RECORDAR: VOLVER A PASAR POR EL CORAZÓN.

“El corazón tiene razones que la razón no entiende”. Blaise Pascal.

Recordar viene del latín “re-cordis”: volver a pasar por el corazón.

Solo existe el presente, pero al presente nos traemos inevitablemente muchas experiencias pasadas, ya que eso que revivimos también nos recuerda que estamos en constante transformación.

Evocamos momentos pasados, evocamos emociones, personas o cosas que están vinculadas bien a un momento vital que nos ha hecho sufrir, y con nuestra experiencia ahora debemos recordarlos desde la tranquilidad y paz, o bien nos acercan a momentos que recordamos de gran alegría y que sin querer nos pueden producir melancolía.

Somos seres que nos transformamos continuamente, y relatamos lo que vivimos y lo que hemos vivido según el estado emocional que nos rige. Somos seres que recordamos en cada instante. Hagámoslo desde el amor, aprendiendo continuamente de nuestro yo anterior y transformándonos para avanzar y convertirnos en las mariposas que todos estamos destinados a ser.

 No luchemos contra los recuerdos, el corazón necesita recordar para vivir. Disfrutémoslos y aprendamos de ellos para vibrar cada vez más alto.

Aprendizaje: Abramos nuestras alas a la vida.

#anayany

#vidafeliz

#amorinfinito

#abrazosdeosa

UNA DE CUENTOS.

EL GALLO DEL REY.

Un rey deseaba tener un gallo de combate fuerte y había encargado a un súbdito que educara a uno. Al principio, este enseñó al gallo la técnica del combate. Al cabo de diez días, el rey le preguntó:

—¿Podemos organizar una lucha con este gallo?

—¡No, no, no! Es fuerte, pero esa fuerza está vacía, está excitado y su vigor es efímero —respondió el instructor.

Diez días después, volvió a preguntar el rey:

—¿Podemos ahora organizar el combate?

—¡No, no, no! Todavía no. Todavía es apasionado, siempre está deseoso de combatir. Cuando escucha la voz de otro gallo, aunque sea de una aldea vecina, se irrita.

Al cabo de otros diez días de entrenamiento, el rey volvió a preguntar:

—¿Y ahora?

El instructor respondió:

—Ahora ya no se apasiona, si oye o ve otro gallo permanece en calma. Su postura es correcta y está fuerte. Ya no monta en cólera. La energía y la fuerza no se manifiestan en la superficie.

—Entonces —dijo el rey—, ¿está dispuesto para combatir?

—Quizás —respondió el súbdito.

Trajeron numerosos gallos de combate y organizaron un torneo. Pero los gallos de combate no podían acercarse a aquel gallo. ¡Huían espantados! No hubo necesidad de combatir. El gallo de pelea se había convertido en un gallo de madera. Había sobrepasado el entrenamiento de lucha. Tenía en su interior una energía que no se exteriorizaba.

La fuerza se encontraba en él y, por eso, los otros gallos no podían más que inclinarse ante su seguridad y su verdadera fuerza oculta.

En la vida, ganamos más cuando mantenemos la paz. 

Aprendizaje: La no violencia mueve montañas, la fortaleza reside en el interior y la calma es más poderosa que la rabia. 

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CUIDÉMONOS.

«Las cosas que hay que hacer son: las que hay que hacer: las que ves que deben hacerse, y que nadie más parece ver que necesitan hacerse. Entonces concebirás tu propia manera de hacer lo que hay que hacer, que nadie más te ha dicho que hagas o cómo hacerlo. Esto sacará a relucir el verdadero yo que a menudo queda enterrado dentro de un personaje que ha adquirido una variedad superficial de comportamientos inducidos o impuestos por otros al individuo. » R. Buckminster Fuller.

Madurar pasa por reconocer la necesidad de autocuidado. Para ello debemos saber rodearnos de hábitos diarios que nos supongan alegrías activas: preparando las cosas que necesitamos para que las tareas del día salgan bien; haciendo ejercicio mientras hablamos con una amiga, etc. Además de las alegrías pasivas que nos dan o llegan de fuera: una visita inesperada, una noticia positiva, etc.

Pero también necesitamos más cosas, propias, íntimas, que nos colmen de alegría: sentarnos solas en silencio con un té frío sin hacer nada, darnos un baño relajante, leer un libro mientras tomamos el sol, salir a dar un paseo lento, etc. Pequeños autocuidados diarios que formen parte de nuestra vida, además de dar lo mejor de nosotras mismas con la voluntad de ayudar a los demás. 

Todo es importante.

