Estamos en un momento de cambios muy interesantes que tienen lugar estos días. Podemos aprovechar la luna llena y usar el cambio vibracional a nuestro favor para ayudar a producir algunos cambios positivos en nuestras vidas y en nuestras rutinas. Las lunas llenas representan un pico y siempre han estado asociadas con una sensación de mayor energía y vibración.
Aunque a partir del solsticio de invierno los días comienzan a alargarse (lo que marca el inicio del cambio del Yin al Yang), es la estación más Yin: la más fría y oscura.
El invierno es la estación en la que la energía de la naturaleza se retrae: las plantas parecen muertas, los animales hibernan; todo está en stand-by, esperando a renacer en primavera.
Los días oscuros y el frío nos llevan a quedarnos en casa, a descansar, a estar con la familia y a recordar. Es una estación orientada al descanso y a la reflexión.
Nuestra dieta también varía siendo más rica en proteínas y grasas, especialmente legumbres y productos del mar, que nos mantienen calientes y nutren el Riñón. Los cereales integrales cocidos a fuego suave durante largo tiempo nos darán calor y vitalidad. Las algas y otros productos marinos nos nutrirán de minerales y oligoelementos imprescindibles para el metabolismo. Gracias Dr. Pérez Calvo por enseñarnos como ajustar el cocinado y los alimentos a las circunstancias.
Pero no hay que perder de vista la moderación: lo que guardemos ahora en el cuerpo aflorará en Primavera con la explosión de Yang de la estación, y los excesos tradicionales navideños pasarán factura.
También estos días notamos que tenemos más sueño de lo normal, nuestro cuerpo está adaptándose a la estación. Es el momento de aprovechar para dormir y comenzar a soñar.
Aunque no olvidemos que tenemos que comenzar la preparación de las semillas que brotarán en la próxima primavera.
¡Felices sueños invernales!