PARTE DE NUESTRA FELICIDAD: LA PACIENCIA

“No es necesario que te vayas de la casa. Quédate en tu mesa y escucha. Ni siquiera escuches, espera tan solo. Ni siquiera esperes, estate completamente callado y solo. El mundo se te ofrecerá para desenmascararlo, no puede hacer otra cosa, extasiado se retorcerá ante ti”. Kafka.

Es una de las tareas más complicadas no solo a nivel individual, sino en general en la sociedad actual. 

Cualidades como la proactividad y la rapidez son mucho más populares, alentadas y valoradas.

Para mi, ser paciente era una tarea prácticamente imposible. Resistir el impulso de actuar de nuevo, incluso estar sin hablar, hacer o intervenir de alguna manera era mucho más difícil que observar, estar en silencio, reflexionar, interiorizar, meditar… ¿Será cosa de la edad o simplemente la vida me ha dado la oportunidad de elegir y he decidido cambiar? Quizás un poco de ambas cosas.

Ahora se que asociar la paciencia a una actitud pasiva es reduccionista. No se trata de parar sino de una actitud frente a la vida que, combinada con ir despacito, en silencio, casi sin movimiento, en la intimidad, etc,. da grandes resultados. 

Solo es cuestión de tiempo, de valorar el uso de ese tiempo limitado que es la vida,  y apreciar el postergar las gratificaciones. 

El ritmo de vida actual nos lleva a sobrevivir en vez de vivir.

Solo cuando algo no va bien nos percatamos de que, sin la paciencia, el resto de las cualidades pueden ser bastante volubles. Porque una posibilidad  brillante, sin la paciencia necesaria para llevarla adelante, se quedará en el cajón de los proyectos frustrados.

Ser pacientes no implica simplemente solo esperar sino ser capaces de usar inteligentemente ese tiempo hasta la gratificación (para seguir aprendiendo,;seguir trabajando en la sombra; teniendo nuevas experiencias para crecer como personas y poder adaptarnos a los cambios que estén por venir; conociendo o implementando nuevas herramientas que necesitamos para hacerle frente al reto que nos hemos planteado; creando puentes hacia nuestros sueños…). 

Practicar la paciencia consiste en notar lo que sucede, en ser consciente y, en vez de reaccionar, aguardar el momento oportuno para actuar. Ni voy deprisa ni retrocedo, pero tampoco me quedo estática. Sigo mi camino…

Al final, con paciencia, ahorro una energía preciosa y obtengo mejores resultados en las acciones importantes.

Aprendizaje: Practiquemos la paciencia para poder ser más eficaces.

#anayany

#vidafeliz

#antifragilidad

ELEGIR NUESTRA VIDA ENTRE MÚLTIPLES POSIBILIDADES

“Quien busca culpables fuera, encontrará sosiego momentáneo pero jamás será dueño de su destino”. Filosofía Budista.

En algunas circunstancias, ser las responsables de una parte muy pequeña de lo que pasa en la vida puede resultar abrumador. Muchas Madres Especiales nos hemos sentido así a diario. Nuestros actos pueden ser piezas muy importantes del destino de nuestros hijos y abrirnos o cerrarnos muchas puertas. Salir de ese miedo a la vida no es fácil. 

Nosotras empezamos por aceptar que en toda vida hay días buenos y días malos. 

Ahora elegimos ser las máximas responsables de esa pequeñísima porción de nuestras vidas ya que, de una forma u otra, todas las decisiones que hemos podido tomar nos han llevado al punto en el que nos encontramos. Algunas han sido acertadas y otras menos, pero todas ellas han estado interconectadas para dejar pasar el flujo de la vida que buscábamos, un camino que no siempre es fácil. 

Ahora vivimos sin llevar la pesada mochila de que todo pasa por nuestra “culpa”, sin ese “miedo” paralizante, sino aceptando que lo que pasa y pasará forma parte de vivir. Nada es perfecto o imperfecto, correcto o incorrecto, positivo o negativo. Existe un arcoiris de posibilidades para no caer en el victimismo. Además, siempre estamos listas para el cambio, para el aprendizaje y para tomar la siguiente decisión en esa minúscula parte vital que depende de nosotras. 

No todo depende de nosotras. Pensar así sería una interpretación simplista de la vida. Por eso abrimos el ángulo de visión, cogemos altura y vemos todo el escenario que en ese momento nos ha tocado vivir. Desde ahí nos damos cuenta de que realmente nuestra responsabilidad sobre lo que sucede a nuestro alrededor es mínima, y aceptamos la realidad.

