HECHOS DE FASCIA Y AGUA

«Hace lo mejor que puede en cada momento. No se obsesiona por los resultados. Vendrán por añadidura si tienen que venir, sabe que nadie puede empujar el río. Sabe esperar, sabe pensar y dejar de pensar». “El Guerrero Espiritual” Ramiro Calle. 

Somos Fascia. Tejido conjuntivo con más agua (la sangre o la piel) o con menos agua (los huesos).

Cada vez más, el nuevo paradigma anatómico se está imponiendo a la vieja escuela, que consideraba que el esqueleto es lo que sustenta el cuerpo. Si así fuera, nuestros niños con parálisis cerebral podrían mantenerse erguidos ya que tienen un esqueleto completo. Sin embargo, a día de hoy ya sabemos que una fascia con problemas provoca que no exista un correcto desempeño de las funciones del cuerpo.  

Por otro lado, por mucho que se trabajen los músculos desde el viejo paradigma, los resultados en las curvas GMFCS no son significativos ya que se obvia la fascia.

Trabajar la Fascia todavía sigue siendo algo novedoso y poco extendido, a pesar de contar con profesionales que llevan más de 20 años investigando sobre el tema.

Como cualquier sistema alternativo al ya establecido y pese a mejorar lo anterior, tarda en llegar a las masas.

Nosotras, como amantes del avance en todos los campos, llevamos 10 años trabajando la Fascia, formándonos con los mejores e informando desde nuestra propia experiencia.

La conclusión es siempre la misma, independientemente de si hablamos de Terapias, Homeopatía, Energías o Finanzas:

1.- Probamos antes de juzgar. Si no tenemos suficiente información para hacer un juicio de valor coherente, simplemente no lo hacemos.

2.- Evitamos un criterio sesgado. Para conocer un sistema entramos a formar plenamente de él durante el tiempo suficiente para comprobar sus virtudes y sus defectos.

3.- Trabajamos duro por la  recompensa. Cuando nos enfocamos en algo, somos capaces de sacar lo mejor de la nueva experiencia y lo mejor de nosotras. Simplemente desaprendemos y aprendemos lo nuevo en base a mejores resultados.

4.- Cambiamos nuestro estilo de vida en función de los grandes resultados obtenidos y creamos un nuevo mundo coherente en torno al nuevo paradigma.

Por eso nos parece tan importante saber sentir, vibrar con lo natural y seguir el instinto. 

Cuando algo funciona, lo sentimos. Cuando algo nos va a cambiar la vida, vibramos. Y cuando no conocemos el final pero seguimos nuestro instinto y las cosas empiezan a cambiar para mejor. Elegimos ser antifrágiles y caminar el camino.

Somos  fieles a nuestros principios y nos comprometemos 100% con proyectos lógicos que nos ofrecen resultados demostrables.

Cuando alguien se sorprende de la situación actual de Any, que tiene Tetraparesia Espástica y una de las llamadas Enfermedades Raras, le explico lo duro que ella trabaja diariamente cada uno de sus puntos frágiles,  consiguiendo que sus reacciones ante cualquier tipo de stress repercutan lo mínimo en su Salutogénesis. 

En resumen somos partidarias de una Educación para la Salud Práctica, no solo teórica.

Aprendizaje: Somos Fascia. 

#fascia

#anayany

#salutogénesis

#antifrágil

UNA DE CUENTOS

El infierno y el paraíso.


Un samurai le pidió a un maestro que le explicara la diferencia entre cielo e infierno. Sin responderle, el maestro se puso a dirigirle gran cantidad de insultos. Furioso, el samurai desenvainó su sable para decapitarle.

-He aquí el infierno -dijo el maestro antes de que el samurai pasara a la acción.

El guerrero, impresionado por estas palabras, se calmó al instante y volvió a enfundar el sable. Al hacer este último gesto, el maestro añadió:

-He aquí el cielo.

Al entrar en determinados estados, nos creamos nuestro propio infierno, así como al entrar en otros estados nos creamos nuestro propio paraíso.


Aprendizaje: El infierno y el paraíso dependen de nosotros.


#anayany

#amorinfinito

#vidafeliz

APRENDER A VIVIR.

“Me permito buscar lo que considero que necesito del mundo, y no esperar que alguien me dé el permiso de obtenerlo”. Jorge Bucay.

Esta maravillosa frase puede resumir la diferencia entre vivir como eternos aprendices y estudiar.

Nosotras siempre hemos tenido claro que cumplir con exigencias externas respecto a nuestra formación, aunque fueran pedagógicamente asimilables, no tiene sentido alguno. Nosotras elegimos no perder tiempo con ciertos  aprendizajes que se demoran por circunstancias del modelo. Incluso en muchos casos hemos  llegado a elegir desaprender tras estar sometidas a conocimientos teóricos no acertados, caducados o sin valor en nuestras circunstancias vitales actuales, y cambiarlos por otros que hemos podido utilizar y nos ayudan a vivir, por ejemplo en temas de alimentación, rehabilitación, finanzas, etc.

Lo tenemos claro, no queremos dedicar nuestro tiempo a estar entretenidas en modelos de aprendizaje para masas, mientras nos estamos perdiendo el florecer de los almendros, las mareas más profundas del año, la mejor nevada del invierno…y todo lo que lleva asociado. Muchas experiencias que afectan a nuestro desarrollo vital son difíciles de recuperar si nos las perdemos, y nos pueden enseñar muchas más cosas sobre la felicidad de vivir que las materias clásicas de los centros educativos que podemos adquirir por nuestra cuenta siempre que lo deseemos o lo necesitemos. 

Any siempre ha sido para mí una gran maestra en ese sentido, porque ella libremente ha elegido siempre aprender de forma autodidacta y nunca ha esperado a seguir el ritmo de las masas. Desde que empezó a leer con tres años, no ha parado de cultivar su mente y por lo tanto su cuerpo, sus emociones y su espíritu, porque no se puede separar la sabiduría del desarrollo pleno. Nunca ha tenido miedo a crecer por sí misma, es más, siempre le ha molestado que la tengan entretenida y no le dejen tiempo para ver lo que hay ahí afuera. 

Por eso para nosotras es tan importante vivir desde el amor. Porque donde hay amor no hay miedo, y donde no hay miedo hay libertad, y donde hay libertad hay paz, bienestar, creación, entusiasmo y aprendizaje continuo. Y donde existen todas estas condiciones hay felicidad sin más, sin búsquedas, sin condicionamientos, sin vicios. La felicidad de ver el amanecer y así aprender a valorar un día más de vida para vivirla.

