CRIANZA CONSCIENTE

Lo que hacemos por el niño, no sólo lo hacemos para el momento presente, sino para toda la vida” Rudolf Steiner.

Los hijos son un espejo para sus padres y una oportunidad de crecimiento para todos los que los rodean y ven desde la consciencia.

Con su fuerza imitativa nos colocan en el camino del autoconocimiento, a veces agradable, a veces doloroso, pero siempre necesario y positivo.

Por eso son tan importantes los primeros años de crianza.

Si les damos a nuestros hijos experiencias y palabras positivas, enriquecedoras y amorosas, desde el control emocional, el desarrollo mental, el crecimiento espiritual y les ayudamos todo lo posible en su desarrollo físico, estaremos regalándoles un subconsciente limpio y positivo para el resto de su vida.

Tras el nacimiento físico, en los primeros 7 años de vida, y a medida que el organismo se construye prevalecen sobre todo los procesos inconscientes, y las habilidades motrices y perceptivas se desarrollan a través de la imaginación.

Todos tenemos dos mentes. La mente consciente (creativa) y la inconsciente (pensamientos). 5% del día somos conscientes (deseos, meditación, etc.) y el 95% restante vivimos desde los pensamientos del subconsciente, anticipadores, recurrentes y automáticos, y según nuestra crianza más positivos o negativos, creadores o no, desde la libertad o la sumisión, etc.

Cuando de adultos pensamos en piloto automático florecen nuestros aprendizajes del primer septenio de vida y nos comportamos sin saberlo según hemos aprendido en esa etapa.

Por eso es tan importante una crianza consciente y amorosa, porque esa personalidad positiva será la que conduzca la mente el resto de la vida, de forma automática, desde el subconsciente.

Y por eso para cambiar, si no estamos de acuerdo en algún momento con nuestras reacciones primarias e instintivas aprendidas de pequeños, es necesario recurrir a nuestro lado consciente.

Durante los primeros 7 años de vida, el aprendizaje es irreflexivo y basado en la imitación. Con la habilidad de recordar que tenemos de niños a partir de los tres años, los acontecimientos se convierten en experiencias que a partir de los cinco años estarán cada vez más impregnadas de la cognición. Así desde los 0 a los 7 años recibimos la información que marcará nuestra personalidad de por vida.

Cuidemos de que, en los primeros años nuestros hijos reciban lo que deseamos que expresen para siempre. Desde el ejemplo, porque en esta época se limitan a imitarnos.

El amor infinito es el que nosotras elegimos desde esta etapa.

Hasta los 7 años, Any absorbía, como todos los niños, lo que sentía, veía, oía, etc. Y nosotros como padres estábamos muy atentos a sus interacciones con el medio y con otras personas.

En mi etapa de estudiante de Magisterio ya me llamaba mucho la atención la parte de Psicología Infantil de 0 a 6-7 años, y cómo, los niños de la Guardería de los trabajadores de la Universidad, con 3 años, leían el periódico en el recreo.

Así que cuando nació Any teníamos muy claro la diferencia entre Educar, Instruir y Adiestrar.

Y elegimos Educar desde el amor, sabiendo que todos los niños son iguales, independientemente de sus capacidades o diferencias de cualquier tipo, y sentando las bases para que fuera Any la que aprendiera por si misma a su ritmo y según sus intereses, esa fue nuestra opción.

De ahí la importancia de la autoeducación como padres, de la consciencia, de salir del “pensar” para entrar en el puro sentir y no en el “sentir pensado”.

Cuando observamos a un niño pequeño vemos el reflejo de las personas que le rodean.

Como padres, creemos un Mundo Mágico en sus primeros años, y toda su vida vivirán en un “Cuento de Hadas” independientemente de las circunstancias. La felicidad no depende del tener, sino del ser.

Por eso ser padres es la tarea más difícil pero maravillosa del Mundo si se hace conscientemente, porque nosotros construimos la base del subconsciente que marcará la vida que tendrán nuestros hijos en el futuro.

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LOS NIÑOS DE HOY SON LOS ADULTOS DEL MAÑANA

Ahora que está tan de moda lo de sacar “el niño interior”, ¿por qué no empezar por entender que debemos dejar que nuestros hijos se realicen desde pequeños como Personas Plenas?

