“El propósito de la educación es mostrar a la gente cómo aprender por sí mismos. El otro concepto de la educación es adoctrinamiento”. Noam Chomsky.
Practicamos una crianza libre, consciente y natural, basada en el amor, la igualdad y la verdad, sin diferencias entre miembros y sin delegar nuestras responsabilidades. En el hogar, compartiendo, aprendiendo juntos y creciendo por un mundo mejor. Para nosotros como padres este estilo de crianza da sentido al deseo real como seres humanos libres de tener una descendencia feliz.
Muchas personas cuando se encuentran con Any sienten su energía mágica, especial o de luz, como cada uno la quiera llamar o sentir. Es la energía pura de todos los niños al nacer libres. Nosotros hemos criado a Any guiados por su luz, evitando apagar su energía primigenia, sus instintos, sus deseos, su amor…Todos los niños son pura luz, son los sistemas distópicos a los que a veces los incorporamos los que modifican la evolución natural, con el consentimiento o desconocimiento de su familia.
Nosotras consideramos que lo natural al ser humano es mantener siempre la esencia natal de la libertad y crecer, a todas las edades, rodeadas de comprensión, felicidad, amor y paz. Aprender los unos de los otros desde el nacimiento y ver a nuestros hijos desde su concepción como un regalo del cielo en la tierra. Nuestros hijos nacen siendo seres puros, empáticos y cariñosos. Abrazan y cuidan a quienes los rodean y ofrecen amor incondicional, el único amor verdadero. Ellos son amor verdadero. No comprenden el amor por conveniencia, ni el amor por miedo, ni el amor por soledad, ni el amor por no responsabilizarse de uno mismo, ni el amor por conseguir algo a cambio, ni el amor por vivir cómodamente, ni el amor por hacer algo… Eso lo aprenden en el medio, al relacionarse con el ambiente en la sociedad actual. Démosles, en la familia, ejemplo de amor incondicional, hacia uno mismo y hacia los demás, para vencer al medio, a veces, muy perturbador. Los padres, los educadores, los cuidadores… conscientes, podemos ver que cada niño tiene unos dones por desarrollar. Si desde pequeños les damos libertad, la oportunidad, y les acompañamos, podrán maximizarlos. Si no… Que desde pequeños amen libremente sin manipulaciones y ayudémosles a mantener en sus corazones ese amor verdadero para siempre. Así no llegarán a adultos con la necesidad de recuperar su “niño interior”, ni desaprender, ni cambiar una vida infeliz, ni nada de eso que se ha manifestado en otras generaciones y a partir de lo que ha crecido la industria del desarrollo personal.
Acompañémoslos para que toda su vida mantengan la magia y la luz con la que nacen. Incluso desde antes de nacer, en el vientre de sus madres, aprenden a saber y sentir lo del otro, que es tan fácil como sentir y saber lo suyo. De pequeños todos manifiestan aún una inocencia, una pureza… debido a ese amor que no deberían perder jamás. Dejémoslos crecer en paz, felices, con amor.
Any, por ejemplo, pertenece a la llamada Generación Z. Niños que, por el momento en el que les ha tocado nacer, son por naturaleza extremadamente sensibles con el medioambiente, sonidos, colores, emociones negativas, olores, comida, productos químicos, tóxicos en la ropa que visten, etc. Por eso sienten que el planeta Tierra podría ser un lugar extraordinario, pero que el exagerado ser vivo “humano” está acabando con él. Son una generación que si les damos libertad manifestarán siempre rechazo a la violencia, las agresiones, la codicia, la miseria, la crueldad, la mentira, la dureza, el poder malentendido, la vulgaridad, el sufrimiento, la falta de respeto, la falta de educación… Simplemente no comprenden cómo las personas pueden ser, todavía, tan primitivas y encima creerse los seres más inteligentes del Universo.
Todos los niños nacen siendo seres conscientes, despiertos y preparados para ayudar al cambio y constituir las nuevas sociedades. Si no tenemos en cuenta todo esto en la crianza, los estaremos haciendo insensibles, incapaces y pasivos, y habremos destrozado otra civilización antes de que tengan tiempo de echar raíces, cambiar el mundo o crear otro nuevo. La violencia contada por los medios desinformativos, la alimentación tóxica, las frecuencias electromagnéticas… les van alejando de ese instinto creador fundamental para la supervivencia natural, a favor de una socialización normótica, consumista y materialista. Si menospreciamos el poder de la crianza libre, y dejamos que se encuentren solos en y con la sociedad distópica actual, huirán física, mental, espiritual y emocionalmente, ya que será insoportable para ellos.
Está en nuestras manos que las cosas cambien. Nuestros hijos necesitan nuestra presencia, nuestro ejemplo y libertad para no perder esa conexión con su SER REAL, que es la orientación que les mantiene unidos al TODO NATURAL y que les hace LIBRES.
Criarlos desde la libertad, el amor y la felicidad les ayudará a crecer en equilibrio. Libres para sentirse profundamente conectados a la esencia de la existencia (desarrollo espiritual), observando la belleza de la creación (desarrollo mental), sintiéndose plenos (desarrollo emocional), y agudizando los sentidos mientras llenan los pulmones del aire fresco necesario para subsistir (desarrollo físico). La libertad les acerca a la Tierra que es fuente de energía positiva, al Aire Puro que nos alarga la vida, al Sol (fuego) que nos recarga las pilas y al Agua que nos limpia y calma: baños de sal, duchas de agua pura, cascadas, fuentes, playas y arenas… Los niños necesitan el contacto con todo lo natural para poder crecer, crear y ayudar a los demás desde la libertad.
Nuestros hijos nacen siendo muy vulnerables, pero pacificadores. No dejemos que los manipulen desde pequeños y pierdan su esencia, instinto y poder de creación. Ellos, desde su pureza, no entienden la inhumanidad del hombre hacia el hombre, las guerras químicas, la avaricia, la codicia… Nosotros como padres somos los responsables, con nuestro ejemplo, de mostrarles que se puede vivir en este momento de la historia mejor que nunca, en un camino saludable en todos los aspectos. Mirar hacia otro lado y soltarlos sin más a la influencia de los tóxicos, el azúcar, la televisión, el adoctrinamiento escolar, etc., no es el camino hacia la libertad.
Aprendizaje: Ayudemos a nuestros hijos con una crianza consciente para que puedan mantener su espíritu libre y creador.
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