NUESTRA ALIMENTACIÓN PARA SER FELICES

Nuestras abuelas lo hacían mejor sabiendo menos de nutrición, así que son nuestras Maestras.

Nosotras llevamos una alimentación sana y sostenible, basada en alimentos ecológicos, predominantemente de origen vegetal.

Somos Flexivegetarianas por muchas razones: salud, estabilidad emocional (alimentos libre de tóxicos), por el planeta, etc.

Ayer, por ejemplo, desayunamos una infusión, huevos revueltos y un zumo verde de remolacha, manzana y calabacín con un chorrito de aceite.

Comer saludable se ha vuelto hoy más fácil que nunca, gracias a la disponibilidad durante todo el año de productos frescos, más opciones de comidas sanas y a la gran demanda existente debido a la necesidad de buscar una alternativa para el cuidado propio diario, nulo en el sistema público de salud, basado en la enfermedad.

Nosotras buscamos tener una alimentación saludable, nutricionalmente adecuada, y así obtener beneficios para la salud a la vez que fomentamos la prevención y el impacto positivo en los síntomas de nuestras enfermedades de base.

Hoy en día hay mucha diversidad de información en cuanto a qué comer y existen varios tipos de dietas saludables.

Nosotras, tras probar muchas opciones a o largo del tiempo, hemos optado por una alimentación basada en productos de origen vegetal, con una pequeña porción diaria de proteína animal, y sin gluten ni lácteos.

Básicamente consumimos:

  • Verduras y hortalizas: por supuesto de producción ecológica , preferentemente local, productos frescos, de temporada y sostenibles. De forma más eventual consumimos congelados o deshidratados.
  • Algas: un consumo limitado porque algunas variedades tienen un alto contenido en yodo (algas, como la kombu, la arame y la hijiki), pero otras algas como hiziki o hijiki pueden acumular materiales pesados.
  • Frutas: al igual que las verduras y hortalizas de producción ecológica, local y de temporada. Preferiblemente hacemos un consumo en piezas enteras, en trozos o en rodajas, pero también en zumos verdes, maximizando la proporción de verduras sobre la fruta, sin mezclar frutas y hechos en un extractor de zumos lento con pulpa. Los zumos de fruta si no contienen fibra aportan excesivo azúcar para nuestro cuerpo.
  • Frutas desecadas: manzanas, uvas pasas, orejones, higos secos, ciruelas pasas… muy ricas en fibra y hierro. ¡Gracias abuelos por deshidratar las frutas de vuestro jardín para nosotras también!
  • Cereales y derivados integrales: pasta, pan, arroz integral, mijo, quinoa, avena sin gluten, trigo sarraceno, amaranto… evitando los cereales procesados con azúcar, miel o jarabes.
  • Legumbres y derivados: Garbanzos, lentejas, habas, alubias, judías, guisantes.. toda la proteína vegetal, excepto soja.
  • Fermentados: miso, chucrut…
  • Huevos ecológicos.
  • Carne ecológica.
  • Pescado salvaje, pequeño y azul.
  • Frutos secos y semillas: como aporte de proteínas, en leche, enteros, crudos…
  • Aceite y grasas saludables: sobre todo aceite de oliva virgen extra ecológico. Para la plancha utilizamos el aceite de coco. Y por supuesto frutos secos, semillas y aguacate.
  • Otros: Especias, infusiones, hierbas aromáticas, vinagre y cacao puro.

Nosotras comenzamos con un proceso gradual, pero pronto vimos resultados maravillosos como la desinflamación, menos catarros y enfermedades comunes, mejores evacuaciones, mejor piel y pelo, etc. En general mejor salud, más equilibrio y paz.

Empezamos por cocinar nuestras recetas favoritas con productos ecológicos, pero pronto nos dimos cuenta de que no era buena idea estropear el producto con cocciones largas que destruyen los nutrientes, así que la base poco a poco se transformó en «cuanto más crudo mejor», con excepción de la proteína animal y la legumbre, obvio.

Comer saludable además de vibrar con nuestra ética y nuestros actos para cuidar el medio ambiente, también nos ayuda a reducir los síntomas de las enfermedades crónicas a través de la epigenética mejorando la calidad de nuestra vida.

Todo son beneficios por comer saludable.

Los beneficios para la salud más destacados y que nosotras mismas hemos observado son tener una mayor ingesta de nutrientes importantes como la fibra, las vitaminas en general, los minerales y el magnesio; es más fácil comer las cinco porciones diarias de frutas y verduras recomendadas; son alimentos con bajo índice glucémico, bajos en grasas no deseables, sodio y colesterol; y tienen buenas concentraciones de potasio, lo cual también ayuda.

Además comer ecológico introduce más sabores en nuestro plato a través de frutas y verduras frescas, y reduce el impacto en el medio ambiente.

Es importante llevar una alimentación variada, sana y equilibrada para evitar carencias y aprovechar todos los beneficios que nos puede aportar este tipo de alimentación.

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