TRATAR CON EL ENFADO

“Dale a tus conflictos interiores la oportunidad de expresarse, convirtiéndolos en raíces de tu crecimiento espiritual”. Alejandro Jodorowsky.

Any y yo nos enojamos algunas veces. No importa cuántas veces repitamos: “no me voy a enojar”, siempre hay situaciones que ponen a prueba nuestro equilibrio. Sabemos que realmente enojarnos no mejora nada pero también sabemos que no debemos reprimir nuestras emociones.

El enojo siempre es desaconsejable, así que intentamos que no forme parte de nuestra vida. Somos conscientes de que es una fuerza negativa capaz de destruir la paz que nos rodea. Es lo opuesto a estar feliz. Pero como en este mundo la vida no es siempre bonita, fácil, divertida, y las cosas no siempre salen como nosotras queremos, hay momentos en los que la felicidad está más dormida, en Any o en mí.  Intentamos mantener nuestro equilibrio, no permitiendo que cualquier pequeña cosa nos desborde, pero a veces no es posible.

Paciencia, ese es nuestro truco. Si las aguas de un estanque están turbias, hay que dejar que se remansen para que se esclarezcan, en lugar de seguir agitándolas. La paciencia nos hace ser realmente libres, porque no caemos en una sobre-reacción emocional incontrolada siendo capaces de mantener la consciencia bajo presión.

También sabemos que es imposible que nuestra mente mantenga dos emociones opuestas de forma simultánea. No podemos enfadarnos con una persona y ser felices al mismo tiempo, simplemente no funciona. Así que Any y yo elegimos mantener al máximo nuestra felicidad y así alejarnos de los enfados. Si algo nos molesta, nos enfadamos pero inmediatamente respiramos profundamente y nos sonreímos. Es otra técnica de relajación que utilizamos. 

Cuando estamos enojadas, la rabia parece llegar como una especie de “protector” frente al otro, como nuestra “gran amiga” que protege nuestros intereses, “ayudándonos” en el campo de batalla. Estas ilusiones nos permiten pensar que enojarse es justificable. Pero realmente el enojo no es nuestro amigo, sino nuestro enemigo. El enojo nos produce estrés, angustia, pérdida del sueño y de apetito. Así que cuanto antes se nos pase: hablando, compartiendo, saliendo del círculo vicioso negativo, etc. mejor. Cuando nos enfadamos sentimos un nudo que empieza a apretarnos el estómago. Detenerlo cuanto antes es pensar de forma racional. Si algo nos causa enojo es porque existen dos opciones: nuestros pensamientos son ciertos o son falsos. Si son verdaderos, y queremos ser adultos maduros, deberíamos admitirlo, aprender de ello y seguir con nuestra vida. Si no son ciertos, admitamos que cometimos un error, no pasa nada, es humano.

Meditar también puede ser extremadamente beneficioso para combatir el enojo. La meditación es un estado de preparación para la vida real. No tiene sentido que meditemos en el amor y la compasión todas las mañanas pero, tan pronto como algo no está como nosotras queremos, nos enojemos. Meditando llenamos nuestra mente con pensamientos positivos: paciencia, amor, compasión, y es algo que podemos hacer en todos lados, en cualquier momento y así alejarnos de los negativos que se acumulan hasta el enojo. Es como un «reset» de felicidad.

Si queremos ser personas más pacientes, más amorosas, amables y felices, entonces necesitamos practicar la paciencia. 

Además como seres sociales no siempre estamos rodeadas de personas que hacen y aceptan todo lo que nosotros queremos. Si fuera así no creceríamos porque nunca tendríamos ningún desafío y no podríamos cambiar y practicar a diario para adaptarnos al continuo cambio. 

Al verlo así al estar enojadas, Any o yo, nos estamos dando la oportunidad de realmente practicar la paciencia, la compasión, el amor infinito. Por eso decimos que nuestro “enemigo” es nuestro mayor Maestro, porque nos pone a prueba a nosotras mismas.

Elegimos que en nuestro día a día reine el control y el equilibrio, pero aceptamos las dificultades que nos ayudan a crecer. El enojo se pasa cuando decidimos aceptar en vez de luchar. 

El enojo forma parte del proceso, es una forma de desahogo de energías negativas acumuladas por pensamientos erróneos. Si aprendemos a valorar el equilibrio en ese momento de enojo nos reconoceremos, evitando caer en la trampa continua de enojarnos por cualquier cosa y durante mucho tiempo y a aceptar nuestro crecimiento tras cada enfado.

Aprendizaje: Compartamos felicidad y soltemos los enfados para poder crecer.

#anayany

#vidafeliz

#amorinfinito

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Social media & sharing icons powered by UltimatelySocial

Si te gusta anayany.com, ¿por qué no te suscribes?

YouTube
Instagram
Twitter
Visit Us
SOCIALICON
Subscríbete