“Nos encanta poder ofreceros nuestro testimonio sobre cómo se han hecho realidad nuestros sueños con una vida llena de felicidad y libertad.
Nuestra familia la componen tres miembros:
Manuel Pascual, Licenciado en Administración y Dirección de Empresas; ex-empleado en grandes cadenas de hoteles internacionales como Jefe de Administración y Director Financiero y actualmente intraemprendedor en una compañía de rehabilitación que ayuda a niños con problemas motrices, como nuestra hija.
Ana Suárez. Diplomada en Magisterio, ex-empleada en trabajos base y actualmente dedicada a tiempo completo al cuidado de nuestra hija.
Y Any Pascual, la culpable de nuestro cambio de mentalidad, vida y sueños. Tiene 18 años y mucho camino por delante para emprender y así hacer sus sueños realidad. Le encanta escribir, leer y sobre todo agradece ser libre para poder dedicar su tiempo a lo que más le gusta, autoeducarse en los más diversos campos de la vida: libertad financiera, conocimientos varios, control emocional, equilibrio espiritual, cuidado personal.
Nuestra vida cambió el día que regresamos del evento que Fernando González organizó en Barcelona, España, con Robert Kiyosaki, aunque todo empezó mucho antes.
Nuestra vida pasó de ser aparentemente fácil, dos universitarios con trabajo, un Audi A3 y un triplex con jardín y piscina a las afueras de la ciudad, a complicarse bastante en temas de salud, dinero y estabilidad. Nunca te esperas las sorpresas que te puede deparar la vida. Nuestra vida cambió con el nacimiento de Any. Tener una hija con una gran discapacidad no es fácil, y tampoco barato. La familia acabó dividida. Manu tuvo que irse a trabajar a Madrid, mientras que Ana y Any vivíamos con los abuelos. Eran momentos duros en muchos sentidos, también económicamente hablando. Teníamos que hacer frente al pago de la hipoteca de nuestra casa, los sueldos no eran muy altos y los gastos cada vez eran mayores.
Corría el año 2012 y Manu leía a menudo blogs de economía y comentaba temas de finanzas con el único compañero de trabajo, un mexicano, al que le importaban estos temas, Joe. En un blog recomendaban el libro Padre Rico, Padre Pobre de Robert T. Kiyosaki. Inmediatamente se hizo con un ejemplar que leía en el autocar durante los viajes, de más de 500 km., para vernos los fines de semana. Los sábados y domingos con Any tomaban el sol, disfrutaban del jardín y leían juntos el libro, comentando los conceptos que allí se trataban y como llevarlos a la vida real.
Estábamos saliendo en ese momento de una época de crisis, que había comenzado con el estallido de la burbuja inmobiliaria en 2008 y los precios en la bolsa eran razonablemente bajos, así que decidimos comprar acciones que pagaran dividendos, eran activos que ponían dinero en nuestros bolsillos sin trabajar.Lo poco que ahorramos lo invertimos, en vez de meterlo en el banco, en acciones. Estudiábamos las empresas que daban dividendos e invertíamos, no por recomendaciones del personal de los bancos, sino aprendiendo de expertos y bajo nuestra propia responsabilidad.
