Siempre nos entregamos a lo que hacemos.
Aunque a veces nos damos cuenta de que estamos empezando a estar pendientes de demasiadas cosas secundarias. Así que cuando nos dispersamos, reflexionamos y volvemos hacia nuestro interior.
Es necesario para nosotras volver a las rutinas silenciosas, pacíficas y pausadas. Y la mejor manera es entregándonos totalmente para no perder el foco. Esto nos facilita la concentración y nos da mejores resultados.
Estar haciendo varias cosas a la vez confunde a nuestra mente.
Así que entramos en modo foco.
Con ello logramos ahorrar un tiempo muy valioso para nosotras mismas y conseguimos resultados mejores.