«La mitad de los problemas de esta vida pueden atribuirse a decir que sí demasiado rápido y no a decir que “no” lo suficientemente pronto». Josh Billings.
“NO” es una palabra más, no tiene porque tener una connotación negativa. Es más, cuando decimos un “NO” lúcido, realmente estamos reafirmando nuestros “SÍ”.
Es muy importante saber decir “NO” y aceptar los “NO” para una vida feliz y plena. Un “NO” consciente, meditado, equilibrado, reflexionado y seguro tiene un valor diferente a otros “NO”.
Nosotras nos rodeamos de muchos “SÍ”, así que cuando decimos un “NO”, este tiene un valor diferente. Utilizar el “NO” con consciencia, ratifica el crecimiento interior, el respeto por los demás y la capacidad de decisión.
Sabemos que al fin y al cabo lo importante es poder elegir entre contestar, guardar silencio o decir “NO”. Eso es lo que nos hace libres.
El “SÍ” habitual, el lenguaje positivo y las vibras felices que no falten. Por eso para nosotras el “NO” es un recurso, no un hábito. Pero cuando nos encontramos en la vida con fuentes de quejas, críticas, excusas y culpas es cuando el “NO” tiene más sentido para nosotras, reafirmando los “SÍ” que nos rodean.
Aprendizaje: Un “NO” muchas veces supone un “SÍ” para ser felices en nuestro día a día.
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