Manu y Any incorporaron a su lenguaje parte del vocabulario financiero: ingresos pasivos, libertad financiera, carrera de la rata… Sabíamos que estábamos en ese círculo vicioso, ya que apenas podíamos ni pagar el préstamo de nuestra hipoteca, pero no conocíamos el concepto de deuda buena, así que la mitad de nuestros ahorros anuales iba a quitar hipoteca y la otra mitad a bolsa. Lo que sí teníamos claro es que cambiábamos tiempo por dinero, pero Robert decía: no dejes tu trabajo, para crear activos, necesitas dinero para invertir. Manu, de hecho, tenía dos trabajos, en un hotel y otro a tiempo parcial en la empresa que se encargaba de la rehabilitación de nuestra hija. Pronto, esta empresa necesitó a una persona a jornada completa, para trabajar desde casa por internet, y dimos el salto. Ni nos lo pensamos. Al haber creado activos a un ritmo muy grande, teníamos unos considerable ingresos pasivos al año de nuestra inversión. Con estos ingresos pasivos, nuestro miedo al cambio laboral, se atenuó. Manu pasó de ser empleado (durante más de 20 años) a ser autoempleado e inversionista. La vida cambió una vez más: trabajo desde casa, formaciones online, y por supuesto seguimos leyendo a RTK. Volvemos a vivir todos juntos en Madrid y todas las noches (2014-2015) leíamos antes de acostar a Any, algún libro de Robert. Cuando íbamos a la feria del libro, Any con 10 años, era la única niña que se paraba en la caseta de libros sobre finanzas para comprar libros de educación financiera. La miraban raro: por pequeña, por su silla de ruedas y por las preguntas que hacía, ni propias de un adulto. Any había leído ya muchísimos libros de educación financiera, el primero “Padre Rico Padre Pobre” con ocho años, y habíamos empezado a aplicar las enseñanzas en el control de las finanzas familiares basándonos en la Filosofía Kiyosaki. También estudiamos mucho sobre inversión en bolsa y Any empezó a invertir por su cuenta en 2015 replicando lo que Manu hacía aunque poco a poco dio un giro a otras compañías: Google, Apple, Disney, etc. Ella hacía su análisis fundamental y según sus valores invertía con criterio y buenos resultados. Además jugábamos al CashFlow a menudo. La que menos estaba metida en el tema era yo. Pero tanto jugar juntos acabé aprendiendo muchos de los conceptos básicos simulados en el juego. El CashFlow.
Con el cambio de trabajo de Papá decidimos vender nuestro piso de Madrid para irnos a vivir a un sitio más saludable, al teletrabajabar en casa. Lo pusimos en manos de terceros, en una inmobiliaria china y en otras tradicionales que no velaban por nuestros intereses, simplemente querían cobrar ese mes una comisión por ventas. Los precios habían bajado muchísimo desde que nosotros habíamos comprado en el 2005, antes del boom inmobiliario, y no solo no le ganaríamos nada por plusvalía, sino que más bien no nos llegaba ni para pagar el resto de préstamo hipotecario pendiente. No sabíamos qué hacer, así que lo dejamos en manos de las inmobiliarias, a pesar de que ellos no velaban por nuestros intereses. Llegaron ofertas, pero muy inferiores incluso al precio de compra. Pero decidimos tirar de ahorros e irnos de alquiler al sur de España, sin haber vendido el piso.
Y un buen día…¡Robert Kiyosaki viene a España! Justo en el momento adecuado.
Lo primero que hicimos fue entrar en internet para adquirir entradas. Pero wow, ¡vaya precios! La verdad es que una persona sola podría ir al evento completo, pero toda la familia, tres personas, salía realmente caro. Tampoco nos fiábamos mucho de que no hubiera gente intentando aprovecharse de la venta de entradas falsas, así que estuvimos haciendo algunas llamadas, e informándonos. De hecho las primeras entradas que salieron solo se podían pagar en bitcoin¿? Ni idea del tema. Tras hablarlo en la cena, como hacemos con todos los temas importantes, concluimos que nos iríamos a Barcelona y asistiríamos a la presentación del primer día, que para tres personas era un precio asumible. Otra vez la ignorancia en temas de dinero, en aquellos tiempos, nos hacían alejarnos de la que sería la mejor experiencia de nuestras vidas. Lecciones aprendidas: que el dinero no limite nuestros sueños y la educación es el mejor gasto para avanzar en cualquier campo.
Reservamos un airbnb, que en aquella época era lo más habitual, junto a Puerto de Barcelona, la Feria y cerca de donde se celebraba el evento. Todo bien, ya teníamos entradas, alojamiento y el viaje planificado. Pero, poco antes del día, el evento cambió de ubicación. ¡Cómo? ¡Es Robert Kiyosaki! ¿Ahora nos tenemos que ir a un pueblo no sé dónde cuando ya tenemos todo reservado en Barcelona ciudad? (En esos momentos es cuando dejas todo tu crecimiento interior y espiritualidad a un lado y quieres cargarte al tío de la organización. Nuestra ignorancia nos hacía ver las cosas solo desde un lado de la moneda). En fin, ya no había marcha atrás, esto solo pasa una vez en la vida y había que disfrutar del día, así que no íbamos a fastidiar nuestra ilusión por un cambio de ubicación.¡Fuímos con todas las consecuencias! Realmente el evento era el sueño de Any. Habíamos estado años atrás en Disney París pero esto era mucho mejor. Su referente vital venía a España y ella quería “verlo”. Y ya que viajábamos, decidimos ir tranquilamente, sin prisas, estar un día antes e irnos un día después, porque realmente el viaje era largo y fatigoso para Any. Tras diez horas en coche nos plantamos en Barcelona el día antes del evento.