Si por algo no estamos siendo felices en el presente, nos informamos, formamos y tomamos de nuevo acción alejándonos de la falsa seguridad que dan las creencias mayoritarias, sin apegarnos ni oponernos. Contamos con nuestras experiencias pasadas y con nuestros sueños futuros para trabajar en el ahora, y elegimos siendo indomables y creando nuestra realidad sin aceptar ni luchar con lo externo, solo transformando nuestra vida según las circunstancias del día a día. 

Igualmente, somos conscientes de que si nos regodeamos en las cosas que pensamos que hemos hecho bien, la depresión hará presencia cuando pensemos que hemos hecho cosas mal. Por eso elegimos ver un arcoiris de posibilidades y combinaciones, para mantenernos en cierto grado de equilibrio respecto a nuestra pequeña responsabilidad vital siendo siempre indomables en vez de pragmáticas. 

Los acontecimientos pasan sin más. Llamémoslo karma, destino o vida. Pero el libre albedrío nos permite transitar por esta vida eligiendo a diario el camino hasta ese destino. Siendo racionales, espirituales y cuidándonos, sentimos que nos hacemos responsables y no culpables en nuestra vida, mientras aprendemos de las experiencias y a no cometer los mismos errores. Ser conscientes de esto nos ayuda  a tener una enorme sensación de empoderamiento porque tenemos el poder en nuestras manos para cambiar nuestras vidas a diario si queremos.

Aprendizaje: En el amplio arcoíris de las posibilidades encontraremos el equilibrio que nos conduce a la paz, la felicidad y el amor a la vida.

#anayany

#antifragilidad

#vidafeliz

LA DISTOPÍA QUE VIVIMOS LOS PADRES DE NIÑOS CON PROBLEMAS EN EL DESARROLLO

«No fuimos creados para ser devorados por la ansiedad, pero sí para vivir libres y sin miedo en un mundo donde hay trabajo que hacer, la búsqueda de la verdad, amor para dar y amor para recibir» Joseph Ford Newton.

Lo verdaderamente importante en la vida, muchas lo hemos descubierto tras el diagnóstico de nuestros hijos, es ¡VIVIR!

Todas las Madres Especiales sabemos que hay cosas que no se están haciendo adecuadamente en temas relacionados con nuestros hijos. Y aunque hacemos todo lo que está en nuestras manos a diario, venciendo incluso el miedo a lo desconocido, que a veces nos paraliza momentáneamente o nos hace seguir adelante durmientes en esta sociedad distópica, nada cambiará si no somos capaces de levantarnos y tomar las riendas.

Tras ser Madres Especiales descubrimos un mundo paralelo, el que alguien hace muchos años decidió llamar “discapacidad “ y que nadie ha cambiado desde entonces, ni tan siquiera el nombre, en el que pareciera que existen muchas personas que simplemente en vez de ayudar, quieren beneficiarse de nuestra situación.

Con los años nosotras nos hemos dado cuenta de que al principio estábamos “vendidas” mental y emocionalmente a empleados de negocios relacionados con la discapacidad y a funcionarios inconscientes e irresponsables, que solo buscaban un sueldo al final del mes. Aunque no todos son así, después de varios años en ese círculo vicioso, todos acaban pareciendo iguales.

Por eso damos gracias a la persona que “colmó la gota de nuestro vaso” y nos hizo pasar de ver el vaso medio vacío o medio lleno según sus dulces o desdichadas palabras, a ser nosotras las que llenamos nuestro propio vaso. Un maravilloso día decidimos gestionar nosotras mismas nuestra vida, con el apoyo de todos aquellos que quieran realmente ayudarnos y se interesen por cómo nosotras hemos decidido hacerlo. Hicimos esto no por valentía, sino por nuestra salud global. Ya no podíamos dar más sin obtener ningún resultado significativo a cambio.

Tras abrir los ojos estuvimos unos años resistiéndonos como forma de lucha contra la injusticia de los que no utilizaban el sentido común, porque hay cosas que superaban la dignidad del ser humano. Pero la rebeldía por nuestra parte solo nos llevó al ataque por parte de los que se creían la autoridad en su campo disconexo del todo que Any es.

Actualmente hemos conseguido pasar de la simple resistencia a la compleja indomabilidad en este camino continuo de cambio adaptativo para la supervivencia que es la vida.