Vivimos en una sociedad llena de estrés y por desgracia los niños entran a formar parte de ese círculo vicioso de prisas y competencia alentada y seleccionada por edad desde muy pequeños.

Por eso intentemos no coartarles su ilusión por la vida y entusiasmo por el saber. Seamos conscientes y acompañémoslos en su Desarrollo Pleno como personas.

No solo pensemos en la instrucción específica en materias curriculares para que de mayores sean valorados socialmente por su puesto de trabajo. Pensemos en que puedan desarrollar la actividad que a cada uno le entusiasme, y que sean la mejor versión de si mismos.

Además de estudiar el niño necesita relacionarse, es un ser social por naturaleza. Relacionarse en un ámbito amplio, poder conocer a TODOS y no solo quedarse restringido a una minúscula parte. En esas relaciones estará el mayor aprendizaje. Relacionarse con la naturaleza y en la sociedad, así encontrarán las mayores de las riquezas: compañía, aprendizaje continuo, felicidad y paz.

Sabrán avanzar en la vida con sentido y siendo capaces de superar los obstáculos que se les interpongan en la misma. Una vida con momentos buenos y malos, pero que entenderán siempre que merece la pena vivir de manera plena, donde vean que todos y cada uno de nosotros no somos espectadores, sino que somos los actores principales de una vida llena de variedad.

Rodeémoslos de un clima positivo y de confianza, aplicando el valor de la alegría y la compasión, así como la paciencia que se necesita para resistir cuando las cosas no nos salen como teníamos pensado.

Que puedan aprender a diario desde el juego libre, para que se hagan responsables; desde las artes, para que valoren la belleza; que sean conscientes de las inteligencias múltiples, sabiendo que todos aportamos al equipo ; y realizando actividades en la naturaleza, así la respetarán siempre, a la vez que utilizan la imaginación para fomentar la creatividad y la innovación. Esas son el tipo de asignaturas que debe dominar un niño. El conocimiento le llegará por añadidura, por la curiosidad por lo nuevo y por el aprendizaje experimental, innato al niño.

A partir de ahí nuestros hijos serán capaces de sacar todo su potencial individual para mejorar el Mundo.

Para nosotras la Educación Íntegra está compuesta por muchos factores que tienen que vibrar en la misma sintonía para que no exista una dicotomía. Busquemos esta simbiosis en la que nuestros hijos sean los grandes beneficiados.

¿Alguna vez te has preguntado por qué hay que llevar a los niños al colegio?

No es educación alternativa, es neuroeducación.

#anayany

#educacion

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EDUCACIÓN PARA LA VIDA

“No hay nada imposible, solo hay que proponérselo”.

Las experiencias vitales y la elección que nosotros hagamos a la hora de interpretar esas experiencias nos pueden llevar al camino que deseamos o alejarnos de él.

Por eso a nosotras nos encanta trabajar A DIARIO para tener:

– UNA CORRECTA EDUCACIÓN PARA LA SALUD.

Intentar curar una enfermedad es como ponerse a cavar un pozo cuando ya tenemos sed. Todos entendemos que lo ideal sería cavar el pozo antes de estar sedientos.

Cuidemos la salud a través de unos buenos hábitos de vida respetando las leyes del equilibrio interno.

Entendamos SALUD no como AUSENCIA DE ENFERMEDAD, sino como OPTIMIZACIÓN de nuestras condiciones físicas, emocionales y sociales.

Tener MÁS SALUD implica una CALIDAD DE VIDA MEJOR.

Sabemos que el mero hecho de estar SANOS no nos hace FELICES. Por el mismo motivo, tener una enfermedad no nos impedirá ser FELICES.

APRENDAMOS a ser lo más SALUDABLEMENTE FELICES que podamos.

Cuidemos nuestro CUERPO y nuestra MENTE.

– UNA SALUDABLE EDUCACIÓN EMOCIONAL.

Primero debemos aprender a AMARNOS A NOSOTROS MISMOS.

