“El prejuicio es hijo de la ignorancia” William Hazlitt.
Utilicemos nuestra inteligencia básica para luchar contra la discriminación, valoremos lo qué es apropiado y rechacemos lo inapropiado.
Hay principios muy básicos que deben ser aplicados en nuestra vida diaria, tanto para relaciones personales como para interacciones sociales.
Superemos los problemas y cualquier sufrimiento por discriminación. No dejemos que nos afecte la opinión de otros o su actitud vital.
Cuando nos encontremos con algún tipo de discriminación por razones étnicas, de capacidad o de cualquier tipo, no debemos cuestionar nuestra situación, sino la del hablante.
La forma en la que hablamos refleja nuestro estado. Quien tiene una mala actitud se delata él mismo, no nos faltan a nosotros, porque el problema es suyo.
Cuando somos conscientes de que hay personas que sufren, aunque aparentemente tengan una buena vida, solo nos queda la compasión para razonar porque tienen ese tipo de comportamientos discriminatorios.
Por eso es importante que seamos conscientes de que todos formamos parte del Universo y no caer en la misma trampa que los que tienen una actitud negativa. Busquemos soluciones y no conflictos.
Quizás ellos necesiten más ayuda que nosotros.
Todos somos diferentes, todos somos iguales💗💗💗