Siempre estamos aprendiendo millones de cosas nuevas, desde cómo funciona el bitcoin hasta la vida más allá de la muerte, y no necesitamos estudiar memorísticamente nada. Aprendemos a diario a valorar el paso del tiempo, con el crecimiento de las horas de día en esta estación, y de los mirlos que nos rodean. Aprendemos a observar y conocer nuestro cuerpo y sobre la adquisición de ingresos pasivos. Si un tema nos afecta o tiene sentido vital para nosotras, profundizamos en él de forma espontánea, le dedicaremos tiempo y esfuerzo y lo incorporamos a nuestra vida, porque amamos que todo eso forme parte de nuestros días.

Por el contrario, intentar incorporar a nuestra mente, de forma aislada y mecánica, conocimientos obsoletos y parcialmente seleccionados, en un espacio “enjaulado”, para nosotras no es aprender. Las memorizaciones al igual que llegan se van, en función de nuestra capacidad memorística, de nuestras experiencias y atención… pero lo que no usamos, tarde o temprano se va, lo que no utilizamos, el cerebro lo desecha si no es útil para su supervivencia.

Por eso a nosotras nos resulta increíble pensar que tras una carrera universitaria concreta, por ejemplo, pueda llegar a pensarse que está la felicidad o el dinero o…. La vida se ha encargado de enseñarnos que no hay tiempo que perder y por eso nosotras preferimos aprender de otra manera y contemplamos con admiración la libertad de los que viven sin presiones porque realmente son sabios, y para nosotras maestros reales.

Siempre buscamos el equilibrio y por eso nos hemos responsabilizado de nuestra propia educación, para poder tener una vida feliz según nuestras circunstancias, fuera de las imposiciones de una educación de masas, muy respetable para quienes la elijan libremente. Pero para nosotras nunca ha tenido sentido perder la niñez y la juventud sentadas en un pupitre estudiando otra vez lo de siempre, para llegar a una carrera universitaria y acabar en la carrera de la rata. Solo hace falta vernos, generación tras generación, para comprobar que algo está fallando en la educación. Quizás sea hora  de mirar más allá del sistema educativo. Esa ha sido nuestra elección y desde luego se la recomendamos a todos los padres. No se trata ya tanto de dejar la educación reglada, sobre todo cuando es obligatoria, como de hacernos cargo como padres de la educación integral en casa de nuestros hijos. Sí se puede. Para eso sale el sol todos los días, para dejarnos ver su brillo y mostrarnos así todo lo que hay que aprender para tener una vida feliz independientemente de las circunstancias y mostrárselo con nuestro ejemplo a nuestros hijos. nada es perfecto, pero sí podemos elegir hacer de nuestra vida un momento mágico.

Aprendizaje: Somos libres para elegir, porque sabemos que siempre hay una alternativa.

#anayany

#vidafeliz

#amorinfinito

#educacionlibre

UNA DE CUENTOS

La mujer sabia.

A las puerta de una rica ciudad construida en medio del desierto, una sabia mujer daba la bienvenida a los visitantes.

Una mañana, poco después del amanecer, llegó un caminante que afirmaba llegar de un país lejano. Tras atravesar centenares de kilómetros de arena, deseaba conocer las costumbres del lugar.

Justo antes de cruzar las puertas, preguntó a la mujer cómo eran las personas que allí vivían.

A lo que la mujer sabia le contestó:

“Primero, me gustaría saber cómo son las gentes de donde usted viene”.

El hombre rezongó que eran gente molesta, perezosa, ignorante, mentirosa, creída y ególatra.

“Me fui de mi ciudad porque solo hay cretinos, y ahora busco un sitio mejor para quedarme”.

Al escucharle, la mujer sabia le confirmó que en su ciudad encontraría un panorama similar.

Por lo que el caminante se marchó en busca de un lugar mejor para él.

A la tarde, cuando el sol empezaba ya a esconderse, se presentó un nuevo viajero.

Un joven risueño que le explicó que llevaba tiempo queriendo visitar la ciudad y quien le preguntó: “¿cómo son los habitantes de aquí?”

Al igual que con el viajero anterior, la mujer sabia quiso saber antes, cómo eran los habitantes de su ciudad.

“Es gente estupenda, la mayoría amables a quienes les gusta compartir. Buena gente. Hay otras no tan solidarias, pero si las tratas bien y eres comprensivo con su situación, no serán mezquinos contigo”.

Dicho esto, la mujer le dio la bienvenida y le aseguró que en su ciudad conocería a tanta gente buena como del sitio del que venía.

Aprendizaje: Tanto nuestras expectativas como nuestros prejuicios cargan nuestra mirada hacia los demás.

#anayany

#vidafeliz

#amorinfinito

UNA DE CUENTOS

LA FLOR.

Había una vez un niño pequeño que estaba en clase de dibujo creativo. La profesora les informó de que había llegado la hora de pintar y el chaval se puso muy contento. Cogió su estuche de colores y empezó a trazar las primeras líneas de lo que iba a ser un coche con alas de color azul y rosa. Su imaginación parecía no tener límites.

«¡Un momento!», dijo de pronto la profesora. El chico dejó súbitamente los colores en su mesa. «Todavía no he dicho qué vamos a pintar. Hoy vamos a dibujar flores», añadió. «¡Genial!», pensó el niño, porque a él le encantaba dibujar flores. Y enseguida empezó a dibujar una flor que no existía, con forma de cohete y de un color similar al del arco iris. Nuevamente, la maestra volvió a interrumpirle, diciendo: «¡Un momento! Todavía no he dicho qué tipo de flor vamos a pintar».

El chaval dejó los colores sobre su escritorio y observó cómo la profesora empezó a dibujar en la pizarra una flor roja con un tallo verde. Les enseñó exactamente cómo se tenía que hacer y todos los niños comenzaron a imitar su dibujo. Al niño le gustaba más su flor que la de la maestra, pero se limitó a obedecer sus indicaciones. Cogió otra nueva hoja en blanco e hizo una flor como la de la profesora: roja, con el tallo verde.

Los años fueron pasando y el niño fue aprendiendo en cada clase a esperar, obedecer e imitar, haciendo las cosas siguiendo el método que su maestra les enseñaba. Estaba haciendo con sus alumnos lo mismo que sus profesores habían hecho en su día con ella. 

