“Al gran rabino Zusya, que yacía en su lecho de muerte, le escurrían las lágrimas por el
rostro.
Cuando sus adeptos le preguntaron por qué lloraba, dijo:
Si Dios me pregunta por qué no fui como Moisés, le responderé que no fui bendecido con esa habilidad de liderazgo o sabiduría.
Si Dios me pregunta: ‘Zusya, ¿por qué no fuiste Zusya? ¿Por qué no consumaste tu gran potencial? ¿Por qué no encontraste tu yo interior?’.
¿Qué le responderé?”
Cuento Jasídico.
Todos tenemos un gran potencial dentro y no necesitamos ser grandes líderes o populares para expresarlo y hacer bien al Mundo. Basta con que cada día actuemos según nuestro corazón con bondad y desde el amor, abriéndonos al Mundo y viviendo según nuestro potencial.