«El regalo más preciado que podemos dar a otros es nuestra presencia. Cuando nuestra atención plena abraza a los que amamos, florecen como flores’ Thich Nhat Hanh.

Todos podemos encontrarnos en nuestras vidas con un rol para el que en un principio nadie está preparado: cuidador o “necesitador” del cuidado.

Y aquí estamos las mujeres del siglo XXI, que elegimos trabajar o no fuera de casa, muy activas e inquietas a la hora de ayudar a los demás, que nos sentimos bien y seguras de nosotras mismas, con mucha energía y con una sabiduría de la vida que nos permite afrontar las cosas con fuerza y que aceptamos, además, el rol de ayudar a nuestros seres queridos acompañándolos en su camino.

Solas, en pareja, con más o menos ingresos y formación… como colectivo, presentamos unos rasgos que no están pasando desapercibidos ni en nuestro entorno ni para los médicos, rehabilitadores u otros profesionales que interactúan con nosotras. Somos las últimas responsables de los cuidados de nuestros familiares.

Cada vez tenemos más peso para la industria, ávida de nichos de negocio: ortopedias, adaptaciones, salud, etc. Ya somos un grupo muy numeroso, grandes consumidoras de todo lo relacionado con la rehabilitación, la nutrición, el cuidado personal, etc., lo que crea oportunidades de negocio y nos da relevancia social. De ahí que ya nos tengan en cuenta como un grupo muy importante de consumo, apoyo a los profesionales de la salud, y nos consideren necesarias en la sociedad para el cuidado de parte de la población, tanto de nuestros familiares más jóvenes con necesidades de apoyo en la vida diaria como de nuestros mayores, que forman una población cada día más representativa.

Somos mujeres de hoy en día, valientes, lúcidas y comprometidas que rebosamos proyectos, energía y seguridad en nosotras mismas.

Con los años y el transcurrir de la vida hemos decidido mantener o no nuestro trabajo, pero hemos elegido cuidar siempre de nuestros hijos, hermanos, padres, etc. Tenemos también otras identidades: esposas, trabajadoras en casa, estudiantes, profesionales, entre otras, aunque dedicamos nuestra vida en su mayor parte a ser cuidadoras, haciéndonos cargo de nosotras mismas y de quienes más nos necesitan, desde el respeto, el conocimiento de quien aprende de la experiencia y, sobre todo, desde el amor infinito.

Por motivos políticos y económicos, todavía nos vemos obligadas a no tener descanso, formación o suficientes ayudas, sin embargo celebramos la plenitud de ser orgullosas cuidadoras de quienes nos necesitan para seguir adelante.

Afrontamos nuestra situación con la mirada de las mujeres del siglo XXI, mujeres que deseamos que los profesionales que tratan a nuestros familiares nos hablen de igual a igual, y lo más importante, los y nos respeten y traten con humanidad.

Somos personas que disfrutamos de lo que hacemos, pero somos conscientes de que necesitamos ayuda para mantener nuestra energía, salud y libertad. La ayuda de TODOS: familiares, profesionales, Estado…

Sabemos poco de todo y mucho de «mundología» porque tratamos con mucha gente en el entorno del cuidado familiar, hemos vivido muchas experiencias (tanto enriquecedoras como duras) y lo mismo hemos estado horas y horas en las salas de espera de un hospital que hemos ayudado a que nuestros hijos, por ejemplo, logren hitos que ni los profesionales se pueden creer.

Somos mujeres del siglo XXI y como tales desarrollamos nuestro crecimiento personal, profesional, emocional y espiritual. Tenemos una vida feliz con nuestras circunstancias y estamos llenas de ilusiones. Hemos tomado las riendas de nuestras vidas, sabemos pedir ayuda si la necesitamos y aprendemos todos lo días cosas nuevas mientras aplicamos nuestros cuidados desde el amor incondicional, la generosidad infinita y la esperanza de mejorar la vida de la familia.

Las circunstancias vitales de cada una de nosotras es diferente a todos los niveles (económico, social, etcétera) pero lo que nos une es más fuerte que lo que nos diferencia. El AMOR. Sabemos lo que es darlo todo a cambio de nuestra mejor recompensa, una sonrisa.