Porque a menudo relacionamos AMOR solo con COMPARTIR: con la PAREJA, HIJOS, AMIGOS… pero esto no da “per se” la FELICIDAD.

Amar no es encontrar nuestra media naranja, ni que los demás estén de acuerdo con nosotros y que nos sintamos cómodos a su lado.

AMAR es querernos A NOSOTROS PRIMERO PARA AMAR AL OTRO COMO ES, con sus defectos y sus virtudes. Y cuando seamos capaces de amar, alcanzaremos la FELICIDAD.

AMEMOS y seamos FELICES.

– UNA LIBERADORA EDUCACIÓN FINANCIERA.

Veamos el DINERO como LIBERTAD.

Tener mucho dinero no nos hará FELICES. Si tenemos mucho dinero pero no tenemos LIBERTAD para hacer en la vida lo que nos gusta, seremos esclavos del compromiso laboral o social.

Busquemos la LIBERTAD FINANCIERA para disfrutar todos los días de nuestra SALUD y nuestro AMOR sin tener problemas económicos, a través de los INGRESOS PASIVOS y de la ACTIVIDAD que hayamos ELEGIDO para realizarnos en la vida.

Y el pegamento que hace que todo funcione es:

– UN GRAN CRECIMIENTO INTERIOR.

Un proverbio Sioux dice que la religión es para quienes tienen miedo a ir al infierno y la espiritualidad es para quienes ya hemos estado en él.

Cuando nos damos cuenta de que no tenemos nada que perder, ya no existe el miedo, la crítica, la envidia, el ego… que son los grandes problemas que acechan a la sociedad actual.

Cuando ya lo hemos perdido todo y no podemos volver a ese camino porque no hay retorno, entonces es cuando DESPERTAMOS y descubrimos el secreto: VIVIR, ese es el gran regalo, un día más de vida plena.

Todos tenemos días malos, rachas difíciles y complicaciones, pero si nuestro objetivo es SER FELICES, no hay nada ni nadie que nos lo impida. Existen otros CAMINOS diferentes a los que siempre nos han enseñado para alcanzar nuestros objetivos: otra forma de cuidarnos, de obtener ingresos, de amar…

SEAMOS CONSCIENTES DE LO IMPORTANTE QUE ES ABRIR NUESTRA MENTE Y CONOCER, PARA PODER ELEGIR QUÉ TIPO DE VIDA QUEREMOS VIVIR.

#anayany
#amorinfinito
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#salutogenesis

LIBERTAD DE EDUCACIÓN PERO DE CALIDAD

«El niño, guiado por un maestro interior trabaja infatigablemente con alegría para construir al hombre. Nosotros educadores, solo podemos ayudar… Así daremos testimonio del nacimiento del hombre nuevo.» María Montessori.


¿Qué entendemos por una Educación de Calidad?

 Reflexionemos sobre esto unos segundos.

Que exista bullying dentro de un Centro Educativo es como consentir que un zorro entre en nuestro gallinero. Es un oxímoron. 

Igualmente, que existan barreras arquitectónicas, culturales o de cualquier tipo en el lugar donde se educa a nuestros hijos supone exclusión, cuando a todo centro educativo debería exigírsele como mínimo ser un ejemplo de inclusión, educando y mostrando valores básicos como la paz, el amor, la igualdad, etc. Solo la competencia crea exclusión, la inclusión crea la colaboración entre capacidades diferentes para crear algo más grande que el propio individuo.

Somos nosotros, los padres, los que tenemos que ser conscientes de las bases para la educación humana. 

Nuestros hijos, simplemente, están viviendo en el resultado de nuestros continuos intentos sin éxito, y los de nuestros antecesores, por crear una sociedad democrática. 

Todos los niños son iguales, TODOS. Y tienen los mismos derechos y deberes.

Derecho a jugar, a ser feliz, a equivocarse, a ser diferente, a dejar volar su imaginación, a moverse, a cantar, a peguntar…

Y también tienen que cumplir con sus DEBERES, no con las tareas académicas, sino ayudando a los demás, compartiendo, creciendo en todos los sentidos, empatizando, debatiendo, etc.

