“El amor llena lo que el orden rodea. El amor es el agua, el orden el botijo. El orden une, el amor fluye. El orden y el amor actúan juntos”. Bert Hellinger.
Muchas personas entienden el orden como colocar un objeto en el sitio donde siempre ha estado, junto a otros similares por alguna razón. Otras, entienden el orden como disciplina. Una cosa tras otra, constantemente, y para toda la vida.
Nosotras, en cambio, entendemos el orden como una de las cuatro fuerzas del amor; uno de los cuatro órdenes que el amor necesita ver cumplidos para convertirse en AMOR.
El orden está relacionado con las otras tres fuerzas: la aceptación, la inclusión y el equilibrio.
Para que el orden se respete, debemos tener en cuenta que cada uno tenemos una posición en esta vida y que esa posición solo varía según vamos creciendo y asumiendo nuevos roles dentro de los sistemas familiares (por ejemplo, cuando pasamos de ser hijos de nuestros padres a padres de nuestros hijos).
Para que el amor pueda manifestarse, debemos respetar la ley del orden y darnos cuenta de nuestro lugar en este mundo, respetarlo y fluir con la vida.
Aprendizaje: Aceptamos el orden de las cosas y hacemos nuestra parte para crear una vida feliz.
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