NUESTRA EXPERIENCIA CON ABR

Hace ya 8 años que comenzamos con el Método de Leonid Blyum. Los resultados son continuos y constantes y cuando se logra un hito aplicamos ejercicios en otras áreas y la fascia consolida con su capacidad de transmisión la globalización en las mejoras.

En este Blog no puede faltar el relato de la vivencia que nos ha cambiado la vida en el área de la Salud. Así que estamos encantadas de compartir con todas vosotras nuestra experiencia tal y como la escribimos en un trozo de papel en aquel momento.

Esperamos que os guste lo que algún día esperamos forme parte de un libro muy especial para nosotras y en este momento os ayude a ver que la esperanza es lo último que se pierde.

Sin saber cómo ni por qué un buen día cae en nuestras manos información sobre algo nuevo. 

No importa si es alguna Mamá que te lo cuenta, si te lo comenta un fisioterapeuta o si lo encuentras en internet.Lo importante es que la información ya te ha llegado, y según tu estado de ánimo y tus circunstancias diarias, te interesas o no por conocer y juzgar por ti misma si hay algo más que pueda ayudar a la Rehabilitación de tu hija.

1.-DESCUBRIENDO ABR.

Mi familia y yo habíamos dejado Madrid en un salto desesperado por huir de todo lo anterior que nos había llevado hasta allí. 

En provincias es mucho más difícil encontrar alternativas al sistema en cualquier tema, pero en Rehabilitación Infantil ni os cuento. Recuerdo haber pensado que había tenido suerte al haber encontrado en Salamanca alternativas años atrás, ya que en ese momento no encontraba nada de nada en Asturias, y la verdad, no me apetecía volver a tirar más DINERO A LA BASURA.

Me pasaba horas y horas buscando por internet una asociación, un fisio o una empresa que ofreciera un método diferente. Después de probar Bobath, Vojta, Doman, Pethö, etc., lo que tenía claro es que cualquier cosa no funciona.

Así que recurrí al EXPERTO. 

Para mi el mejor experto tras la experiencia con los distintos profesionales es un mentor. Aquella persona que ha vivido lo mismo que nosotras, pero que ha conseguido llegar mucho más lejos, y ofrece de alguna forma su ayuda para que otras personas también podamos llegar.

Mamá Terapeuta”. GRACIAS Sonia. Nunca te lo agradeceremos lo suficiente.

Ella escribía un blog y contaba las maravillas que su hija Ro había conseguido con un Método que yo no conocía.

2.- MOMENTOS DE INVESTIGACIÓN.

Sonia Castro asistía a Terapia en Canadá. A partir de ahí descubrimos que había varios satélites de ese mismo Método por todo el mundo.

Un tal Leonid Blyum era el inventor de la Técnica. Trabajaba con algo que se llamaba FASCIA.

En el blog de ABR Hispano contaban en español un montón de cosas con las que yo me sentía identificada. Me empapé de toda aquella información. Me sabía los post de memoria, los leía y releía un día tras otro. Lloraba cada vez que Leonid hacía referencia a algo que yo había vivido o estaba viviendo con mi hija.

Descubrimos que existía un contacto en Europa, claro está en inglés (por aquella época era una gran barrera para mi). Y que… ¡¡¡¡VENÍAN A ESPAÑA A HACER CURSOS DE FORMACIÓN PARA PADRES!!!!!. ¡A ESPAÑA!!!!. No me lo podía creer. Venían a Madrid y yo sin enterarme. 

El sentimiento de culpa por no haberlo conocido antes me duró un segundo, lo que tardé en llamar a papá y decirle “quiero asistir al siguiente curso que hagan en España”.

Lo de viajar al extranjero para hacer terapias, nunca estuvo en mis planes. Any en el avión, con todas sus peculiaridades para los viajes…No. 

¡Pero en Madrid! SIIIIII.

Papá escribió y tardaron muchísimo en respondernos. Yo que era en aquella época como los rusos “no siesta, no mañana”, se me hizo eterno. 

Por fin un email en inglés con un número de cuenta para ingresar el pago, una cantidad considerable. Papá me miró como diciendo, “¿Estás loca, tanto dinero y no sabemos que hay detrás de esto?”. Sólo teníamos un email cortito y muy soso, en inglés y un número de cuenta. Nos miramos y concluimos que si era un timo, pues por lo menos lo habíamos intentado, que sólo era dinero, y yo estaba muy empapada ya de ABR. 

Intuía que eso era lo que necesitaba mi hija. Diferente, nuevo, con resultados demostrados en otros niños…

Pasaron meses hasta que nos enviaron las fechas y el lugar. 

