AYUDAR SIN MÁS

Ayudar a los demás, nos da a todos una profunda razón para vivir y para trabajar a diario.

Para tener una vida plena, que incluye inevitablemente cierta parte “espiritual”, no debemos cuidar solo de nuestro interior o llevar una insignia propagandística que diga “Soy buena persona”. Nada que ver.

Para ser felices debemos de ser conscientes y hacer lo que amamos sin apego al resultado. Si cumplimos con esta premisa, desde el respeto a los demás, siempre estaremos ayudando, aún sin saberlo, y avanzaremos serenos por nuestro camino.

La verdadera ayuda nace de hacer simplemente lo que se nos da bien de forma natural y compartirlo con los demás. Cuando damos lo que somos y lo que nos apasiona, es muy placentero para nosotros y para los demás. Es como acomodar la almohada por la noche.

Cuando ayudamos, a veces el resultado puede parecer bueno, y sentirnos conformes, pero también en otras muchas ocasiones nos enfrentaremos al fracaso. Y así es y hay que aceptarlo. Y volver a intentarlo. Siempre desde el consentimiento y beneplácito de la persona que busca ser ayudada y que a su vez, inevitablemente, ayudará a muchas más.

Todos somos uno. Así que ayudarnos mutuamente puede ser la mejor forma de avanzar hacia un Mundo mejor.

#anayany
#amorinfinito
#saberpedirydarayuda

AYUDEMOS A LOS DEMÁS

“Hay gente que tiene tanta hambre que Dios sólo puede manifestarse en forma de pan” Jesús.

La verdadera ayuda o compasión no es sentir “pena” y sentimientos similares, sino, tomar acción y hacer algo práctico por los demás para aliviar su sufrimiento.

Si no, no es verdadera ayuda. La simple pena no es compasiva. De hecho muchas veces hasta puede ser orgullo.

Para que sea verdadera compasión, ese sentimiento de “pena” tiene que ser una necesidad real por aliviar a los demás e ir seguido de una acción, un hecho.

El ser humano es una integración de sistemas. Somos un sistema dentro de otros sistemas (familia, vecinos, barrio, ciudad, etc.) y compuesto, a su vez, por sistemas: físico, emocional, mental y espiritual.

La ayuda, la compasión, se puede hacer en todos los sistemas y en diversos campos, dependiendo de cada cual y las posibilidades que tengamos.

Cada uno siente la llamada de ayudar de una manera diferente dependiendo de su cualidad predominante.

Si lo pensamos podemos ayudar siempre, de alguna forma, e incluso a muchas personas.

Podemos hacerlo empezando por trabajar en los círculos que tenemos más próximos: podemos ayudar hablando con delicadeza, con dulzura, con respeto, con amor; dando serenidad, consolando, acariciando, animando, mirando, no favoreciendo en los demás emociones negativas…Vibrando con sentimientos positivos.

En el campo físico: colaborando con acciones contra el hambre, aliviando enfermedades y dolores, dando trabajo, colaborando con los que lo necesitan económicamente….

En el plano mental: pensando adecuadamente, pensando en el bien común, enseñando a utilizar la mente, comunicando, dando conocimiento en diferentes materias, enseñando a pensar, a comprender…

En el espiritual, por ejemplo, se puede ser compasivo ayudando a las personas que lo desean a ver la vida de una forma diferente, si están sufriendo.

Pero cada uno qué elija, de acuerdo a su momento evolutivo y su cualidad, que puede hacer en la vida cotidiana para el bien de todos: desde un donativo económico, hasta, por ejemplo, un acompañamiento en una situación complicada.

Practiquemos la AYUDA SOCIAL, cada uno en nuestra medida. Todos podemos ayudar.

#anayany
#ayudemosalosdemás
#amorinfinito

Social media & sharing icons powered by UltimatelySocial

Si te gusta anayany.com, ¿por qué no te suscribes?

YouTube
Instagram
Twitter
Visit Us
SOCIALICON
Subscríbete