Cuidarnos es tan fácil como querernos mucho y convertir esas acciones diarias de autocuidado en hábitos: comer sano, mover nuestro cuerpo, descansar, meditar, mimarnos, escucharnos, agradecer…

Aprendizaje: El autocuidado nos empodera.

#anayany

#amorinfinito

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UNA DE CUENTOS.

TODO ESTÁ BIEN.

“Una tarde, un discípulo intrigado le preguntó a su mentor: 

– Maestro, ¿Nunca te acontecen situaciones difíciles o que no puedes resolver? No entiendo cómo es que siempre dices; “Está bien, todo está bien”, en todo momento que se te pone al corriente de alguna contrariedad o se te presenta alguna vicisitud. 

El maestro sonrió y con una mirada apacible dijo: 

– Es que cuando todo está bien, está bien. 

– Pero, ¿Por qué? ¿Cómo es posible que siempre todo esté bien? -preguntó escéptico e incluso un poco irritado el discípulo.

El maestro explicó: 

– Porque cuando no puedo solucionar una situación en el exterior, la resuelvo en mi interior, cambiando de actitud hacia esa circunstancia. Simplemente cambio o corrijo todas las cosas que dependen de mí, y las cosas que no puedo cambiar las acepto y me adapto a eso. Ningún ser humano puede controlar todos los escenarios o situaciones externas que se les presentan, pero sí puede aprender a controlar su actitud y emociones ante las mismas. Por eso, para mí, todo está bien”.

Aprendizaje: Nos tomamos la vida lo mejor posible. ¡Buen camino!

#anayany

#amorinfinito

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¡FELIZ CUMPLEAÑOS MAMI!

“Hoy es tu día, ma,

y por eso te digo:

¡Feliz cumpleamor!”. Any Pascual.

20 de junio.

Tantos años

ya a tu lado.

Eres el mejor libro

que alguna vez he leído.

El atardecer más bello

que nuestros ojos han visto.

Me gusta escribir contigo…

¡Y también hacer Duolingo!

Todo lo que compartimos

me hace sentir que sí puedo,

que siempre habrá un nuevo 

día para sonreír al vernos.

Cuidarnos es más que un hecho,

es vital, es un derecho.

Amamos nuestro destino

porque ha hilado tan fino

como para haber escrito

todo aquello que queremos

y habernos dado tiempo

para vivir de este modo

entre un hogar y otro

con corazones eternos.

Entre nosotras hay unos momentos

de valores, música y entendimiento.

Hablar sin palabras sabemos

pues no hace falta voz

para mirarnos a los ojos

y celebrar otro cumpleaños,

otra vuelta al sol

y trescientos sesenta y cinco

días llenos de amor.

Pero como me lo has pedido

hace ya un mes y pico,

pronto tendrás mi poemario 

y te llenará de orgullo.

¡Eso, tenlo por seguro!

Mamá, te amo.

Hoy y siempre, hasta el final del mundo.

Aunque haya penas y enfados,

y aunque yo tenga miedo,

ya llevamos tanto juntas que sé que lo estaremos.

Tú serás un perezoso

(si se cumple lo pedido)

descansando con tus crías mientras yo te cuido.

El futuro es incierto;

no sé quién se irá primero.

Pero sé que nos querremos

y que nos encontraremos.

El presente es perfecto

con abrazos sempiternos

y este poema entre besos

para inaugurar veranos

y ser felices sin miedo.

Estamos conectadas, así como lo estuvimos

pues tú sabes que te amo y que por eso vivimos.

Sé aquello que te gusta, y conozco tu talento.

Se te han dado flores vivas, este ahora es mi regalo.

Brindo por ti, y por tu sentido

(la sensibilidad hace equipo).

La niña de mis ojos,

tú y yo amor infinito,

ese rayo de sol

que al Cielo tanto pido.

Contigo esta torre no es tal, sino un castillo.

Aquí está todo aquello que causa tal emoción.

Gracias por recordarme que ya soy tu perfección.

Sonrío cuando dices que te gusta mi caracolillo.

Gracias, porque todo lo mío es tuyo.

Te encanta cuando estoy creando

todos los poemas que te dedico.

Son tremendamente parecidos

porque estar juntas es sencillo.

Hacemos lo que predico;

por eso lo comunico.

Feliz cumpleaños, mamá, alma astur

un verano más somos la misma, Any y Ana.

Que el poema termine con estos versos.

Otra vez es veinte de junio,

y ya casi es el solsticio.

Celebro tu nacimiento.

Tú creaste todo esto.

Y déjame decírtelo:

Tu amor es mejor que los tulipanes amarillos…

esos que compraste en el Carrefour.

Any Pascual.

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