Somos los propios padres los que despreciamos el entusiasmo por aprender a favor de la adquisición de conocimientos. Y está bien adquirir conocimientos, cualquier niño en el mundo está continuamente aprendiendo por el mero hecho de ser un niño, porque es inquieto, curioso, le gusta experimentar, crecer, etc. pero mientras que no exista un cambio en los padres, nuestros hijos seguirán siendo educados para ser máquinas del sistema, en vez de para alcanzar su máximo desarrollo, potencial  y hacer sus sueños realidad desde el entusiasmo.

Mirémonos primero a nosotros mismos, no solo hacia el Sistema o Centro Educativo, que pueden fallar. ¡Son nuestros hijos! Y ser padres no consiste en aparcar a los niños para ir a trabajar, conlleva implicarnos en el desarrollo pleno de esa persona que hemos traído a este mundo.

Todo eso que no va a examen, cosas como la Igualdad, el Respeto, la Convivencia, Ayudar, Hablar con los demás respetando su punto de vista, Colaborar, Cuidar el Medio Ambiente, etc. ¿Les pondríamos esa calificación de 10 en estos temas transversales a nuestros hijos? ¿Y a sus compañeros y profesores?¿Y a nosotros? ¿Aprobaríamos por lo menos?

Seamos el ejemplo en valores para nuestros hijos y seamos Maestros Reales dejándoles desarrollar sus dones naturales. En la realidad profesional no se te pide una calificación, se te pide una competencia. Con información y entusiasmo se crea el conocimiento. Y así seremos extremadamente competentes. Y siempre habrá alguien que necesitará de nuestras competencias si somos expertos, y nadie te pedirá el título. El éxito profesional es consecuencia de nuestra extraordinaria competencia. Y nuestra competencia es consecuencia de nuestro entusiasmo. Y la consecuencia del éxito profesional es el dinero. Así que la consecuencia, de la consecuencia, de la consecuencia del entusiasmo es el dinero. Nadie le pide a un peluquero su título antes de sentarse en el sillón. Simplemente vas a él porque te corta bien el pelo.

Cuando criamos a personas íntegras, amorosas, compasivas… los conocimientos se adquieren al mismo tiempo por interés, sin presión, por placer, por naturaleza del ser humano.

Cuando lo que se adquieren son simplemente conocimientos de una forma memorística obligatoriamente, para pasar un examen, y sin el entusiasmo por incorporarlos a nuestra vida diaria, estamos hablando de Instrucción Académica, como en la época industrial.

Afrontar la vida en este momento requiere de competencias tecnológicas, habilidades emocionales, conocimientos financieros, saber gestionar el tiempo vital, etc. para ser capaces de tener una vida plena y satisfactoria como personas.

Mientras que los padres no nos demos cuenta de esto, nuestros hijos seguirán discriminando a los demás, o siendo discriminados, no serán capaces de hablar en público, o de escuchar a los demás, se sentirán inseguros de sí mismos, o incapaces de desenvolverse solos, etc. al ser criados para competir en vez de para colaborar.

Si lo único que vemos al final del proceso educativo es un Título, un puesto de trabajo cualificado y un buen sueldo estamos confundiendo términos. Ser un experto es maravilloso: ser científico, abogada, bailarín, escritora… pero desde la ilusión y bajo la INTEGRIDAD DEL SER. Si tu hijo sueña con  ser  médico, para acompañar a las personas y que no lleguen a la enfermedad, proporcionándoles una buena Educación para la Salud, desde que son pequeños, en colaboración con los Centros Escolares, evitando llegar a la enfermedad y actuando en caso de urgencia utilizando la ciencia y la tecnología, es maravilloso que sea un profesional exitoso, en la sociedad los necesitamos. Ahora, si tu hijo quiere ser médico para cobrar más que un barrendero, tener prestigio social y cobrar un salario público, creo que existe un problema difícil de resolver y que le afectará a él y a sus pacientes toda la vida .

Si ayudamos a que nuestros hijos sean PERSONAS ÍNTEGRAS, con un desarrollo emocional, espiritual y profesional basado en el entusiasmo, la colaboración y el éxito, estaremos, como padres, educando para cambiar el Mundo.

