HASTA EN LOS MÁS BELLOS JARDINES SE ENCUENTRA MIERDA


Somos muy diferentes: razas, religiones, culturas, etc.; pero nos unen más cosas de las que nos separan. Todos queremos ser felices, disfrutar de la vida, pero también todos tenemos familiares con alguna enfermedad o discapacidad, o nosotros mismos tenemos problemas de alguna índole…Así que todos amamos y sufrimos por igual. Lo que nos diferencia es como nos tomamos las cosas y si sabemos pedir ayuda.

La depresión es la principal enfermedad en todo el mundo sobrepasando el cáncer, enfermedades cardíacas, etc. y eso a pesar de estar tan de moda el positivismo.

Muchas personas viven en el pesimismo e intentan meditar obsesivamente sobre sus sentimientos; otras no pueden parar el “run-run” de sus cabezas; otras están obcecadas con tener razón, o adoran ser victimizadas. En el otro extremo están los que se unen a la moda positivista e intentan embotellar sus emociones para que no se vean, cero dramas, o empujarlas a un lado y permitirse sólo aquellas emociones consideradas socialmente legítimas: las positivas.

La salutogénesis y la antifragilidad sin embargo se encuentran en el término medio. Aprendamos a ser neutros. Ni uno ni lo otro. Tenemos derecho a ser felices en la vida y a enfadarnos cuando sea, tener una vida plácida y derrumbarnos si no podemos más, reírnos cada tarde con nuestros hijos, y llorar por las noches por las dificultades del día.

Este es el verdadero camino donde debe de primar la felicidad y la prosperidad del ser humano actual. No existe una meta idílica en el que digamos “hemos llegado” sino que todo es camino. Somos reales y estamos vivas, así que aunque nuestro concepto y elección es SER FELICES, sabemos que vivir en si mismo implica enfrentarnos a realidades adversas en las que nos vemos obligadas a aparcar la general felicidad que nos rodea.

No hay biografía sin heridas.La mayoría de las veces descubrimos la felicidad tras un duro golpe y entonces empezamos a CAMINAR, aunque sea poco a poco, y a entender que el camino es la verdadera felicidad. Cuando entendemos realmente esto, es cuando comenzamos a desarrollar habilidades profundas para ayudarnos a lidiar con el mundo tal como es, no como deseamos que sea.

Lo que pasa es que como vivimos en una cultura rígida que valora la positividad inmediata,una situación que refleja muy poco la vida real, no es habitual en la sociedad apreciar el valor de quien tiene la agilidad emocional para crecer y mejorar poco a poco disfrutando del camino.

Las emociones difíciles también forman parte de nuestra vida y no podemos negarlas para abrazar el positivismo de moda. En ese camino nosotras hemos aprendido lo que es SER FELICES a pesar de las circunstancias, pero respetando nuestro derecho humano a flaquear, caer y volver a levantarnos. No todos los días son de color rosa, aunque tenemos que trabajar para que sea el color predominante.

La forma en que cada uno elige como lidiar con estos momentos duros está en nuestro interior y se refleja en nuestros actos y pensamientos diarios. Cada aspecto de cómo amamos, cómo vivimos, cómo somos o cómo planificamos nuestro futuro, marca nuestro triunfo de la felicidad sobre el resto de emociones.

Ser felices es una forma de vida que podemos elegir pero eso no significa que no podamos tener las emociones negativas que forman parte de la condición humana.

#anayany
#salutogenesis
#antifragilidad

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