Finalmente, el niño y su familia se mudaron a otra ciudad, y el chaval fue a una escuela nueva. Y durante su primer día de clase, la maestra le dijo: «Hoy vamos a hacer un dibujo». Mientras el resto de chicos empleaba su creatividad para pintar cualquier cosa que se les ocurriera, el chico nuevo se quedó quieto, esperando a que la profesora le dijera qué tenía que dibujar y cómo tenía que hacerlo. Pero ella no decía nada; se limitaba a caminar por el aula, observando con curiosidad y admiración las creaciones de sus alumnos.

De pronto, se dio cuenta de que el nuevo alumno seguía sin tocar su estuche de colores. Se acercó hasta él y le preguntó: «¿Cómo es que no dibujas nada?» Y el chaval, sorprendido, le contestó: «Estoy esperando que me digas qué vamos a dibujar hoy». A lo que la profesora le dijo: «Puedes dibujar lo que tú quieras». El niño se quedó boquiabierto. No se esperaba que tal libertad fuera posible en una escuela. Sin embargo, permaneció quieto.

«¿Qué ocurre? ¿Estás bien?», le preguntó la maestra. «Sí, solamente que no se me ocurre nada que dibujar». La profesora, extrañada, trató de motivarlo, diciéndole. «A ver, ¿qué es lo que más te gusta?» El chaval, incómodo, le dijo: “No lo sé, la verdad». Y esta, con mucha delicadeza, se sentó junto a él, e insistió: «Tienes toda la libertad del mundo para dibujar lo que te apetezca. Lo que sea. No te preocupes si está bien o mal. Lo importante es que te haga ilusión y te divierta. ¿Qué me dices? ¿Qué te apetece dibujar?» 

Y el chaval, incrédulo, le respondió: «No lo sé… ¿Una flor?» Y la maestra, llena de entusiasmo, le contestó: «¡Qué buena idea! ¡Me encantan las flores! A ver, ¿qué tipo de flor te apetece dibujar? ¡Puedes dibujarla con la forma que tú quieras y del color o los colores que más prefieras!» Y el chaval, con un brillo especial en sus ojos, le preguntó: «¿De la forma y del color que yo quiera?» Y la maestra, asintiendo, le dijo con ternura: «¡Claro! Si todos hicieran el mismo dibujo usando los mismos colores… ¿Cómo podría yo saber quién lo ha dibujado?» Seguidamente, el niño cogió un par de colores y comenzó a pintar una flor roja con un tallo verde.

Aprendizaje: Para crear y avanzar se necesita libertad.

#anayany

#vidafeliz

#amorinfinito

NUESTRO CAMBIO DE VIDA TRAS EL EVENTO DE ROBERT KIYOSAKI 2017

“Nos encanta poder ofreceros nuestro testimonio sobre cómo se han hecho realidad nuestros sueños con una vida llena de felicidad y libertad. 

Nuestra familia la componen tres miembros: 

Manuel Pascual, Licenciado en Administración y Dirección de Empresas; ex-empleado en grandes cadenas de hoteles internacionales como Jefe de Administración y Director Financiero y actualmente intraemprendedor en una compañía de rehabilitación que ayuda a niños con problemas motrices, como nuestra hija.

Ana Suárez. Diplomada en Magisterio, ex-empleada en trabajos base y actualmente dedicada a tiempo completo al cuidado de nuestra hija.

Y Any Pascual, la culpable de nuestro cambio de mentalidad, vida y sueños. Tiene 18 años y mucho camino por delante para emprender y así hacer sus sueños realidad. Le encanta escribir, leer y sobre todo agradece ser libre para poder dedicar su tiempo a lo que más le gusta, autoeducarse en los más diversos campos de la vida: libertad financiera, conocimientos varios, control emocional, equilibrio espiritual, cuidado personal.

Nuestra vida cambió el día que regresamos del evento que Fernando González organizó en Barcelona, España, con Robert Kiyosaki, aunque todo empezó mucho antes.

Nuestra vida pasó de ser aparentemente fácil, dos universitarios con trabajo, un Audi A3 y un triplex con jardín y piscina a las afueras de la ciudad, a complicarse bastante en temas de salud, dinero y estabilidad. Nunca te esperas las sorpresas que te puede deparar la vida. Nuestra vida cambió con el nacimiento de Any. Tener una hija con una gran discapacidad no es fácil, y tampoco barato. La familia acabó dividida. Manu tuvo que irse a trabajar a Madrid, mientras que Ana y Any vivíamos con los abuelos. Eran momentos duros en muchos sentidos, también económicamente hablando. Teníamos que hacer frente al pago de la hipoteca de nuestra casa, los sueldos no eran muy altos y los gastos cada vez eran mayores. 

Corría el año 2012 y Manu leía a menudo blogs de economía y comentaba temas de finanzas con el único compañero de trabajo, un mexicano, al que le importaban estos temas, Joe. En un blog recomendaban el libro Padre Rico, Padre Pobre de Robert T. Kiyosaki. Inmediatamente se hizo con un ejemplar que leía en el autocar durante los viajes, de más de 500 km., para vernos los fines de semana. Los sábados y domingos con Any tomaban el sol, disfrutaban del jardín y leían juntos el libro, comentando los conceptos que allí se trataban y como llevarlos a la vida real. 

Estábamos saliendo en ese momento de una época de crisis, que había comenzado con el estallido de la burbuja inmobiliaria en 2008 y los precios en la bolsa eran razonablemente bajos, así que decidimos comprar acciones que pagaran dividendos, eran activos que ponían dinero en nuestros bolsillos sin trabajar.Lo poco que ahorramos lo invertimos, en vez de meterlo en el banco, en acciones. Estudiábamos las empresas que daban dividendos e invertíamos, no por recomendaciones del personal de los bancos, sino aprendiendo de expertos y bajo nuestra propia responsabilidad.

