La vida está llena de vida, y como tal nos trae momentos hermosos y momentos más difíciles.
Así es el juego de la existencia, así crecemos, aprendemos, experimentamos y nos realizamos.
Nunca tenemos seguridad de lo que va a pasar mañana, ni siquiera si aún seguiremos con vida.
Nada es predecible, nada está asegurado, todo va y viene, incluidos nosotros mismos.
Pero debemos de ser conscientes de que estamos asistiendo a un cambio sutil pero brutal.
De la era en la que nos servían y nos resolvían los problemas: de salud, de gestión de nuestros recursos económicos, de educación…al siglo XXI, la era actual, donde tenemos que tomar las riendas de nuestras vidas o conformarnos con sobrevivir en vez de vivir.
Se ha terminado el delegar la vida en otros: emprendedores que nos “contraten” como empleados, políticos que “gestionen” la sociedad, empresas de comida rápida que nos “alimenten”, centros que “eduquen” a nuestros hijos… Demos la bienvenida a la autosuficiencia, la autogestión, el autoempleo y el autocuidado.
Pero para poder VIVIR tras este cambio, no voluntario, sino impuesto por la ineficacia del modelo anterior, debemos modificar la mentalidad con la que nos educaron en el siglo pasado y reinventarnos a nosotros mismos.
Con un cambio de ACTITUD. Fuera el negativismo y bienvenido optimismo realista.
Con un cambio de CONOCIMIENTOS. Hola Blockchain, hola economía colaborativa, hola digitalización, hola autoeducación…
Con un cambio de HABILIDADES. Adiós trabajos repetitivos y monótonos, hola creatividad.
Y con un COMPROMISO con nosotros mismos, con los demás, con el planeta…
Aunque queramos seguir viviendo en la comodidad del siglo XX, donde “externalizamos” nuestras vidas, ya no es posible.
Los cambios se van forjando en el silencio hasta que nos han pasado por encima y, o lo aceptamos lo antes posible y nos empoderamos para adaptarnos a lo nuevo, o simplemente sobreviviremos inevitablemente desde la antigüedad de lo obsoleto.
Tomemos las riendas de nuestras VIDAS YA, no solo digitalmente (hacia los demás), sino en nuestro día a día real para mejorar nuestra VIDA ÚNICA desde el interior y con los que nos rodean, para adaptarnos a un nuevo mundo compartiendo, ayudando y amando lo que hacemos.
Mañana es tarde, hoy es el momento de tomar las decisiones que afectarán a nuestro futuro y al de nuestros hijos: cuidemos la salud, cuidemos el planeta, cuidemos las relaciones, cuidemos la situación laboral…No sirve de nada echar la culpa a alguien externo, la responsabilidad es nuestra.
Ya ha llegado la hora de dejar de sobrevivir y empezar a VIVIR.