NACEMOS CON UN DON

“Tu talento determina lo que puedes hacer. Tu motivación determina cuánto estás dispuesto a hacer. Tu actitud determina qué tan bien lo haces”. Lou Holtz.

Tener un Don es una cualidad que todos poseemos y si lo aceptamos nos hará especialmente válidos, creativos, carismáticos, capaces de impactar en los demás, de hacer el bien con facilidad, etc. Un Don es eso que nos resulta fácil, que nos ocurre, que no sabemos por qué los demás no tienen y que sabemos que es “poderoso”.

Nuestro Don podemos verlo de forma muy precoz, espontánea y fácilmente, o no verlo nunca.

Muchas veces lo asociamos a nuestra vocación: músico, profesor, escultor, terapeuta, bailarina, etc. Aunque también puede haber dones muy distintos como una gran intuición en temas concretos, una empatía profunda, etc. Hay dones más cotidianos que no suelen crear problemas, pero hay dones más raros que nos pueden cambiar mucho la vida. Todos tenemos dones, pero para aprovecharlos lo que hay que tener claro es que somos simplemente un canal para ayudar a los demás.

Reconocerlos es cuestión de observar un poco, y saber que son una gracia y a la vez una responsabilidad, así haremos buen uso de ellos y seremos congruentes en nuestro camino. Si no los usamos, nos costará llegar a ser felices. Además si no los aprovechamos para el bien común pueden destruirnos. Pero un Don bien utilizado crea “magia”. Y normalmente cuanto más los utilizamos, más se desarrollan.

Démonos cuenta de que muchas veces en realidad el problema para no reconocerlo no es del Don ni de la persona. El problema es que no hay un entorno social que pueda acoger con normalidad ese Don.

Por ejemplo una persona muy sensitiva nacida en una cultura indígena probablemente se convertirá en chamán y será altamente valorada en la tribu. Esa misma persona nacida en occidente tiene muchas posibilidades de acabar siendo cuestionada al menos como rarita. El Don es el mismo, pero en un entorno la persona que lo posee recibe educación de qué es eso y cómo utilizarlo, y en el otro se le dice que eso está mal y no se le dan herramientas para controlarlo y usarlo. Esa falta de conocimiento puede desestabilizarnos muchísimo. Por miedo a lo desconocido, o a las consecuencias sociales, puede que intentemos negar un Don “raro”, y esto puede crearnos realmente mucho sufrimiento.

Solo encontraremos la paz interior encontrando alguna forma de ejercer nuestro Don de una manera útil, ayudando a los demás.

Podemos usarlos sin que se note, pasando desapercibidos. Por ejemplo, alguien muy intuitivo, puede pensar en maneras lógicas y racionales de explicar a su entorno lo que ha intuido y su posible desenlace, y por tanto hacer cosas a favor de que eso ocurra, o al revés. Su entorno simplemente pensará que es muy listo y no necesitará explicar más. Usar todos nuestros dones de forma discreta puede ser lo más inteligente en una sociedad tan materialista como la actual.

De hecho, si cada uno ejerciéramos con normalidad nuestros Dones, trabajáramos en algo relacionado con ellos y compartiéramos los frutos, la Tierra sería el Cielo, pues cada uno ocuparía su lugar en la Vida.

Yo desde bien pequeña sabía que quería enseñar de forma fácil y divertida. Quería ser Profesora. Con 8 años era aquella pequeña “Peter Pan” con una fila de pequeños “niños perdidos” detrás de mí para tener un momento de máxima felicidad. Yo sabía como hacer que aquellos niños rebeldes a los que reñían continuamente por hiperactivos fueran líderes del juego y se responsabilizaran de su posición, y se sintieran felices con su carácter y forma de estar. Sabía como abrazar a todos los niños que demandaban un amor que, por el motivo que fuera, no recibían en su entorno. Sabía como hacer felices a otros niños escuchando, aprendiendo y compartiendo emociones. Yo no era consciente de que significaba la palabra “emoción” en el sentido actual, pero sí lo era de la importancia que tenía en la vida de los niños. Desde que tengo uso de razón soy capaz de ver la otra cara de la moneda a nivel emocional. Sabía que podemos elegir como vivir, desde el sufrimiento o desde felicidad, y que todos podemos ser felices independientemente de nuestras circunstancias.

Así que me hice Maestra, pensando que yo podría ayudar a descubrir esos Dones en los demás desde pequeños. Por desgracia, el Sistema Educativo actual está muy lejos de estos conceptos y pronto me di cuenta de que si solo podía ejercer el trabajo de Maestra por un salario fijo a final de mes, sin poder ayudar a los niños, limitada por el Sistema, estaría yendo en contra de mi propio Don y de mi Felicidad. Así que me alejé de la enseñanza. En el Cole el desarrollo al máximo de todas las distintas capacidades no tiene cabida. Todos los niños son tratados, en el mejor de los casos, “iguales”, groso error. En la Equidad es donde está la verdadera igualdad, dándole a cada uno lo que necesita para ser la mejor versión de si mismo. Nada que ver con lo que pasa en las aulas generalmente.

A día de hoy creo que no traicionar mis sueños ni mis dones por un salario fue la mejor decisión de mi vida.

Descubramos nuestro Don y después trabajemos duro por conseguirlo para ser felices con nuestras circunstancias y ayudar a los demás.

#anayany
#amorinfinito
#vidafeliz

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