Manu y Any incorporaron a su lenguaje parte del vocabulario financiero: ingresos pasivos, libertad financiera, carrera de la rata… Sabíamos que estábamos en ese círculo vicioso, ya que apenas podíamos ni pagar el préstamo de nuestra hipoteca, pero no conocíamos el concepto de deuda buena, así que la mitad de nuestros ahorros anuales iba a quitar hipoteca y la otra mitad a bolsa. Lo que sí teníamos claro es que cambiábamos tiempo por dinero, pero Robert decía: no dejes tu trabajo, para crear activos, necesitas dinero para invertir. Manu, de hecho, tenía dos trabajos, en un hotel y otro a tiempo parcial en la empresa que se encargaba de la rehabilitación de nuestra hija. Pronto, esta empresa necesitó a una persona a jornada completa, para trabajar desde casa por internet, y dimos el salto. Ni nos lo pensamos. Al haber creado activos a un ritmo muy grande, teníamos unos considerable ingresos pasivos al año de nuestra inversión. Con estos ingresos pasivos, nuestro miedo al cambio laboral, se atenuó. Manu pasó de ser empleado (durante más de 20 años) a ser autoempleado e inversionista. La vida cambió una vez más: trabajo desde casa, formaciones online, y por supuesto seguimos leyendo a RTK. Volvemos a vivir todos juntos en Madrid y todas las noches (2014-2015) leíamos antes de acostar a Any, algún libro de Robert. Cuando íbamos a la feria del libro, Any con 10 años, era la única niña que se paraba en la caseta de libros sobre finanzas para comprar libros de educación financiera. La miraban raro: por pequeña, por su silla de ruedas y por las preguntas que hacía, ni propias de un adulto. Any había leído ya muchísimos libros de educación financiera, el primero “Padre Rico Padre Pobre” con ocho años, y habíamos empezado a aplicar las enseñanzas en el control de las finanzas familiares basándonos en la Filosofía Kiyosaki. También estudiamos mucho sobre inversión en bolsa y Any empezó a invertir por su cuenta en 2015 replicando lo que Manu hacía aunque poco a poco dio un giro a otras compañías: Google, Apple, Disney, etc. Ella hacía su análisis fundamental y según sus valores invertía con criterio y buenos resultados. Además jugábamos al CashFlow a menudo. La que menos estaba metida en el tema era yo. Pero tanto jugar juntos acabé aprendiendo muchos de los conceptos básicos simulados en el juego. El CashFlow.

Con el cambio de trabajo de Papá decidimos vender nuestro piso de Madrid para irnos a vivir a un sitio más saludable, al teletrabajabar en casa. Lo pusimos en manos de terceros, en una inmobiliaria china y en otras tradicionales que no velaban por nuestros intereses, simplemente querían cobrar ese mes una comisión por ventas. Los precios habían bajado muchísimo desde que nosotros habíamos comprado en el 2005, antes del boom inmobiliario, y no solo no le ganaríamos nada por plusvalía, sino que más bien no nos llegaba ni para pagar el resto de préstamo hipotecario pendiente. No sabíamos qué hacer, así que lo dejamos en manos de las inmobiliarias, a pesar de que ellos no velaban por nuestros intereses. Llegaron ofertas, pero muy inferiores incluso al precio de compra. Pero decidimos tirar de ahorros e irnos de alquiler al sur de España, sin haber vendido el piso.

Y un buen día…¡Robert Kiyosaki viene a España! Justo en el momento adecuado.

Lo primero que hicimos fue entrar en internet para adquirir entradas. Pero wow, ¡vaya precios! La verdad es que una persona sola podría ir al evento completo, pero toda la familia, tres personas, salía realmente caro. Tampoco nos fiábamos mucho de que no hubiera gente intentando aprovecharse de la venta de entradas falsas, así que estuvimos haciendo algunas llamadas, e informándonos. De hecho las primeras entradas que salieron solo se podían pagar en bitcoin¿? Ni idea del tema. Tras hablarlo en la cena, como hacemos con todos los temas importantes, concluimos que nos iríamos a Barcelona y asistiríamos a la presentación del primer día, que para tres personas era un precio asumible. Otra vez la ignorancia en temas de dinero, en aquellos tiempos, nos hacían alejarnos de la que sería la mejor experiencia de nuestras vidas. Lecciones aprendidas: que el dinero no limite nuestros sueños y  la educación es el mejor gasto para avanzar en cualquier campo.

Reservamos un airbnb, que en aquella época era lo más habitual, junto a Puerto de Barcelona, la Feria y cerca de donde se celebraba el evento. Todo bien, ya teníamos entradas, alojamiento y el viaje planificado. Pero, poco antes del día,  el evento cambió de ubicación. ¡Cómo? ¡Es Robert Kiyosaki! ¿Ahora nos tenemos que ir a un pueblo no sé dónde cuando ya tenemos todo reservado en Barcelona ciudad? (En esos momentos es cuando dejas todo tu crecimiento interior y espiritualidad a un lado y quieres cargarte al tío de la organización. Nuestra ignorancia nos hacía ver las cosas solo desde un lado de la moneda). En fin, ya no había marcha atrás, esto solo pasa una vez en la vida y había que disfrutar del día, así que no íbamos a fastidiar nuestra ilusión por un cambio de ubicación.¡Fuímos con todas las consecuencias! Realmente el evento era el sueño de Any. Habíamos estado años atrás en Disney París pero esto era mucho mejor. Su referente vital venía a España y ella quería “verlo”. Y ya que viajábamos, decidimos ir tranquilamente, sin prisas, estar un día antes e irnos un día después, porque realmente el viaje era largo y fatigoso para Any. Tras diez horas en coche nos plantamos en Barcelona el día antes del evento.

Por fin había llegado el día. Cuando aparcamos en el pueblo donde se celebraba, Castelldefels, nos quedamos maravillados. Estábamos tan felices e ilusionados que estábamos dispuestos a todo. Paseamos un rato por la playa hasta la hora del evento y cuando llegamos al hotel ya había una gran fila de personas esperando. Personas de todo tipo: estudiantes universitarios, personas del mundo de las finanzas, jóvenes emprendedores, empresarias de cierta edad, etc. ¡Hasta había un hombre con aspecto de yogui! Parecía que a todo el mundo le interesaba saber más sobre el dinero. No habían abierto las puertas aún y ya nos encontramos con algunas barreras arquitectónicas para la silla de ruedas de Any, así que decidimos ir a buscar al responsable para comentarle nuestro caso particular . Un chico muy amable, bien vestido y muy serio, Guga de la Fuente, era el contacto. Él mismo nos abrió una puerta a la sala más accesible para Any, nos invitó a ubicarnos donde quisiéramos y no nos quitaba el ojo de encima, para ver en que nos podía ayudar a pesar de estar a punto de comenzar la locura de la apertura de puertas para el evento. 