Con un hijo con capacidades diferentes surgen problemas de todo tipo: salutogénicos (por problemas relacionados con patologías de base), económicos (para adquirir materiales que con el tiempo nos damos cuenta de que no mejoran la calidad de vida de nuestros hijos), emocionales (porque la vida distópica no favorece a nuestros hijos), etc.. Y así las Madres Especiales nos vemos inmersas en un círculo vicioso, una rueda que nunca deja de girar, amparadas en el pensamiento erróneo de darles “todo” y lo mejor a nuestros hijos (“¡cuánto más caro mejor será!”) sin pararnos a reflexionar, sumidas en la inercia de la velocidad de los sistemas que nos rodean: médico, educativo, etc.

Si como Madres nos empoderamos y nos educamos para tomar las riendas de la vida de nuestra familia, podemos beneficiarnos de un estilo de vida diferente, sin renunciar a lo aceptable de las prácticas alopáticas, a los conocimientos ancestrales de la medicina natural o al último descubrimiento científico. “Nada es verdad o mentira, todo depende del color del cristal con que se mira”. Y como cada uno de nuestros hijos es un mundo, ¿quién mejor que nosotras, sus Madres, para aunar lo mejor de cada Mundo?

Bipedestadores y andadores último modelo, camas posturales, férulas que se quedan pequeñas, sillas con decenas de adaptaciones, coches adaptados, suplementos, medicinas, etc. Nunca se acaba. Siempre hay algo nuevo, o el último modelo, o el peregrinaje continuo buscando el milagro sin esfuerzo, según la moda y el momento.Y lo peor de todo son los resultados. Miles de horas, miles de euros, toneladas de esfuerzo para que al final el niño, ya adolescente, acabe en quirófano con dolores y sin avance, porque a un cuerpo adulto le cuesta mucho más vencer los efectos de la gravedad que a un niño, y entonces casi nadie tiene soluciones.

Y por mucho que gritemos las Madres ya veteranas que hemos pasado por todo eso, porque nuestros hijos son ya mayores, poniendo en alerta a las nuevas Madres Especiales, a veces, de nada nos sirve. Quizás no hayamos sabido transmitir nuestra experiencia, porque 20 años después en mi caso, no he sido capaz de ayudar de forma significativa a un número considerable de madres para que despierten, o pasen de rebeldes a indomables. ¡Quien fuera Mary Poppins! Cuando se trata de tu hijo, lo que más quieres en el mundo, las Madres recién llegadas al mundo de la “discapacidad” pensamos que podemos beneficiarnos de miles de cosas ya que para nosotras son nuevas. Pero realmente llevan décadas en el mundo de la «discapacidad» sin resultados.

Casi todo ya está inventado y probado por miles de Madres.Desde aquí les gritamos desde el corazón una vez más que la mayoría de cosas solo sirven para vaciar los bolsillos y después de años acabar desesperadas y quemadas para lo realmente importante, disfrutar de la vida de nuestros hijos.

A todas esas Madres Especiales que lean este escrito las insto a reflexionar. Ahora que estamos más en casa con nuestros hijos, mirémosles a los ojos. Ellos solo necesitan eso, estar con nosotras, con su familia, para disfrutar de nuestro cuidado y vivir relajadamente, evitando una vida estresante llena de actividades normóticas: educación no inclusiva, revisiones continuas para rellenar los datos de un médico sin solución, decenas de aparatos ortopédicos o métodos de rehabilitación invariables desde hace décadas, etc.

Ante todo respetamos todas las decisiones. Nosotras hablamos claro y alto tras nuestra experiencia, con la esperanza de que alguien nos oiga y algún niño y familia se beneficie. Por eso nació anayany.com, para ayudar. Si una sola familia se ahorra caer en la “carrera de la rata” de la “discapacidad”, pues bien ha merecido todo el esfuerzo de exponernos en la redes, publicar nuestras emociones y hablar desde el corazón de nuestra experiencia, que no es la única, pero sí la que nos ha dado a nosotras excelentes resultados con una Parálisis Cerebral y una de las llamadas enfermedades raras.

Solo gritamos por el empoderamiento de las Madres Especiales. Informémonos, formémonos y responsabilicemonos de la vida de nuestros hijos.

Cometeremos errores pero sabremos levantarnos al estar rodeadas de personas también empoderadas y que nos pueden inspirar y ayudar más allá del dinero, desde el corazón.