No somos ni maestras, ni enfermeras, ni fisioterapeutas, ni logopedas, ni nutricionistas… aunque ejercemos de todo ello a diario. Somos las mejores alumnas de las formaciones que nosotras mismas nos pagamos o simplemente seguimos adelante sin ayuda a base de ensayo-error. Somos grandes investigadoras buscando lo mejor para la vida de las personas que tenemos a nuestro cargo, y aprendemos rápido a buscar soluciones a los problemas que nos surgen por el camino.

Esta es la vida y lucha de muchas mujeres que hemos decidido cuidar a nuestros seres queridos.

Solo espero que la próxima vez que alguien se cruce con nosotras (conocidos, familiares, profesionales, personal de la administración, etc.) vean a las mujeres que somos: bellas por dentro y por fuera, formadas, capacitadas, en continuo crecimiento y orgullosas de nosotras mismas y de nuestras familias.

Lo que si hemos aprendido desde el primer día de ocupar el rol de cuidadoras es que, aunque sea muy duro, hoy será otro día para disfrutar de la compañía de los seres que más nos quieren y a los que más queremos en la vida. GRACIAS.

#anayany
#mamaespecialecologica
#amorinfinito
#vidafeliz
#antifragilidad
#familia

LA EUDAIMONIA

“La felicidad no es algo confeccionado, viene de sus propias acciones” Dalai Lama.

No todos percibimos la felicidad de la misma forma. Mientras para unos es la obtención de placer, cosas materiales o recibir reconocimientos, para otros ser feliz radica en el aumento del conocimiento intelectual, el amor, compartir… o miles de combinaciones entre ambas opciones.

Para nosotras tener una vida en paz, con aprendizaje diario y toma de acción en temas como el cuidado de nuestra salud, forma parte de nuestra felicidad. Acciones vinculadas con la antifragilidad, ayudar a los demás, la ecología y la infancia nos conducen a una vida feliz. A esto subyace un actuar desde el amor incondicional, conseguir la auto-realización y practicar la compasión.

Por supuesto, todo esto, nos está llevando un tiempo… seguimos en el camino.

Hemos aprendido a vivir desde la neutralidad, respetando a los demás y respetando la búsqueda de la felicidad individual de cada uno, sin vernos afectadas por las decisiones ajenas ni perjudicar a los demás con nuestras acciones, ya que la felicidad está vinculada con el fin que cada uno busca, por lo que depende de cada persona y varía mucho.

Respetamos profundamente el camino individual de cada persona hacia su felicidad.

Actuar con amor también nos hace ser felices. Nosotras sabemos que cuando vivimos desde el amor y lo hacemos por el bien común, se equilibran la vida, las vibras y los resultados.

Vivir una vida frugal también es un tipo de felicidad que nos gusta, basada en una vida sin miserias ni opulencias, desde la salutogénesis y de aprendizaje continuo.

Nuestra felicidad es el conjunto de todo y la recompensa de un largo camino por todos estos temas que aprendemos, interiorizamos y aplicamos siguiendo la maestría de quienes tienen experiencias y resultados fantásticos en estos campos, de personas de carne y hueso que nos han enseñado desde el amor cómo han logrado ellos sus resultados demostrables.

Ser feliz no es tener una vida perfecta ni de ensueño. Somos conscientes de que los problemas forman parte de la vida, pero que cuando los afrontamos con nobleza y grandeza desde el alma, pueden no interferir o dominar una vida maravillosa y feliz con nuestras las circunstancias.

Según nuestra experiencia la felicidad viene de vivir de acuerdo con el sentir del corazón, el amor incondicional y la búsqueda de la paz interior, para encontrarse a uno mismo, sentirse completo y autosuficiente.

Es lograr la eudaimonía, que no es más que la auto-realización y llevar al máximo las propias capacidades, desde el respeto al prójimo.

El camino es largo, pero la felicidad ya nos acompaña en cada uno de nuestros pasos.

#anayany
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#salutogenesis
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EXPERIENCIAS


“Hay alguien tan inteligente que aprende de la experiencia de los demás”. Voltaire.

Es verdad que aprendemos de nuestra experiencia, siendo el grado de aprendizaje proporcional, no al tiempo sino a la propia experiencia, al contexto en el que se ha desarrollado, a lo implicado que hayamos estado, a nuestra capacidad de observación, de escucha y a la capacidad de analizar nuestros propios errores.

Pero pensar que siempre se tiene la razón, o que nuestra opinión pesa más que ninguna, lo único que hace es limitarnos.