Cuando apareció Robert Kiyosaki, enseguida nos dimos cuenta de que era un gran líder y un Maestro de verdad. Any estaba literalmente con la boca abierta. Vibraba con cada una de sus palabras, acababa sus frases más conocidas, y saltaba de alegría con su humor inteligente. Se había leído la mayoría de sus libros, en familia aplicábamos sus enseñanzas y ahora disfrutábamos de su presencia. Estábamos felices como pocas veces. El sueño de Any se había hecho realidad. Cuando terminó el evento de ese día, nos quedamos con ganas de más, pero el precio de las entradas… Nos quedamos los últimos para salir de la sala, no teníamos prisa y la scooter de Any no pasaba entre las sillas que se habían ido moviendo inevitablemente durante el evento. Esperamos, y el que espera… Guga se volvió a acercar cariñosamente a Any para interesarse por su opinión sobre la experiencia y Any vibraba de emoción. Entonces nos dijo que esperáramos allí un momento. Al rato volvió y nos indicó para pasar por una zona del hotel que no era la salida directa, y nos invitó a  esperar allí un momento. Al rato apareció el mismísimo Robert Kiyosaki y todos sus Advisors. 

Any acabó abrazada a Robert y con la felicidad por las nubes. ¡Fue un momento mágico e inolvidable! Todos fueron encantadores y risueños, y no tenían ninguna prisa, allí se quedaron con nosotros un buen rato. Fernando González, el organizador del evento, era el único que hablaba español, aunque allí sobraban las palabras. Fotos, firma de libros y…ahí no acabaron las sorpresas. Desde la mayor de la mayor humildad y, pidiéndonos permiso a los padres como tutores de Any, nos ofrecieron la posibilidad de asistir al evento completo de esos días, si es que Any se encontraba con fuerzas para asistir. “¡SÍ! Por supuesto, muchísimas gracias”. No teníamos palabras. Aumentamos nuestras noches de estancia en Barcelona y a la mañana siguiente en vez de irnos de turismo, nos fuimos, sin saberlo, a cambiar nuestra vida.

Al día siguiente fuimos muy puntuales, como siempre. Las mesas ya estaban asignadas, así que nos pusieron una mesa extra a un lado de la sala, cerca del escenario y junto a la mesa de los Advisors ¡Fantástico! Ese día asistimos a un repaso y aumento de conocimientos sobre la filosofía Kiyosaki. Gracias a él conocimos en el 2017 que era el bitcoin, como tener oro y plata y por supuesto cómo invertir en bienes raíces. Robert contó sus historias, explicó la pérdida de valor del dólar, la crisis del 29 y toda la base económica que sustenta su manera de ver el dinero.

También participamos en un Juego de Rol con Garret Shaton, el abogado de Robert. Cada uno resolvía un problema de protección de activos. Unos hacíamos de demandantes y otros de demandados. Cuatro ejemplos fueron llevados al escenario, todo muy gracioso y pedagógico. Así entendimos la importancia de crear una empresa para gestionar activos.

Algo que nos llamó la atención en cuanto a la organización fue que, si nuestras circunstancias especiales no limitaban nuestro interés por no perdernos nada, como personas con todas sus capacidades supuestamente en condiciones óptimas, llegaban tarde tras las pausas, y pagaban gustosamente, algunos más que otros,  la cuantiosa “multa” que  Fernando Gonález asignaba a los que no eran  responsables de su propio tiempo e interrumpían a los demás. Nos sorprendía que sus negocios fueran exitosos ni eran capaces ni de cumplir una norma tan sencilla. En fin, por lo menos muchos empresarios colaboraron abundantemente con la causa social del evento. Siempre hay un lado positivo. 

En uno de los recesos Ana Cecilia, la mujer de Fernando González, salió un momento de la sala y Manu se levantó como si tuviera un resorte y desapareció sin decir nada. Al rato volvió, antes de tener que pagar, y nos contó que se había ausentado porque quería consultar con Ana Cecilia nuestra situación respecto al piso en propiedad en Madrid. ¡Increíble! Esa pequeña consulta valía más que su peso en oro. Eternamente agradecidos. Es lo que tiene estar cerca de Maestras Reales.

Durante esos días muy amablemente nos invitaron varias veces a comer algo con RTK, Fernando y los Advisors, pero utilizábamos los recesos para que Any se tumbara para recuperar su espalda. Aún así agradecíamos que estuvieran muy pendientes de nuestras necesidades y que respetasen totalmente nuestras decisiones. Nos hacían sentirnos como en casa y nos mostraban la grandeza de la humildad. Los aprendizajes de esos días sobrepasaban con creces la educación financiera.

Segundo día. ¡Jugamos al CashFlow! Incluso mi compañera y yo logramos salir de la carrera de la rata y conseguimos nuestro sueño¡en un tiempo récord! Pero sin mucho mérito la verdad, porque nadie más en la mesa había jugado antes, a excepción de nosotros tres que lo hacíamos a menudo. Nos parecía increíble que aquellas personas pagaran tanto dinero por estar en un evento, y no tuvieran la mejor herramienta para aprender la filosofía de Robert Kiyosaki: el CashFlow. Otra lección: Educarse y crecer lleva mucho tiempo, no basta con asistir a un evento. A cualquiera que quiera aprovechar de verdad un evento, tanto como para cambiar su vida, le recomendamos formarse adecuadamente con anterioridad para aprovechar todo lo que allí se cuenta.

También estuvieron en el evento los creadores rusos de VK para contarnos a todos su experiencia empresarial y su visión de futuro y oportunidades en España. Con los tipos de interés tan bajos les sorprendía que todos no lo estuviéramos aprovechando para el mercado financiero.

También dieron su testimonio Lluisa Ochoa. Y una de sus frases se nos quedó clavada: “5 inmuebles por depreciación uno gratis”. Desde luego se notaba su dominio, experiencia y profesionalidad, así que desde entonces se convirtió en parte de nuestro equipo como nuestra asesora fiscal. 

Y Ana Cecilia, inversionista inmobiliaria en USA, explicó cómo participaba del desarrollo inmobiliario. Compraba una vivienda de flujo pequeño, la mejoraba y volvía al banco a pedir un crédito mayor con el que recuperar el dinero invertido. Así obtenía retornos infinitos, nada de dinero propio invertido. Tuvimos el maravilloso testimonio de toda la familia: Fernando González, Ana Cecilia y sus tres hijas: Andrea, Alexandra e Isabella. Aquello nos marcó. Era un ejemplo donde sentirnos reflejados. Para nosotros la familia es fundamental y ellos eran Maestros Reales. Un ejemplo de cómo aplicando la filosofía Kiyosaki se podía alcanzar la libertad financiera felizmente en familia.

La mayor sorpresa llegó cuando Fernando, sin esperarlo, nos llamó a nosotros al escenario. Después de oír a todos aquellos grandes empresarios, nos sentimos un poco abrumados, pero Any estaba en su salsa. Allí, con Robert Kiyosaki, los Advisors y Fernando, Any dio su testimonio sobre qué hacía una niña tan pequeña en aquel tipo de evento. Agradecemos muchísimo el cariño de todos, Robert, Fernando, los Advisors y los participantes en el evento. Fue un momento inolvidable. Gracias.

