“Cada momento es especial para quien tiene la visión de reconocerlo como tal”. Henry Millaer.
Este año hemos creado, sin pensarlo, una celebración maravillosa de cumpleaños. De Any vital y mío como Madre.
Las dos celebramos con mucha ilusión, juntas como siempre, una fecha marcada en el firmamento: 23-01-2004-12 cero, cero y escrita a fuego en nuestro corazón: nuestro carnal primer encuentro.
Las dos nos habíamos deseado mutuamente y cuando quisiste, Any, saltaste hacia una vida en la Tierra, aunque nunca pusiste los pies en ella. Aún hoy sigues más cerca de las estrellas.
Como buena acuariana te resististe a lo “normal” (ese día a encarnarse), pero mi corazón acabó conmoviendo a su razón y nos encontramos en quirófano.
Aunque llevábamos juntas mucho tiempo atrás, más tú que yo, por fin estábamos piel con piel y nada nos separaría desde aquel día. Desde ese momento nuestras conversaciones ya eran audibles para todos, aunque nos conocíamos tan bien ya que discutimos desde el primer día, por tu cabezonería de mantenerte despierta en horas intempestivas. La confianza era y es tanta que no necesitábamos las palabras para entendernos pero las dos, con carácter, discutimos por nuestros deseos.
Pasaron los meses y nos agitábamos continuamente, ignorantes todavía de que el movimiento propio tardaría bastante. Fueron años de calmar las dificultades respiratorias de forma instintiva guiada por tus llantos, mientras nos sumimos en un caos emocional rodeadas de expertos de antaño.
Pero pudo más el instinto que la razón y como un solo corazón resurgimos cual Ave Fénix, solo con una misión: ser felices con nuestras circunstancias y gritar que sí se puede, que la vida ya estaba ganada y solo nos quedaba disfrutarla.
Y en eso andamos hoy, mañana y siempre, enamorándonos de los nuevos amaneceres que nos dan la oportunidad de tocarnos, abrazarnos y besarnos, le pese a quien le pese, y que nos muestran que se puede ser feliz más allá de la mente de quien piensa que ser diferente limita el Amor, la Paz y la Felicidad. Ya está bien de lamentarse ¡qué triunfe el divergente!
Ayer celebramos al amanecer el estar juntas desde hace 17, y nos tocamos como el primer día y como siempre. Y nos besamos, cantamos, bailamos y hablamos durante horas, sin pensar ni desear más que poder celebrar cada día, desde el amor infinito, nuestra unión. Que bonito ser felices con tan poco y tanto a la vez. Convertir un Concierto en la red en un regalo y un libro en una tradición ¡Y que compartiera César Brandon tanta ilusión! Y comernos una hamburguesa en vez de la cabeza, eso sí ecológica y con lechuga, Que bonito ha sido regalarnos mutuamente la Paz y disfrutarla a nuestra manera, juntas pero libres y sempiternas.
Ayer fue un día sencillo pero que nunca olvidaremos porque estuvo repleto de armonía, equilibrio y amor.
Gracias a todos los que os habéis unido a nuestra fiesta de corazón.
Ahora nos queda disfrutar del resto de la vida, ni más, ni menos.
Aprendizaje: El Amor surge al unir almas que vibran al son de una misma ilusión, VIVIR.
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