Ahora que está tan de moda lo de sacar “el niño interior”, ¿por qué no empezar por entender que debemos dejar que nuestros hijos se realicen desde pequeños como Personas Plenas?
Vivimos en una sociedad llena de estrés y por desgracia los niños entran a formar parte de ese círculo vicioso de prisas y competencia alentada y seleccionada por edad desde muy pequeños.
Por eso intentemos no coartarles su ilusión por la vida y entusiasmo por el saber. Seamos conscientes y acompañémoslos en su Desarrollo Pleno como personas.
No solo pensemos en la instrucción específica en materias curriculares para que de mayores sean valorados socialmente por su puesto de trabajo. Pensemos en que puedan desarrollar la actividad que a cada uno le entusiasme, y que sean la mejor versión de si mismos.
Además de estudiar el niño necesita relacionarse, es un ser social por naturaleza. Relacionarse en un ámbito amplio, poder conocer a TODOS y no solo quedarse restringido a una minúscula parte. En esas relaciones estará el mayor aprendizaje. Relacionarse con la naturaleza y en la sociedad, así encontrarán las mayores de las riquezas: compañía, aprendizaje continuo, felicidad y paz.
Sabrán avanzar en la vida con sentido y siendo capaces de superar los obstáculos que se les interpongan en la misma. Una vida con momentos buenos y malos, pero que entenderán siempre que merece la pena vivir de manera plena, donde vean que todos y cada uno de nosotros no somos espectadores, sino que somos los actores principales de una vida llena de variedad.
Rodeémoslos de un clima positivo y de confianza, aplicando el valor de la alegría y la compasión, así como la paciencia que se necesita para resistir cuando las cosas no nos salen como teníamos pensado.
Que puedan aprender a diario desde el juego libre, para que se hagan responsables; desde las artes, para que valoren la belleza; que sean conscientes de las inteligencias múltiples, sabiendo que todos aportamos al equipo ; y realizando actividades en la naturaleza, así la respetarán siempre, a la vez que utilizan la imaginación para fomentar la creatividad y la innovación. Esas son el tipo de asignaturas que debe dominar un niño. El conocimiento le llegará por añadidura, por la curiosidad por lo nuevo y por el aprendizaje experimental, innato al niño.
A partir de ahí nuestros hijos serán capaces de sacar todo su potencial individual para mejorar el Mundo.
Para nosotras la Educación Íntegra está compuesta por muchos factores que tienen que vibrar en la misma sintonía para que no exista una dicotomía. Busquemos esta simbiosis en la que nuestros hijos sean los grandes beneficiados.
¿Alguna vez te has preguntado por qué hay que llevar a los niños al colegio?
No es educación alternativa, es neuroeducación.
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