Los recordamos como unos días maravillosos, con un aprendizaje abrumador en temas de educación financiera. En el evento coincidimos con caras muy conocidas en España y del mundo hispanohablante: influencers, líderes en temas de formación, libertad financiera, emprendimiento…todos ellos discípulos de las enseñanzas de RTK; pero lo mejor fue que conocimos a personas maravillosas, Maestros Reales, empezando por Fernando González, organizador del evento y mano derecha de Robert Kiyosaki para el mercado latino, y a toda su familia, personas de las que aprender. Y muchas otras con las que compartir y a las que nosotros también podíamos enseñarles cosas, como jugar al CashFlow. ¡Increíble que muchos no supieran!

Tras el final del evento, un momento precioso de meditación común, nos fuimos directamente a casa. En el coche, Manu nos explicó más en profundidad lo que había hablado con Ana Cecilia y, apoyándonos en aquel conocimiento, los tres decidimos, allí mismo, que no venderíamos nuestro piso de Madrid, sino que lo pondríamos en alquiler. Y también decidimos formarnos poco a poco para poder realizar otras inversiones.

El mayor aprendizaje del evento fue que había muchas personas que estaban llevando la teoría a la práctica, los conocimientos de Robert Kiyosaki a la vida real, con muy buenos resultados.

Pronto conseguimos alquilar el piso de Madrid, y con la renta, nos daba para pagar el préstamo hipotecario de esa vivienda y el alquiler de la que estábamos viviendo ¡No era magia! ¡Lo estábamos haciendo! Tomamos acción tras informarnos y formarnos, con la asesoría de personas que ya lo estaban haciendo, mentores y maestros reales, y los resultados fueron los esperados. Nunca pensamos que fuera tan fácil salir del círculo vicioso y entrar en el virtuoso. Ahora nuestras viviendas se pagan solas, vivimos como queremos trabajando en lo que nos gusta desde casa, y tenemos flujo de efectivo positivo.

En 2018 compramos nuestra segunda vivienda, donde vivimos actualmente.

En enero de 2020 compramos nuestra tercera vivienda, esta para alquilar. Un tres uno en zona universitaria que se alquiló rápidamente a pesar de las circunstancias. Realizamos un estudio del mercado por nuestra cuenta y conseguimos una vivienda con un ROI del 12% anual.

Actualmente ya estamos observando el mercado para nuestra siguiente inversión inmobiliaria. Estamos preparados para aprovechar el momento. 

Seguimos informándonos con Robert Kiyosaki en Rich Dad Radio Show, en las redes sociales con sus Advisors y por supuesto con Rich Dad Latino. Agradecemos además poder estar en permanente contacto con Fernando González y su maravillosa familia. 

Gracias a toda esa información y formación que está hoy en día al alcance de todos a través de internet, podemos estar a la última en todos los temas relacionados con el cambio económico que se avecina. También hemos pasado a la acción y  estamos deshaciendo posiciones en bolsa, por ejemplo, para invertir en mercados más seguros en este momento. 

En 2017 nos cambió la vida en el evento organizado por Fernando González y hoy en día seguimos aplicando la filosofía Kiyosaki, no solo en la parte financiera, sino en el resto de nuestra vida, ya que los valores que nos enseñaron las personas de éxito, están alineadas con los nuestros: responsabilidad, crear para que nuestros sueños se hagan realidad, etc. 

Fernando nos demostró con su ejemplo que sí se puede, y nosotros seguimos sus pasos y los resultados han sido maravillosos. Gracias. Necesitábamos un ejemplo real, el que nos dio Fernando, de que la filosofía de Robert era posible aplicarla y obtener resultados.

A partir de entonces nació anayany.com para contar a otras familias que sí se puede en muy diversos temas: finanzas, control emocional, cuidado personal, etc. Porque una de las cosas que nos compartió Robert Kiyosaki en el evento es que él, anteriormente,  no era feliz, aunque sí millonario, y tuvo que desarrollarse en muchos ámbitos para tener una vida plena. 

Nosotros ahora podemos decir que somos libres, felices y conscientes y estamos eternamente agradecidos a todos los que nos han ayudado a llegar hasta aquí, especialmente a Robert Kiyosaki y a Fernando González por el maravilloso evento de Barcelona 2017”.

UNA DE CUENTOS

Las lágrimas de Arakuine.

El monje Arakuine lloraba. Su amigo le preguntó:

-¿Por qué lloras?

Arkuine respondió:

-¡Ve a preguntárselo al maestro!

Fue a ver al maestro:

-¿Por qué llora Arakuine?

-¡Ve a preguntárselo! –respondió el maestro.

El monje regresó al lado de Arakuine y le encontró riendo. Le dijo: -¿Cómo puede ser? ¡Antes llorabas y, ahora, ríes! ¿Por qué?

Arakuine le respondió:

-¡Porque antes yo lloraba y ahora río!

Si tengo ganas de llorar, lloro. ¿Por qué contenerme? El cielo es azul, sobreviene una tormenta, llega la lluvia. Pero luego, la lluvia se va. Y cuando me preguntaS: «¿Por qué lloras?, te digo: «¡Ve a preguntárselo al maestro! A tu maestro.

¡Pregúntate a ti mismo! Entras en ti y te ves llorar. ¡Cuando llores, llora! ¡Cuando comas, come! ¡Cuando te enfades, enfádate! ¡No reprimas tu cólera! ¡Abandónate! ¡Pregúntate a ti mismo! Sé un cielo azul transparente. ¡Y cuando tengas ganas de llorar, llora y luego, si tienes ganas de reír, ríe! La tormenta ha pasado y los pájaros cantan. Tú dejas venir y dejas pasar con un inmenso placer».

Aprendizaje: Deja entrar la luz en tu cabeza. En la luz, está la sombra y otras cosas, pero es siempre luz. 

#anayany

#vidafeliz

#amorinfinito

SUEÑOS O REALIDAD

“¿Qué es la vida? Un frenesí.

¿Qué es la vida? Una ilusión,

una sombra, una ficción,

y el mayor bien es pequeño:

que toda la vida es sueño,

y los sueños, sueños son”. 

Calderón de la Barca.

Hay algo más maravilloso que soñar, y es ver como nuestros sueños se hacen realidad. Entonces la unión entre el sueño soñado y la realidad al despertar es tan sutil que realmente no existen sueños sino soñadores.