Más sabio es el que aprende de los errores de los demás que el que necesita cometer los mismos errores para experimentarlo por sí mismo.

No solo hay que aprender de las cosas que vivimos, sino que es mejor incluso aprender de las cosas que experimentan los demás (de las que salen bien y también de las que salen mal).

Todos aportamos a todos, lo único que hay que hacer es darnos la oportunidad y no cerrarnos en prejuicios de si tienen más o menos experiencia, de si creemos tener de base más conocimiento, de si la formación ha sido una u otra o si se encuentran o no dentro de nuestro círculo de confianza.

Alguien que ya ha recorrido el camino (y encontró atajos, otros caminos, o hasta callejones sin salida) nos puede contar lo que experimentó, cómo fue el viaje, pensamientos, y recorridos.

Así nosotras viajamos más fácil y rápido hasta ese punto, para empezar a generar nuevos caminos a partir de ahí.

Nos encanta aprender de la experiencia personal de los demás. Personas que comparten nuestra situación vital o no, pero tienen más información, datos que nos ayudan a crecer, etc.

Agradecemos la generosidad de todas aquellas personas que en algún momento pensaron en compartir con nosotras o con el Mundo sus vidas porque gracias a ellas nosotras hemos llegado hasta aquí.

Hoy en día a través de internet podemos acelerar muchísimo los procesos.

Aprovechemos la ventana al Mundo que nos da la tecnología para evitar cometer errores comunes y para incrementar nuestra experiencia a través del ejemplo de los demás.

Solo necesitamos querer y saber escuchar, nos llevaremos gratis un montón de regalos.

#anayany
#vidafeliz
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HABLAR Y ESCUCHAR

“Se necesitan dos años para aprender a hablar y sesenta para aprender a callar”. Ernest Hemingway

Tan importante es saber hablar como saber escuchar y callar en ocasiones.

Hablar con conocimiento, de lo que se sabe, hablar cuando se debe, contar hasta diez antes de hablar cuando estemos irascibles, hablar con sinceridad, con educación y respeto, hablar con el corazón y con razonamiento. Hablar para que nos escuchen, hablar para desahogarse, hablar para que nos entiendan, hablar para ayudar. Hablar para agradecer, hablar para valorar a las personas.

No privemos a nadie de la palabra porque estamos coartando su libertad. Hablando se entiende la gente, cerrando el vehículo de comunicación solo aumentamos los problemas.

Las palabras son un arma poderosa, según el tono, la forma con que se digan, en el momento que se digan, pueden motivarnos y ayudarnos, o todo lo contrario.

Orador viene de oración, orar. Quién habla bien invita al otro a orar, a conectarse consigo mismo, a escuchar también su propia voz. De ahí la importancia de saber hablar. Pero para ello, antes es esencial saber escuchar. Escuchar para saber hablar y llegar al alma.

A toda persona que habla le gusta ser escuchada. Pero escuchar es un arte. No todas las personas saben escuchar. Si escuchamos nos enriquecemos, podemos aportar cosas a la conversación, podemos ayudar a quien escuchamos y a la vez nos ayudarán a nosotras. Todos aprendemos de todos y cada uno de nosotros nos encargaremos de incorporarlo de manera adecuada a nuestra vida.

No es lo mismo oír que escuchar. Si oímos estamos pensando a la vez en nuestras cosas y si escuchamos estamos pensando en lo que nos transmiten. Es muy importante, que haya generosidad por ambas partes. Que el locutor aprenda a callar para no aburrir al que escucha, y que el que escucha esté atento, sino la comunicación es defectuosa.

Si escuchamos sabremos hablar y callar. Observemos, escuchemos y hablemos con propiedad y seguridad. También es importante que nos callemos a tiempo (es una muestra de control y neutralidad).

Nos enseñan a leer y a escribir, pero no se nos enseña a escuchar. Si en la vida no hay una habilidad en la escucha ni en el habla, la cosa se complica mucho.

El arte de la oratoria y el arte de la escucha activa son esenciales para cualquier comunicación correcta. Saber escuchar es una maestría. Y también lo es saber expresarnos. No son dones. Son habilidades que requieren una ejercitación constante, consciente y activa.

Escuchemos, hablemos con criterio y mejoremos en lo posible la comunicación con los demás. Así todos seremos mucho más felices.

#anayany
#amorinfinito
#vidafeliz
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