DEUDA BUENA, DEUDA MALA.

“Algunas deuda son malas- decía mi padre rico. Pero algunas deudas son buenas también- añadió. Para mi padre rico, tomar deuda sólo en casos de emergencia era la peor deuda de todas. Él creía que tomar deuda en casos de emergencia era señal de una inteligencia financiera pobre.” R.T. Kiyosaki.

Revisemos algunos conceptos:

  • Deuda Buena: la que sirve para comprar activos (que ponen dinero en nuestro bolsillo).
  • Deuda Mala: la que usamos para comprar pasivos, consumir y gastar (que saca dinero de nuestro bolsillo)

Veámoslo con algunos ejemplos.

La mayoría de nosotros tenemos una hipoteca en nuestra vivienda habitual, da igual que sea a tipo fijo o variable, a 20 o 35 años,… al final lo que sucede es que debemos dinero al banco. Pagamos intereses al banco. La deuda hipotecaria de nuestra vivienda habitual es una DEUDA MALA, ya que la casa donde vivimos no pone dinero en nuestro bolsillo, sino que lo saca. Y como siempre nos han dicho que “alquilar es tirar el dinero” es un “mantra” que repetimos sin pensar y que nuestra familia se encarga de recordarnos a diario desde que nos emancipamos: “A ver si te compras ya una casa, que estás tirando el dinero”. Así que vemos como positivo y normal comprarnos nuestra vivienda habitual con DEUDA MALA.

Otro ejemplo. Una hipoteca para comprar una segunda residencia en la playa. Un conocido, no lejos de su jubilación, estaba atrapado en un trabajo que odiaba porque en pleno boom inmobiliario había tenido que hipotecarse para comprar una vivienda en la playa para pasar las vacaciones (realmente solo 2 – 3 semanas al año). Hagamos números: intereses, costes de tener la casa (luz, agua, impuestos, comunidad,…) Podría pagarse 2 semanas en un Hotel de lujo, cada año, por mucho menos de lo que le supone esa segunda residencia y encima podría dormir bien por las noches, todas las noches, sin el stress que le causa la necesidad de “cumplir al 100%” con una DEUDA MALA y teniendo que seguir en su trabajo solo para poder pagar esa hipoteca. 

Otro caso sangrante, el coche: el seguro, el IVTM (la viñeta), la zona azul, las revisiones, el cambio de aceite, la gasolina, el tener una plaza de garaje… Nosotras tenemos coche, pero no queremos tenerlo, aunque nos resulta imprescindible por el tema de la discapacidad, transportar la scooter de Any y vivir en un pueblo. Pero adquirimos el coche que nos hace el servicio y que nos podíamos permitir, eliminando endeudarnos para no tener DEUDA MALA.

Pasemos ahora a algunos ejemplos de DEUDA BUENA. 

Si compramos un piso que ponemos en alquiler, utilizando un préstamo personal o una hipoteca, y si el inquilino paga una cantidad suficiente para cubrir el pago de la hipoteca y el resto de gastos (comunidad, seguros…) y nos queda una pequeña ganancia, osea genera cash-flow positivo, habremos comprado un activo con deuda, por lo que… ES DEUDA BUENA.

Este es el caso que propone principalmente Robert Kiyosaki en sus series de libros «Padre Rico».

Otro ejemplo, iniciar un negocio o ampliar o mejorar uno existente. Imaginemos que somos escritores y necesitamos un nuevo equipo informático. No lo vamos a usar para jugar al Fornite, sino para ayudarnos a generar nuevos o mayores ingresos. Si necesitamos ese nuevo equipo y nos endeudamos para poder comprarlo, eso es DEUDA BUENA.

También es posible endeudarse para invertir en productos financieros DE RIESGO, activos en papel como los llama Robert Kiyosaki, como la Bolsa de Valores o las emisiones de deuda corporativas, o bien para comprar criptomonedas. Si bien pueden generar un flujo de caja positivo (vía dividendos), normalmente solo se realizan ganancias cuando vendemos, por lo que hay que conocer muy bien el tipo de inversión y estar en situación de poder hacer frente a los pagos de la deuda si existen bajadas en el mercado. En términos generales, no es recomendable adquirir deuda para invertir en los mercados financieros o en criptomonedas. Eduquémonos antes de tomar cualquier decisión de inversión, y más aún si supone un gran RIESGO.

Sigamos las enseñanzas basadas en experiencias reales que nos da Robert Kiyosaki con su “Págate a ti primero”: apartemos cada mes un 10 a 20% de nuestro total de ingresos y utilicémoslo para invertir, para comprar Activos.

Pero antes de endeudarnos para invertir estudiemos para saber si estamos adquiriendo un Activo o un Pasivo (si pone o quita dinero de nuestro bolsillo) para saber si vamos a tener deuda buena o deuda mala.

A estas alturas está de más recomendar la lectura de los libros de Robert Kiyosaki o, por ejemplo ”El Hombre más rico de Babilonia”, ya sabéis que son nuestros favoritos en Educación Financiera.

#anayany

#amorinfinito

#vidafeliz

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