Muchas personas nos han preguntado muchas veces cuánto tiempo le dedicamos a la terapia de Any. Hoy me he dado cuenta de que la respuesta más sincera es: la vida. Porque para nosotras el tiempo felizmente vivido es terapia magna. Y vivir salutogénicamente nos hace felices. Y vivir el presente de forma consciente es terapéutico. Elegimos utilizar el tiempo en ser felices siempre con lo que hacemos: aprendiendo, cuidándonos… y así toda nuestra vida es terapéutica.
Un abrazo de osa y otro de Luz