Por fin había llegado el día. Cuando aparcamos en el pueblo donde se celebraba, Castelldefels, nos quedamos maravillados. Estábamos tan felices e ilusionados que estábamos dispuestos a todo. Paseamos un rato por la playa hasta la hora del evento y cuando llegamos al hotel ya había una gran fila de personas esperando. Personas de todo tipo: estudiantes universitarios, personas del mundo de las finanzas, jóvenes emprendedores, empresarias de cierta edad, etc. ¡Hasta había un hombre con aspecto de yogui! Parecía que a todo el mundo le interesaba saber más sobre el dinero. No habían abierto las puertas aún y ya nos encontramos con algunas barreras arquitectónicas para la silla de ruedas de Any, así que decidimos ir a buscar al responsable para comentarle nuestro caso particular . Un chico muy amable, bien vestido y muy serio, Guga de la Fuente, era el contacto. Él mismo nos abrió una puerta a la sala más accesible para Any, nos invitó a ubicarnos donde quisiéramos y no nos quitaba el ojo de encima, para ver en que nos podía ayudar a pesar de estar a punto de comenzar la locura de la apertura de puertas para el evento.
Cuando apareció Robert Kiyosaki, enseguida nos dimos cuenta de que era un gran líder y un Maestro de verdad. Any estaba literalmente con la boca abierta. Vibraba con cada una de sus palabras, acababa sus frases más conocidas, y saltaba de alegría con su humor inteligente. Se había leído la mayoría de sus libros, en familia aplicábamos sus enseñanzas y ahora disfrutábamos de su presencia. Estábamos felices como pocas veces. El sueño de Any se había hecho realidad. Cuando terminó el evento de ese día, nos quedamos con ganas de más, pero el precio de las entradas… Nos quedamos los últimos para salir de la sala, no teníamos prisa y la scooter de Any no pasaba entre las sillas que se habían ido moviendo inevitablemente durante el evento. Esperamos, y el que espera… Guga se volvió a acercar cariñosamente a Any para interesarse por su opinión sobre la experiencia y Any vibraba de emoción. Entonces nos dijo que esperáramos allí un momento. Al rato volvió y nos indicó para pasar por una zona del hotel que no era la salida directa, y nos invitó a esperar allí un momento. Al rato apareció el mismísimo Robert Kiyosaki y todos sus Advisors.
Any acabó abrazada a Robert y con la felicidad por las nubes. ¡Fue un momento mágico e inolvidable! Todos fueron encantadores y risueños, y no tenían ninguna prisa, allí se quedaron con nosotros un buen rato. Fernando González, el organizador del evento, era el único que hablaba español, aunque allí sobraban las palabras. Fotos, firma de libros y…ahí no acabaron las sorpresas. Desde la mayor de la mayor humildad y, pidiéndonos permiso a los padres como tutores de Any, nos ofrecieron la posibilidad de asistir al evento completo de esos días, si es que Any se encontraba con fuerzas para asistir. “¡SÍ! Por supuesto, muchísimas gracias”. No teníamos palabras. Aumentamos nuestras noches de estancia en Barcelona y a la mañana siguiente en vez de irnos de turismo, nos fuimos, sin saberlo, a cambiar nuestra vida.
Al día siguiente fuimos muy puntuales, como siempre. Las mesas ya estaban asignadas, así que nos pusieron una mesa extra a un lado de la sala, cerca del escenario y junto a la mesa de los Advisors ¡Fantástico! Ese día asistimos a un repaso y aumento de conocimientos sobre la filosofía Kiyosaki. Gracias a él conocimos en el 2017 que era el bitcoin, como tener oro y plata y por supuesto cómo invertir en bienes raíces. Robert contó sus historias, explicó la pérdida de valor del dólar, la crisis del 29 y toda la base económica que sustenta su manera de ver el dinero.
También participamos en un Juego de Rol con Garret Shaton, el abogado de Robert. Cada uno resolvía un problema de protección de activos. Unos hacíamos de demandantes y otros de demandados. Cuatro ejemplos fueron llevados al escenario, todo muy gracioso y pedagógico. Así entendimos la importancia de crear una empresa para gestionar activos.