Y allí nos plantamos. De vuelta a Madrid. El viaje y la estancia eran cortas. Íbamos llenos de recuerdos y de ilusiones. No podíamos aguantarnos las ganas de descubrir algo nuevo que por fin funcionara.

Y llegó el día.

3.- PRIMER DÍA: EVALUACIÓN.

Any iba equipada como un jugador de Rugby, con sus férulas,rodilleras, en el andador: RobocopAny.

Y yo, toda orgullosa y satisfecha de que mi hija con una Tetraparesia Espástica estuviera así. Y convencida de que iban a flipar con el trabajo tan bien hecho y tan duro durante los últimos años.

Se abrió la puerta y entramos… Fue como cuando en uno de estos reálitis se abren las puertas para que suban al escenario y recibir el veredicto de los coachs. Así entré yo por la puerta de la sala del hotel donde se realizaban los cursos.

Salí llorando. Hundida del torbellino de emociones y a la vez alegre de encontrar el camino. 

Algo así como cuando le diagnosticaron la PC a Any, que cuando el Neurólogo nos lo confirmó, respiramos porque ya teníamos un diagnóstico, pero lloramos por confirmar algo difícil de asimilar.

Para mi en ese momento Leonid Blyum ¡era un SEMIDIOS!!!!

Años intentando explicarle a todos esos “profesionales” todo lo que veía yo día a día, 365 días al año, todos los años…y ninguno me había hecho caso. Pero aquel hombre… Me había dicho cosas de mi hija que yo veía y los demás no. ¿Cómo podía saber lo que pasaba en mi casa?. Nadie lo había visto antes. Nadie excepto yo. 

Y ahora él.

Por fin. Por fin. Y tenía, supuestamente las herramientas para ayudarnos. No me lo podía creer.

No recuerdo como llegamos a casa ni lo que hicimos hasta el día siguiente que teníamos el curso, pero yo era feliz.

Lloré mucho por la emoción de oír sus palabras. Leonid es un señor ruso que habla en un tono muy alto y grave en inglés, te mira a los ojos y te dice lo que hay, cosas que yo ya sabía, pero como nadie tenía la solución, no formaba parte de mi vida, sino de un diagnóstico.

¡Qué SI!!! Que se pueden conseguir muchas más cosas. Se consciente Mamá. Está en tus manos.

Lo de la terapia en el hogar no era nuevo para mi, Vojta durante años, Doman, etc., así que todo cuadraba.

Lo más duro de entender y que tardé tiempo, fue lo de deshacer el camino mal hecho.

Any era víctima, sin saberlo nosotros, de una “degeneración modificada”. Que quiero decir con esto, pues que con las terapias anteriores Any había evolucionado sus problemas hacia otros patrones distintos a los de una niña no trabajada terapeúticamente, pero no había evolucionado hacia el camino correcto, sino hacia otro camino incorrecto distinto al tradicional. No se si me explico.

Conclusión, primero tendríamos que volver a andar el camino pero para atrás, y después evolucionar correctamente.

Este proceso ha sido más largo de lo que pensábamos.

Pero hace un par de años llegamos al “círculo virtuoso”, como dice Leonid, y es fantástico. Ahora todo es evolución.

4.- LOS PRIMEROS EJERCICIOS HACE 8 AÑOS.

La idea desde el primer momento era: ahora no estamos haciendo nada, así que le vamos a dar un año a este Método para ver si funciona. Un año “a full”. Y si no, pues a otra cosa mariposa, que los milagros no existen (o eso pensaba por aquel entonces).

Bueno, pues allí nos plantamos el Equipo Any al completo, con todas las ganas de mundo y Mamá histérica como siempre, en aquella etapa vital, por intentar abarcar todo y comerse el mundo el primer día.

Estaban la directora de ABR y Nana, una maravillosa mujer de pelo canoso, que a pesar de la edad se movía como pez en el agua y que me hacía pensar :”Yo no puedo ponerme en esa posición para hacer eso”. 

El estrés diario y años como cuidadora única de Any hacían que mi cuerpo se empezara a resentir (ABR nos ha ayudado mucho también a papá y a mi a nivel físico y psicológico durante estos años).

Nos enseñaron, con la amabilidad y la lentitud que lo hacen los buenos maestros, los ejercicios básicos. Se notaba que habían trabajado en terapia del movimiento muchos años al ver su propia posición corporal. Como cogían y giraban a Any, como la miraban y hablaban…eso no se enseña, eso es vivir para ayudar a los demás.