Si las Madres Especiales seguimos haciendo lo mismo de siempre, tendremos los mismos resultados. Es hora de cambiar. Cientos de familias, seguramente con mayor poder adquisitivo que nosotras, le han dado todas esas cosas del siglo XX relacionadas con la “discapacidad” y susceptibles de ser conseguidas mediante dinero para sus hijos con problemas motrices. Todos conocemos a “famosos”, con supuestamente mayor poder adquisitivo, que no han conseguido el deseado “milagro” intentando comprar la salud de sus hijos. Vivir con capacidades diferentes no se trata de comprar servicios, aparatos o ser conejillos de indias para el sistema de salud. Se trata de vivir y ayudar a que nuestros hijos sean felices.

¿Alguna vez te has cuestionado por qué cuando nuestros hijos con discapacidad son pequeños todos quieren ayudar, todo parece funcionar, todos quieren medallas por aparentes buenos resultados, pero cuando llegan a la pubertad sin resultados significativos todos se desentienden? Cuando llegan a la pubertad las Madres Especiales ya hemos pasado por tanto, que no son capaces de engañarnos y una de dos: o tiramos la toalla y no queremos más mentiras ni que nos saquen más dinero sin resultados; o tenemos el suficiente coraje para perseguir nuestro sueño y evaluar realmente lo que sí y lo que no ayuda a nuestros hijos. Entonces admitimos que nos equivocamos en lo mismo que cientos de Madres antes. ¡¿Por qué no las escuchamos antes?!

Hoy en día, gracias a la mejora general de la calidad de vida, nuestros hijos llegan a mayores, y entonces, si no despertamos, serán carne de cañón para el siguiente escalafón en los cuidados de personas dependientes.

¡Demos un golpe sobre la mesa si no queremos ser eternas rebeldes manipuladas por intereses relacionados con la “discapacidad”!

Podemos empoderarnos y ser indomables. Podemos elegir el estilo de vida de nuestra familia. Podemos formarnos para no tomar decisiones erróneas una y otra vez, y aprender de verdaderos maestros y de otras experiencias de Madres Especiales en el pasado. Nosotras así lo hacemos en la actualidad. Empoderarnos ha sido nuestro truco. Ser indomables consiste simplemente en no sucumbir a la presión de los sistemas sociales actuales, e inteligentemente conseguir lo mejor para nuestros hijos según un criterio desinteresado.

Si eres una joven Mamá Especial y aún piensas que alguien diferente a ti puede darte una vida feliz junto a tu hijo a través del sangrado económico, familiar y emocional, no habrá servido de nada este escrito. No sacrifiquemos su niñez en cosas que están demostradas que no funcionan. Sí se puede ser felices independientemente de las circunstancias.Y gracias ,a todos aquellos que nos quieran ayudar a caminar no hacia un destino soñado, sino en un presente felizmente consciente.

Aprendizaje: Nuestros hijos son nuestros maestros.

#anayany

#vidasana

#amorinfinito

NUESTROS SEXTOS SENTIDOS

“La fina observación y reflexión sobre lo vivido, lo sentido, lo aprendido, lo equivocado nos enriquece y libera. La sabiduría se cultiva”. Álex Rovira.

El sexto sentido de Papá es el sentido del humor.

El sexto sentido de Any es el sentido común.

Mi sexto sentido es el sentido de la intuición.

Al ser conscientes de que existen muchos sentidos de la vida, no nos limitamos a esta enumeración escasa y por el contrario potenciamos todos nuestros sentidos a la vez que disfrutamos en todos los sentidos. 

Por eso como familia, compartimos todo lo que sentimos, a favor de algo más grande, aportando cada miembro el sentido de la felicidad propio de cada sueño individual a los demás miembros de la familia, haciendo posible un gran sueño común: ·ser felices independientemente de las circunstancias; y al mismo tiempo contribuyendo con nuestro granito de arena a un Mundo más feliz. 

Tener el sentido de una vida feliz no se trata de tener solo pensamientos positivos, sino de caminar por la vida cubriendo etapas, unas mejores y otras peores, para llegar a ser la mejor versión de nosotros mismos mientras disfrutamos del camino y aprovechando al máximo nuestros dones por un bien común mayor.

Por eso no nos limitamos a los sentidos habituales, al llamado sexto sentido o al concepto de sentimiento. Abrazamos todo lo que nos hace vibrar, nos ayuda a vivir o ayuda a los demás.

Practicar el sentido del humor, el sentido común, la intuición, etc.de forma individual y colectiva abre a nuestro ser a ser consciente de muchos sentidos más.

Aprendizaje: Aprovechemos nuestros sentidos para ayudar al bien común.

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