Pero el «Sr. de Todos los Sueños» no viene a buscarnos a casa y dice: «¡Venga, has tenido suerte! y hoy te voy a conceder tus deseos». El «Sr. de Todos los Sueños» es muy inquieto, y le gustan las personas que toman acción, que tienen entusiasmo y que miran por el bien común. 

Nosotras de tanto soñar,  hemos conseguido que a veces los sueños lleguen solos, sin saber cómo, a nuestra realidad. Eso sí, nunca cerramos las puertas y mantenemos las condiciones adecuadas para que aquí hallen su hogar y se queden. Y cuando se resisten, solo hace falta realizar algunos cambios y mantener un estilo de vida saludable, para que muchos más se quieran quedar. 

Para nosotras vivir pasa por buscar que nuestros sueños sean nuestra realidad. Por ser capaces de ver las cosas maravillosas que hay a nuestro alrededor, y a las que antes simplemente no prestábamos atención o no valorábamos. Entonces es cuando comprobamos que los sueños no estaban tan lejos. Porque en la sencillez está lo que buscábamos. Y cuando pensábamos que el sueño se había cumplido, la vida se transforma de nuevo. Y volvemos a soñar, porque la vida es un aprendizaje continuo en el camino de la felicidad y vivimos sumergidos en lo que antes eran sueños, ahora ya no lo son, y otros nuevos vienen y vuelta a empezar.

Dejemos fluir a la vida, no le pongamos trabas a nuestros sueños y se materializarán de la forma adecuada. 

No es magia, es confianza, entusiasmo y vivir desde el amor, la paz y la sencillez.

Aprendizaje: Cuando despertamos es cuando nos damos cuenta de  “que toda la vida es sueño”.

#anayany

#amorinfinito

#vidafeliz

#sueñosanayany

AMOR MUTUO

“Cada momento que paso sin las personas a las que amo es un momento de tiempo perdido”. J.R.R. Tolkien.

Nos despertamos todos los días y juntos elegimos amarnos, cuidarnos y cubrir nuestras necesidades. Eso define para nosotras una Familia: la elección libre de convivencia entre cada uno de sus miembros.

Compartimos valores como la tolerancia, el respeto, la libertad, la paz… siendo ejemplo los unos para los otros de lo que es realmente amar desde el corazón. Para nosotras compartir valores es fundamental para relacionarnos saludablemente de forma duradera. Puede que no todos, en nuestro caso los pilares que compartimos y mantienen a la familia unida son: Amor, Paz, Felicidad y Bienestar. 

Juntos aprendemos a diario lo que es compartir, escuchar, cuidar, ayudar, ser felices… porque la vida cambia diariamente y queremos ser flexibles y adaptarnos para poder continuar. Por eso también aceptamos que hay momentos, juntos o individuales, para llorar, discutir, luchar, etc., y eso nos hace valorar más lo que tenemos y salir adelante. Porque como decía el sabio: “uno solo llega antes, pero juntos llegamos más lejos”. Y para nosotros la meta es el infinito.

Somos conscientes de la necesidad de voluntad mutua para dedicarnos atención, sin prisas, en esas tardes eternas de sonrisas que nunca terminan. Es maravilloso compartir y regalarnos un pedacito de tiempo de abrazos, besos, armonía, amor y sonrisas.Y mañana que salga el sol por donde quiera, pero los momentos mágicos elegimos vivirlos a tope.

Como seres humanos tenemos una necesidad natural por el “tiempo compartido”, con una cercanía tan necesaria como el propio alimento. De piel a piel. Donde a través del contacto físico se transmita mucho más que con las palabras. Tocarnos, acariciarnos, transferir nuestras energías, llegando hasta el alma. Una mirada, una caricia, una sensación, nuestro olor o nuestra voz calmada es el mejor regalo que a diario podemos hacerles a nuestros seres queridos.

Por eso creamos juntos experiencias, actividades placenteras en familia, donde nuestra cabeza solo está pendiente de ser felices y disfrutar del momento. ¡Y que se pare el Mundo! Porque ninguna experiencia puede ser bien atendida si no se crea desde la UNIDAD y el disfrute común. Así nos reafirmamos en que está en nuestras manos perseguir nuestros sueños y esperanzas y que las dificultades no pesan más que el Amor.

Somos conscientes de que nuestro bienestar mental, espiritual y la satisfacción emocional confieren un colchón de admiración mutua, de equilibrio y seguridad para ser felices con nuestras circunstancias. Igualmente, invertir en nuestro propio cuidado, en nuestro bienestar, y  hacernos antifrágiles es elegir ocuparnos hoy, en vez de preocuparnos mañana. 

Para nosotros nuestra hija es, como todos los niños lo son, nuestros grandes maestros, porque entienden, perciben e intuyen muchas más cosas de las que los adultos, adormecidos por las “obligaciones”, nos podemos imaginar y por supuesto de las que nos pueden comunicar. La calidad y la autenticidad de los momentos compartidos con ellos marcará su crecimiento emocional y en parte su salutogénesis, pero también marcarán los cimientos de nuestra eterna relación de familia. No importa la edad o condición que tengan, ellos detectan el vínculo que nos une desde la atención y el amor en base a los momentos compartidos, a la cercanía, al consuelo, a las miradas, a las risas, al tono de las voces…

Any es nuestra prioridad, y somos conscientes de que no basta con que lo sepa o se lo digamos, ella lo debe notar a diario en nuestros actos, palabras, miradas y ante todo… en su corazón. Igual que notamos nosotros que somos su prioridad elegida. Familia.

Así sabemos que, cuando surgen las dificultades, los problemas, las discusiones, la enfermedad, etc., el motor para ayudarnos a seguir adelante surgirá de entre las cenizas, llamémoslo Amor, Dios, la fuerza del corazón, energía primigenia, poder sanador…

Aprendizaje: Aprovechemos los momentos buenos para llenarnos de energía para cuando llueva.

Gracias por decir tanto en una canción Pau. La compartimos en los comentarios.

#anayany

#vidafeliz

#antifragilidad

HASTA EN LOS MÁS BELLOS JARDINES SE ENCUENTRA MIERDA.

«No hay más que una vida; por lo tanto, es perfecta». Paul Éluard.

Todos somos muy diferentes: razas, religiones, culturas, etcétera; pero nos unen más cosas de las que nos separan. Todos queremos ser felices, disfrutar de la vida, pero también todos tenemos familiares con alguna enfermedad o discapacidad, o nosotros mismos tenemos problemas de alguna índole. Así que todos amamos y sufrimos por igual. 