Se trata de una terapia dirigida a familias y sabían más de como tratar a un niño con PC que todos los “super-profesionales” con sus carreras y masters del universo del sector.

En el primer ejercicio boca arriba (decúbito supino), el 3Q básico, Any reaccionó increíblemente. Su enfermedad de fondo nunca le había facilitado las cosas en Parálisis, y de repente…

Mi hija RESPIRÓ PROFUNDAMENTE.

Silencio.

En toda su corta pero agitada vida, mi hija no había hecho aquello nunca. 

Lo juro.

Flipé, pero no dije nada. 

Yo nunca le digo nada a papá hasta que han pasado unas horas o días, para que él mismo se de cuenta. Pero cuando llegamos al coche para irnos, lo tuve que soltar porque tanta felicidad era imposible contenerla.

Llegué a casa y me puse a practicar los ejercicios ese mismo día durante horas.

Al día siguiente, mi hija estaba teniendo unas reacciones amplísimas, aunque sutiles e invisibles para otros ojos distintos a los allí reunidos. 

Uy, mientras escribo estas lineas y le hago un ejercicio a Any, ha tenido esa misma reacción maravillosa. ¡EL SUSPIRO PROFUNDO! Lo llama mi cerebro. Y es que Any cuando mamá consigue el máximo efecto en un ejercicio, inhala profundamente y expulsa en un suspirito el aire, y para mis oídos es gloria.

Su primer ¡SUSPIRITO!!! Y todos sus cambios comenzaron ahí.

Cuando salimos de la sala del hotel, algo había cambiado en Any, y ya nunca volvería a ser la misma. 

Sabía que era bueno, pero no sabía si sería constante y evolucionaría a algo maravilloso.

Nos llevamos para casa una esperanza, un montón de ejercicios y un montón de dudas surgidas de mi exceso de perfección en el pasado.

5.- Y A TRABAJAR.

Un colchoncillo viscoelástico, un montón de materiales raros y horas y horas de trabajo y evolución diaria.

A la semana, se podía ver a simple vista como Any hinchaba la caja torácica totalmente mientras hacía el 3Q. Impresionante.

No podía parar de trabajar al ver esos cambios. Y desde entonces de hecho no he parado prácticamente. Esa sensación de tener el poder “curativo” para tu hija en tus manos es maravillosa. 

Los cambios siempre han sido muy visibles. Al principio no paras de sorprenderte, con los años te acostumbras e inevitablemente los valoras menos, aunque los sustos en temas de salud, nos recuerdan siempre de donde partimos y a donde vamos.

No necesité darle un año, en una semana me había dado más que todos los médicos en años.

Impresionante.

6.- Y TODO EMPEZÓ ASÍ… 

Evaluaciones y ejercicios, más evoluciones y más cambios de ejercicios…

Rápida respuesta respiratoria, dejó de salivar en 6 meses, se redujo muchísima la espasticidad, mejoró la digestión (sin dolor), dejó de bizquear, control espectacular de la cabeza y del tronco, mejora en la funcionalidad de las manos. Eso el primer año. Y siempre cambios consolidados y continuos.

Y todavía hay madres que me dicen: “Pero tu hija no camina”.

Lo más importante para nosotros nunca fue caminar, si no vivir. Poder vivir en paz. Felices. Olvidarnos de pasarnos la vida en médicos, fisios, ortopedias, con operaciones…

Nos ha dado la oportunidad de ser individuos únicos pero sin tantos actores secundarios a nuestro alrededor que nos perturben nuestra vida. Gente externa que buscando lo mejor para Any, sin darse cuenta le quitan parte de la vida: la alegría, el tiempo, el amor, la normalidad familiar…, a cambio de nada.

Ahora hacemos la vida que queremos.

Any necesita la ayuda de un scooter para sus desplazamientos, pero lleva una vida saludable y feliz con su familia.

Yo sigo dedicándole horas a ABR, es mi vida, me encanta trabajar con mi hija y ayudar a que otras Mamás conozcan nuestras experiencias.

Y papá ha dejado su trabajo como Director Financiero en Hoteles y ahora colabora con ABR para que pueda llegar a muchos más niños y familias que así lo deseen a lo largo de toda Europa.

Espero que nuestra experiencia os ayude a saber que siempre hay una oportunidad más. De repente un día alguien te contacta y te dice: “¿has oído hablar de…?” y a partir de ahí está en tus manos conocer y darle una oportunidad a algo que quizás te cambie la vida para siempre, como nos la ha cambiado a nosotras.

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