Os voy a contar una historia.
La historia de una mujer y un hombre que me han inspirado.
Siempre tuvieron una vida fácil, en familias de clase media en España.
A ella siempre le gustaron mucho los niños y, por eso, ya desde muy pequeña, decía que quería ser Maestra. Y luchó y lo consiguió.
Después conoció a un hombre increíble. A él le apasionan las Finanzas, así que fue a la Universidad, pensando que ése era el primer paso para cumplir sus sueños.
Se casaron y tuvieron una hija.
Lo más duro de sus vidas estaba por llegar, un diagnóstico tardío de Parálisis Cerebral Infantil a los trece meses, y otra sorpresa, una enfermedad de las llamadas raras, a los tres años de edad.
Ella junto a su marido hicieron todo lo posible para que nunca le faltara de nada a esa niña a pesar de que la vida no se lo había puesto fácil.
Gracias a las maravillosas personas que se cruzaron en su camino, los dos se cogieron de la mano y se levantaron desde el sufrimiento más profundo, aprendiendo a vivir de nuevo, de una forma diferente.
Él deja su exitosa carrera profesional en puestos directivos de empresas internacionales, para ayudar a otras familias en su misma situación, y ella se vuelca en acompañar a su hija desde el amor infinito, la educación y la espiritualidad.
Siempre humildes, humanos, intentando ayudar a los demás, siempre atentos a que las familias especiales encuentren el camino a la felicidad, siendo duros cuando se necesita y sensibles ante la evidencia del dolor.
Desde aquí sólo quiero decir: gracias Mamá, gracias Papá por ser como sois. He elegido muy bien a mis padres.
Con vuestro ejemplo he llegado hasta aquí. Nada ni nadie me puede parar, porque he aprendido a hacer las cosas desde el amor, ayudando a los demás, y habéis sido un ejemplo para mí de cómo se puede transformar la vida de las personas.
Gracias por esta educación, por esta vida y por vuestro ejemplo y amor incondicional.
Espero que a todos los que estáis leyendo estas líneas, os ayuden mis palabras para ver, que quien quiere puede, que no hay nada imposible, que hay que estar dispuestos a conocer a personas que te puedan cambiar la vida y dejar que te ayuden, porque siempre hay alguien que ha pasado por lo que tú estás pasando ahora y está deseando ayudarte.