Por Any Pascual
Lo bello no tiene porque estar en las cosas materiales ni en aquellos actos pomposos que en la sociedad consideramos una muestra de belleza.
Lo bonito, si ves con los ojos del alma, en realidad está en aquellas cosas que no solemos valorar.
En la distribución de las nubes, en la incidencia de los rayos del sol, o en un arcoíris tras la lluvia…
Y también en aquellos actos cotidianos que demuestran la bondad y la verdad que habitan en los corazones de las personas con las que nos relacionamos.