Algunas personas, ante estas realidades, viven en el pesimismo, envueltas obsesivamente en sus pensamientos y sentimientos, y no saben como parar el “run-run” de sus cabezas; otras están obcecadas con tener razón o adoran ser victimizadas. En el otro extremo están los que se unen a la moda positivista e intentan embotellar sus emociones para que no se vean, cero dramas, o empujarlas a un lado y permitirse solo aquellas consideradas socialmente legítimas, las positivas, aunque estar eufóricos realmente oculte los verdaderos problemas.

Nosotras apostamos por el camino medio, por una vida rodeadas de salutogénesis y donde nosotras conscientemente elegimos la antifragilidad. Buscamos a diario el equilibrio, es decir, nos damos permiso para estar alegres, pero también para enfadarnos cuando sea; para tener una vida plácida y derrumbarnos si no podemos más; para reírnos cada tarde y llorar por las noches por las dificultades del día.

Esto es para nosotras vivir en equilibrio. Elegir que prime la felicidad, el bienestar y la paz a través del Amor Infinito, pero sin una meta idílica a la que queramos llegar, sino afrontando que el TODO forma parte de la vida. Lo bueno y lo menos bueno.

Somos reales y estamos vivas, así que aunque nuestro concepto y elección es ser felices con nuestras circunstancias, sabemos que vivir en sí mismo implica enfrentarnos a realidades adversas, por eso elegimos el equilibrio. 

No hay biografía sin heridas. Es más, yo descubrí la verdadera felicidad tras el duro golpe de las circunstancias con las que Any venía a afrontar la vida. Entonces empecé realmente a valorarla y a entender que desde el sufrimiento el destino es el mismo, pero el camino lo construyo a diario yo, gracias a mi libre albedrío. Cuando entendí realmente esto, es cuando comencé a elegir otra forma de llegar, disfrutando del camino.

No ha sido fácil. Se necesita valor para buscar la agilidad emocional necesaria para crecer y salir poco a poco del túnel y aprender a disfrutar de las circunstancias del presente sean cuales sean. Por lo menos a mí, salir del círculo vicioso del declive inconsciente y entrar en el círculo virtuoso del avance lento continuo me ha llevado mucho tiempo.

Aceptar que todas las emociones forman parte de nuestra vida, y no dejarme hackear por el positivismo de moda ni por el sufrimiento para sentirme arropada socialmente, ha sido lo más duro de buscar un equilibrio real, y no vivir desde el miedo.

Any y yo nos trabajamos a nivel físico, espiritual, mental y emocional, pero teniendo en cuenta que tenemos tres cerebros: mente, corazón y estómago, y que a Any y a mí nos mueve sobre todo el corazón. Tiene que existir un líder, y qué mejor para nosotras que él. 

El corazón nos ha guiado instintivamente siempre. Desde ese Amor de la Madre que certifica al bebé que nace, o al niño que no puede valerse por sí mismo, que va a seguir vivo, hasta el Amor como el TODO que envuelve la vida. Esa fuerza primigenia es la que nos hace sobrevivir, incluso aunque perdamos la memoria o vivamos en diferentes estados de consciencia, porque el corazón siempre se siente. Alimentemos el Amor como ese vínculo afectivo que no se educa, sino que nos une por instinto. Y aceptemos nuestros sentimientos que laten al son que más le conviene.

Nosotras tenemos muy claro que, para estar vivas, tenemos que mover nuestro corazón, y para eso están las emociones y la respiración. Por eso aceptamos las emociones negativas, porque son necesarias para la vida. 

Nos damos permiso para tener toda clase de emociones, porque eso nos hace estar vivas.

La rabia, por ejemplo, nos hace bombear la sangre más deprisa para poder defendernos o para atacar. Las emociones de defensa, tristeza, rabia, asco y miedo, están ahí para ayudar al ser humano a sobrevivir. También la más neutra, la sorpresa. Y otras, como la culpa, nos ayudan a sanarnos a través del arrepentimiento, el perdón, etc.

Y por eso nosotras evitamos la rigidez en ambos sentidos, ya que nos lleva a problemas de salud o a trastornos varios. Gracias Leonid, cuanta sabiduría encierran tus postulados.

Elegimos la flexibilidad, que es el equivalente al bienestar corporal y a la salud mental y emocional. Y la base para la espiritualidad.

Siempre buscamos ser emocional y físicamente flexibles, porque somos conscientes de que en el camino de la vida existen momentos de culpa y alegría, de asco y felicidad, de ira y de paz, de miedo y sorpresa, de tristeza y euforia…

 Nosotras no buscamos ni el positivismo ni nos dejarnos vencer por el pesimismo. Somos neutras. Ese es el camino que hemos elegido para la felicidad, que prime el amor a través de la curiosidad, admiración, seguridad y alegría.

Felicidad no como euforia o alegría desmedida sino como admiración: esa otra emoción tranquila, que nos permite observar, contemplar y nos calma como espectadoras sin juzgar. Y de ahí a la meditación hay un paso. No como un ritual oriental sino como un momento de seguridad y tranquilidad mayor, un gran bienestar. La manifestación de la paz.

Y desde esa seguridad, equilibrio y neutralidad, vivimos con asertividad, conscientes de no acercarnos ni a la agresividad ni a la pasividad, pero atreviéndonos a fallar.

Y dejando espacio a la curiosidad para aprender de la ciencia y luego aplicar lo aprendido, al mismo tiempo que somos parte de nuestra propia investigación para adaptarnos a nuestras necesidades.

Y sin olvidarnos del arte y la creación de belleza a nuestro alrededor.

Y que no falte la alegría, el jolgorio y el buen humor todo el día.

Hemos aprendido lo que es SER FELICES con nuestras circunstancias, pero respetando nuestro derecho humano a flaquear, caer y volvernos a levantar. Porque no todos los días son de color rosa, nos permitimos tener una vida arcoiris.

Ahora sabemos que podemos elegir nuestro camino. Que la forma en que cada uno elige cómo lidiar con los momentos duros está en el interior pero se refleja también en los actos, hechos y palabras que forman el recorrido. Y que cuando elegimos cada aspecto de cómo amamos, cómo vivimos, cómo somos, cómo hablamos o cómo trabajamos por nuestro futuro, simplemente estamos manifestando en el plano físico nuestras emociones sin filtro.

Aprendizaje: Ser felices es una forma de vida que podemos elegir, pero eso no significa que no podamos tener las emociones negativas que forman parte de la condición humana.

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