«La felicidad para mí consiste en gozar de buena salud, en dormir sin miedo y despertar sin angustia». Françoise Sagan.
El cuerpo humano se encuentra afectado por una alta acidificación que afecta al tejido conectivo, por la intoxicación de estar expuestos a pesticidas, químicos, etc., y por una alta concentración de cortisol en sangre producto del estrés. Todo esto favorece que la fascia pierda hidratación y elasticidad. Por eso toda ayuda es poca para detoxificar el organismo de la actividad humana diaria actual y vivir desde la salud.
Any realiza un gran trabajo día a día adaptando su rutina de sanación a su diversidad funcional. Ella misma percibe y muestra la mejora en su bienestar tras practicar ciertas técnicas y manifiesta que aumenta sus potencialidades y felicidad.
El mindfulness ayuda a modificar el alineamiento de nuestro cuerpo a través del reajuste fascia-cerebro. Para ello, es preciso conocer y formarse en la manera en la cual una postura sostenida durante un tiempo determinado (ejercicio isométrico) o en movimiento (isodinámico) modifica parámetros de nuestra biomecánica y postura. La fascia es un tejido conectivo que se extiende en el cuerpo como una red tridimensional desde el cráneo a los pies, de anterior a posterior y desde el interior al exterior sin interrupción. Está constituida por fibras elásticas, colágeno, agua y la matriz extracelular. Pero la fascia lo envuelve todo: los músculos, los huesos, los nervios, los vasos sanguíneos y los órganos finalizando en tendones o ligamentos. Las funciones de la fascia son de soporte y estructura del cuerpo, apoyo del movimiento y absorción de impacto. También ayuda en la circulación sanguínea, especialmente en el sistema venoso y la circulación linfática, etc. Por eso la modificación negativa de la fascia por algún problema precede a la congestión crónica en cualquier tejido.
Pero además de la parte física, la fascia conecta nuestro cuerpo y nuestra mente, ya que la fascia registra y guarda nuestras impresiones mentales y emocionales.
Nosotras gestionamos la fascia en nuestros diversos momentos de sanación a través de la conciencia corporal, la relajación, la respiración, los mantras, el yoga, el mindfulness y la meditación, o bien profundizando más en la parte física a través de la biomecánica, mediante las técnicas ABR. Esto nos permite tomar las riendas de nuestra salud mental y física y trabajar a diario por nuestra salud.
Aprendizaje: Vivir desde la atención plena mejora nuestra salud a todos los niveles.
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