Algo que nos llamó la atención en cuanto a la organización fue que, si nuestras circunstancias especiales no limitaban nuestro interés por no perdernos nada, como personas con todas sus capacidades supuestamente en condiciones óptimas, llegaban tarde tras las pausas, y pagaban gustosamente, algunos más que otros, la cuantiosa “multa” que Fernando Gonález asignaba a los que no eran responsables de su propio tiempo e interrumpían a los demás. Nos sorprendía que sus negocios fueran exitosos ni eran capaces ni de cumplir una norma tan sencilla. En fin, por lo menos muchos empresarios colaboraron abundantemente con la causa social del evento. Siempre hay un lado positivo.
En uno de los recesos Ana Cecilia, la mujer de Fernando González, salió un momento de la sala y Manu se levantó como si tuviera un resorte y desapareció sin decir nada. Al rato volvió, antes de tener que pagar, y nos contó que se había ausentado porque quería consultar con Ana Cecilia nuestra situación respecto al piso en propiedad en Madrid. ¡Increíble! Esa pequeña consulta valía más que su peso en oro. Eternamente agradecidos. Es lo que tiene estar cerca de Maestras Reales.
Durante esos días muy amablemente nos invitaron varias veces a comer algo con RTK, Fernando y los Advisors, pero utilizábamos los recesos para que Any se tumbara para recuperar su espalda. Aún así agradecíamos que estuvieran muy pendientes de nuestras necesidades y que respetasen totalmente nuestras decisiones. Nos hacían sentirnos como en casa y nos mostraban la grandeza de la humildad. Los aprendizajes de esos días sobrepasaban con creces la educación financiera.
Segundo día. ¡Jugamos al CashFlow! Incluso mi compañera y yo logramos salir de la carrera de la rata y conseguimos nuestro sueño¡en un tiempo récord! Pero sin mucho mérito la verdad, porque nadie más en la mesa había jugado antes, a excepción de nosotros tres que lo hacíamos a menudo. Nos parecía increíble que aquellas personas pagaran tanto dinero por estar en un evento, y no tuvieran la mejor herramienta para aprender la filosofía de Robert Kiyosaki: el CashFlow. Otra lección: Educarse y crecer lleva mucho tiempo, no basta con asistir a un evento. A cualquiera que quiera aprovechar de verdad un evento, tanto como para cambiar su vida, le recomendamos formarse adecuadamente con anterioridad para aprovechar todo lo que allí se cuenta.
También estuvieron en el evento los creadores rusos de VK para contarnos a todos su experiencia empresarial y su visión de futuro y oportunidades en España. Con los tipos de interés tan bajos les sorprendía que todos no lo estuviéramos aprovechando para el mercado financiero.
También dieron su testimonio Lluisa Ochoa. Y una de sus frases se nos quedó clavada: “5 inmuebles por depreciación uno gratis”. Desde luego se notaba su dominio, experiencia y profesionalidad, así que desde entonces se convirtió en parte de nuestro equipo como nuestra asesora fiscal.
Y Ana Cecilia, inversionista inmobiliaria en USA, explicó cómo participaba del desarrollo inmobiliario. Compraba una vivienda de flujo pequeño, la mejoraba y volvía al banco a pedir un crédito mayor con el que recuperar el dinero invertido. Así obtenía retornos infinitos, nada de dinero propio invertido. Tuvimos el maravilloso testimonio de toda la familia: Fernando González, Ana Cecilia y sus tres hijas: Andrea, Alexandra e Isabella. Aquello nos marcó. Era un ejemplo donde sentirnos reflejados. Para nosotros la familia es fundamental y ellos eran Maestros Reales. Un ejemplo de cómo aplicando la filosofía Kiyosaki se podía alcanzar la libertad financiera felizmente en familia.
La mayor sorpresa llegó cuando Fernando, sin esperarlo, nos llamó a nosotros al escenario. Después de oír a todos aquellos grandes empresarios, nos sentimos un poco abrumados, pero Any estaba en su salsa. Allí, con Robert Kiyosaki, los Advisors y Fernando, Any dio su testimonio sobre qué hacía una niña tan pequeña en aquel tipo de evento. Agradecemos muchísimo el cariño de todos, Robert, Fernando, los Advisors y los participantes en el evento. Fue un momento inolvidable. Gracias.