Nuestros hijos pueden llegar muchísimo más lejos en la vida que nosotros, no limitemos sus posibilidades con nuestras carencias, no les cortemos las alas por nuestros miedos y dejemos de pensar de una vez que el mundo es una competición donde solo triunfan los que mejores notas sacan.

Apreciando el valor de la diversidad, compartiendo el conocimiento y manteniendo el  control emocional. Preservando el medio ambiente, cuidando de nuestro cuerpo y nuestra mente y ayudando a los demás. Colaborando en algún proyecto social y valorando a nuestros mayores… Así los padres podremos ayudar a desarrollar los dones de nuestros hijos para cumplir sus sueños. 

Las cosas importantes que marcan nuestras vidas no se aprenden en el Colegio, se aprenden en el camino de la vida. Con calidad y variedad en nuestras relaciones, humildad para aprender de todos los Maestros que son los demás, y con el entusiasmo de ser los mejores en lo que hacemos porque es lo que más nos gusta.

Nuestros hijos nos hacen de espejo, estaremos viendo en ellos la clase de personas que somos nosotros. Así que estemos atentos, nunca es tarde para cambiar. Si algo no nos gusta creemos las condiciones que hagan posible ese cambio tomando decisiones a partir del conocimiento.  La única diferencia entre el que le vaya mejor o peor en la vida, es que los primeros toman acción desde el entusiasmo, y los otros muchas veces ni toman acción.

¿Creemos que su felicidad está solo en un gran sueldo o realmente sabemos por experiencia propia que todo esto va mucho más allá?

Nosotras tenemos claro que hacer lo que nos gusta, respetando a los demás y ayudando en todo lo que podamos, es el mejor estilo de vida que se puede tener: cero estrés, cero dependencia, cero ego. El resto vendrá por consecuencia.

Por una sociedad FELIZ, en la que cada individuo se realice y sea valorado por sus capacidades propias y por saber ayudar a los demás.

#anayany

#vidafeliz

#amorinfinito

#educarenelamor

SE ACABARON LOS EXÁMENES


“Me permito buscar lo que considero que necesito del mundo, y no esperar que alguien me dé el permiso de obtenerlo”. Jorge Bucay.

Esta maravillosa frase puede resumir la diferencia entre aprender y estudiar.

Todos los días aprendemos millones de cosas nuevas, y no necesitamos estudiar nada relacionado con ellas. Si un tema nos apasiona profundizaremos en él de forma espontánea, le dedicaremos tiempo y esfuerzo y nos haremos expertos sin querer, porque amamos que eso forme parte de nuestras vidas.

Incorporar de forma aislada y mecánica conocimientos a nuestras vidas ( establecidos por edades), no es aprender. Más bien es cumplir con unas exigencias externas sin sentido alguno para nuestras circunstancias vitales particulares, aunque pedagógicamente perfectas. Es más, puede llegar a ser una forma de desaprender, porque mientras nos tienen entretenidos con sus cosas, nos estamos perdiendo el florecer de los almendros, las mareas más profundas del año, la mejor nevada del invierno…y todo lo que lleva asociado. Un crecimiento personal que no se recupera, porque una y otra vez nos tienen entretenidos con sus lecciones para no dejarnos ver lo que hay ahí afuera.

Resulta triste sacrificar ni un momento tan siquiera, por elegir vivir en sociedad en un país civilizado cualquiera, mientras contemplamos con admiración la libertad de los “salvajes” que están ahí afuera.

Si la educación reglada nos diera la felicidad, todos los occidentales seríamos felices, con nuestras carreras y sabiduría, con nuestro materialismo sin medida y con nuestros conocimientos que nada tienen que ver con la vida.

Quizás haya que buscar un equilibrio, para no perder la niñez y la juventud de los nuestros, sentados en un pupitre estudiando otra vez lo mismo. Y mientras, nosotros trabajando duro para poder pagarles una carrera.

Por fin se han acabado los exámenes y de nuevo otra cosa hemos aprendido. Que el sol sale todos los días para dejarnos ver su brillo y con él la vida, no solo estar pegados a un “libro”.

#anayany
#educacionlibre
#vidafeliz

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