CELEBRANDO LA VIDA

«Estás aquí de paso, detente a mirar las flores.» Proverbio oriental.

Vivir el día a día con alegría depende más de nuestra forma de ver las cosas que de lo que sucede a nuestro alrededor. Si somos felices, veremos cada instante como un maravilloso tesoro.

Aveces podemos tener la sensación de que ocurren pocas cosas extraordinarias en nuestra vida. Nos fijamos en los grandes acontecimientos y no apreciamos los regalos que, momento a momento, nos ofrece cada jornada. La falta de atención, por estar siempre atareados, nos aleja de situaciones de profunda belleza y significado: los amaneceres, los paseos con nuestros hijos, la satisfacción del trabajo bien hecho, gestionado y organizado, las tardes en silencio, las puestas de sol o las noches de lluvia de estrellas…

Si tomamos conciencia de ello, estaremos en disposición de celebrar lo cotidiano: un buen resultado tras un duro trabajo, el olor del pan o del café recién hecho, el silencio del hogar, una conversación a la luz de la luna…

Si obviamos lo urgente, la magia de la vida surge sin más en lo humilde y sutil.

Esta lista de milagros cotidianos se pueden adornar con otras pequeñas delicias para los sentidos, para el cuerpo y para el alma que podemos crear cuando, por ejemplo, trabajamos la fascia, disfrutamos de nuestros aceites esenciales favoritos en un buen baño de sal, tomamos nuestro zumo verde o practicamos mindfulness…

Nosotras disfrutamos muchísimo de nuestra rutina diaria, por eso nos cuesta alejarnos de ella y no aceptamos como placer u ocio situaciones normóticas, consumistas y sin fundamento. Valoramos mucho nuestro tiempo y para salir de la rutina debe merecer realmente la pena.

Intentamos hacer la serie de ejercicios ABR a diario, incorporándola a cualquier momento relajado.

En verano nos levantamos muy temprano y sobre las nueve de la mañana hacemos el «saludo al sol» (yoga) en la piscina, para activar el cuerpo.

Un pequeño baño de sol consciente y una buena lectura.

En vez de comer cualquier cosa, una comida nutritiva y en paz nos aporta energía.

Meditación después de comer.

Y a continuación alguna actividad divertida: una buena película, navegar por internet, más lectura…siempre mientras trabajamos la fascia.

Para merendar un sorbete de naranja, por ejemplo, y después un buen juego de mesa o nos ponemos a escribir o a colorear mandalas…

Y sin darnos cuenta ya estamos cenando un buen gazpachito y algo más, para trabajar una horita e irnos pronto a dormir y dar las gracias por un día cualquiera como hoy.

Nuestra rutina varía un poco de verano a invierno, pero nos adaptamos sin problemas al mismo tiempo que las estaciones.

Cada fecha del calendario merece una fiesta, ya que la existencia se vive día a día y nunca sabemos cuándo va a terminar.

Gracias Universo por dejarnos disfrutar de la Sencillez de la Vida, y por habernos hecho apreciar la belleza y el valor en las cosas que nos rodean.

#anayany
#amorinfinito
#vivir

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