HABLAR Y ESCUCHAR

“Se necesitan dos años para aprender a hablar y sesenta para aprender a callar”. Ernest Hemingway

Tan importante es saber hablar como saber escuchar y callar en ocasiones.

Hablar con conocimiento, de lo que se sabe, hablar cuando se debe, contar hasta diez antes de hablar cuando estemos irascibles, hablar con sinceridad, con educación y respeto, hablar con el corazón y con razonamiento. Hablar para que nos escuchen, hablar para desahogarse, hablar para que nos entiendan, hablar para ayudar. Hablar para agradecer, hablar para valorar a las personas.

No privemos a nadie de la palabra porque estamos coartando su libertad. Hablando se entiende la gente, cerrando el vehículo de comunicación solo aumentamos los problemas.

Las palabras son un arma poderosa, según el tono, la forma con que se digan, en el momento que se digan, pueden motivarnos y ayudarnos, o todo lo contrario.

Orador viene de oración, orar. Quién habla bien invita al otro a orar, a conectarse consigo mismo, a escuchar también su propia voz. De ahí la importancia de saber hablar. Pero para ello, antes es esencial saber escuchar. Escuchar para saber hablar y llegar al alma.

A toda persona que habla le gusta ser escuchada. Pero escuchar es un arte. No todas las personas saben escuchar. Si escuchamos nos enriquecemos, podemos aportar cosas a la conversación, podemos ayudar a quien escuchamos y a la vez nos ayudarán a nosotras. Todos aprendemos de todos y cada uno de nosotros nos encargaremos de incorporarlo de manera adecuada a nuestra vida.

No es lo mismo oír que escuchar. Si oímos estamos pensando a la vez en nuestras cosas y si escuchamos estamos pensando en lo que nos transmiten. Es muy importante, que haya generosidad por ambas partes. Que el locutor aprenda a callar para no aburrir al que escucha, y que el que escucha esté atento, sino la comunicación es defectuosa.

Si escuchamos sabremos hablar y callar. Observemos, escuchemos y hablemos con propiedad y seguridad. También es importante que nos callemos a tiempo (es una muestra de control y neutralidad).

Nos enseñan a leer y a escribir, pero no se nos enseña a escuchar. Si en la vida no hay una habilidad en la escucha ni en el habla, la cosa se complica mucho.

El arte de la oratoria y el arte de la escucha activa son esenciales para cualquier comunicación correcta. Saber escuchar es una maestría. Y también lo es saber expresarnos. No son dones. Son habilidades que requieren una ejercitación constante, consciente y activa.

Escuchemos, hablemos con criterio y mejoremos en lo posible la comunicación con los demás. Así todos seremos mucho más felices.

#anayany
#amorinfinito
#vidafeliz
#antifragilidad


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Social media & sharing icons powered by UltimatelySocial

Si te gusta anayany.com, ¿por qué no te suscribes?

YouTube
Instagram
Twitter
Visit Us
SOCIALICON
Subscríbete