Los recordamos como unos días maravillosos, con un aprendizaje abrumador en temas de educación financiera. En el evento coincidimos con caras muy conocidas en España y del mundo hispanohablante: influencers, líderes en temas de formación, libertad financiera, emprendimiento…todos ellos discípulos de las enseñanzas de RTK; pero lo mejor fue que conocimos a personas maravillosas, Maestros Reales, empezando por Fernando González, organizador del evento y mano derecha de Robert Kiyosaki para el mercado latino, y a toda su familia, personas de las que aprender. Y muchas otras con las que compartir y a las que nosotros también podíamos enseñarles cosas, como jugar al CashFlow. ¡Increíble que muchos no supieran!
Tras el final del evento, un momento precioso de meditación común, nos fuimos directamente a casa. En el coche, Manu nos explicó más en profundidad lo que había hablado con Ana Cecilia y, apoyándonos en aquel conocimiento, los tres decidimos, allí mismo, que no venderíamos nuestro piso de Madrid, sino que lo pondríamos en alquiler. Y también decidimos formarnos poco a poco para poder realizar otras inversiones.
El mayor aprendizaje del evento fue que había muchas personas que estaban llevando la teoría a la práctica, los conocimientos de Robert Kiyosaki a la vida real, con muy buenos resultados.
Pronto conseguimos alquilar el piso de Madrid, y con la renta, nos daba para pagar el préstamo hipotecario de esa vivienda y el alquiler de la que estábamos viviendo ¡No era magia! ¡Lo estábamos haciendo! Tomamos acción tras informarnos y formarnos, con la asesoría de personas que ya lo estaban haciendo, mentores y maestros reales, y los resultados fueron los esperados. Nunca pensamos que fuera tan fácil salir del círculo vicioso y entrar en el virtuoso. Ahora nuestras viviendas se pagan solas, vivimos como queremos trabajando en lo que nos gusta desde casa, y tenemos flujo de efectivo positivo.
En 2018 compramos nuestra segunda vivienda, donde vivimos actualmente.
En enero de 2020 compramos nuestra tercera vivienda, esta para alquilar. Un tres uno en zona universitaria que se alquiló rápidamente a pesar de las circunstancias. Realizamos un estudio del mercado por nuestra cuenta y conseguimos una vivienda con un ROI del 12% anual.
Actualmente ya estamos observando el mercado para nuestra siguiente inversión inmobiliaria. Estamos preparados para aprovechar el momento.
Seguimos informándonos con Robert Kiyosaki en Rich Dad Radio Show, en las redes sociales con sus Advisors y por supuesto con Rich Dad Latino. Agradecemos además poder estar en permanente contacto con Fernando González y su maravillosa familia.
Gracias a toda esa información y formación que está hoy en día al alcance de todos a través de internet, podemos estar a la última en todos los temas relacionados con el cambio económico que se avecina. También hemos pasado a la acción y estamos deshaciendo posiciones en bolsa, por ejemplo, para invertir en mercados más seguros en este momento.
En 2017 nos cambió la vida en el evento organizado por Fernando González y hoy en día seguimos aplicando la filosofía Kiyosaki, no solo en la parte financiera, sino en el resto de nuestra vida, ya que los valores que nos enseñaron las personas de éxito, están alineadas con los nuestros: responsabilidad, crear para que nuestros sueños se hagan realidad, etc.
Fernando nos demostró con su ejemplo que sí se puede, y nosotros seguimos sus pasos y los resultados han sido maravillosos. Gracias. Necesitábamos un ejemplo real, el que nos dio Fernando, de que la filosofía de Robert era posible aplicarla y obtener resultados.
A partir de entonces nació anayany.com para contar a otras familias que sí se puede en muy diversos temas: finanzas, control emocional, cuidado personal, etc. Porque una de las cosas que nos compartió Robert Kiyosaki en el evento es que él, anteriormente, no era feliz, aunque sí millonario, y tuvo que desarrollarse en muchos ámbitos para tener una vida plena.
Nosotros ahora podemos decir que somos libres, felices y conscientes y estamos eternamente agradecidos a todos los que nos han ayudado a llegar hasta aquí, especialmente a Robert Kiyosaki y a Fernando González por el maravilloso evento de Barcelona 2017”.