SOMOS UN TODO DE ENERGíA

«El día que nacemos empezamos a morir y hay que saber disfrutarlo» Jose Luis Sampedro.

En el momento de nacer, un bebé tiene en promedio 100.000 millones de neuronas. Es el momento en que el ser humano tiene la posibilidad de ser la mejor versión de la especie humana. A partir de entonces empezamos un viaje en el que vamos perdiendo, no solo neuronas (se crean conexiones pero el número de neuronas disminuye) sino la posibilidad de desarrollar cualidades excepcionales que en pocos meses desaparece. A partir del nacimiento va disminuyendo imparablemente nuestra Energía Vital, está en nuestras manos administrarla de manera correcta.

Los reguladores de nuestra Energía Vital son nuestra inteligencia interna (que no tiene nada que ver con lo que entendemos por intelecto, ésta es intrínseca a la vida) y el instinto del cuerpo por sobrevivir. Ambos dirigen el reparto de energía en nuestro organismo y tienden naturalmente al equilibrio.

Aumentar una función, por ejemplo la de curación, supone la disminución de las demás actividades indispensables (digestión, relación, crecimiento, etc.) o si el cuerpo necesita más energía momentáneamente, disminuye las actividades relacionadas con el movimiento para poder cumplir con los requisitos básicos de supervivencia (respiración, alimentación, eliminación). Un yogui por ejemplo puede pasar semanas sin comer ya que renuncia al movimiento en un estado de profunda meditación sin gastar esa energía, por lo que no tiene que reponerla a través de la alimentación. En el lado opuesto estaría por ejemplo un culturista.

Cuando nuestra energía se reparte de forma equilibrada entonces estamos bien de salud. En el equilibrio está la virtud.

Si algún sistema de nuestro cuerpo nos “roba” más energía de lo normal por algún problema, el cuerpo sabiamente prescinde del buen funcionamiento de alguna otra función, no fundamental, para obtener ese extra de energía consumida. Podemos vivir sin movernos, por ejemplo, pero no podemos sobrevivir sin respirar, beber o eliminar. Así que si necesitamos respirar mejor, hidratarnos más o asimilar nutrientes básicos, el cuerpo se paralizará a favor de la vida.

Trabajemos en evitar ingerir o respirar tóxicos , meditemos para evitar las emociones negativas y expulsemos las unidades de desecho de nuestro cuerpo. Encapsular todos estos problemas en el interior no es buena idea, le estaremos dando trabajo extra a nuestro cuerpo que no parará de intentar eliminarlos, o enfermaremos como resultado de la excesiva acumulación. No le demos más trabajo del necesario a nuestro organismo.

Seamos también conscientes de que optimizar una parte del organismo por separado puede traer más problemas que ventajas. Avancemos en todas las áreas de la vida para tener el menor desgaste por compensación, siendo sabedores de que las funciones energéticas vitales son controladas por nuestra inteligencia interna y no por nuestros deseos.

Cuidemos de nuestro Prana.

#anayanay
#vidafeliz
#antifragilidad

SOÑAR DE FORMA SALUDABLE

Salud de sueño, ritmos circadianos, cronotipo

Hace unos años se les otorgó el Premio Nobel en Fisiología y Medicina a tres biólogos de los Estados Unidos por el descubrimiento de los genes maestros que controlan los ritmos circadianos.

Fue uno de los temas que debatí con el Dr. Pin, Gonzalo Pin Arboledas, Coordinador de la  Unidad del Sueño y Jefe de la Unidad de Pediatría del Hospital Quirón de Valencia, mientras catábamos el maravilloso aceite de Oliva Virgen Extra Ecológico que produce junto a su mujer http://www.olioli.es/.

Charlamos largo y tendido sobre  la importancia del sueño en nuestras vidas. Fue una MasterClass, una de esas conversaciones interminables en las que aprendes de la Fuente, del Maestro y a pesar de que nuestros cónyuges tuvieran ganas de estrangularnos por no parar, fue un momento de conocimiento inolvidable en el que disfruté como una enana de poder intercambiar opiniones entre ciencia y experiencia. 

El término “circadiano” que viene del latín “circa” (alrededor) y “diano” (día) significa “alrededor del día”, y alude a todo aquello que pasa dentro de nuestro cuerpo cada 24h. Por tanto, el ritmo circadiano es un reloj interno que se ve influenciado por factores externos: trabajar, comer, hacer ejercicio físico…

Cada individuo tenemos una regulación concreta de nuestros ritmos circadianos. Hay personas que nos concentramos mejor por las mañanas, mientras que otras prefieren acostarse tarde. 

Esta disposición se conoce como cronotipo y es la tendencia natural de una persona hacia los momentos del día en los que se siente más despierto, cuando siente los picos de energía.

El cronotipo matutino, el 25% de la población, rendimos más por la mañana y empezamos a disminuir por la tarde, lo que nos lleva a acostarnos temprano y madrugar.

Los vespertinos, como papá, es otro 25% de la población. Se caracterizan porque encuentran que sus funciones cognitivas son máximas por la tarde y noche, por lo que tienden a acostarse y a levantarse tarde. Les cuesta madrugar.

El cronotipo intermedio, el otro 50% entre los que se encuentra Any, no muestran una clara preferencia por la mañana ni por la tarde, sino que se encuentran en medio de estos dos.

Los cronotipos están relacionados con la producción de melatonina, una hormona encargada de inducir el sueño. 

Las personas que nos identificamos como matutinos segregamos melatonina entre dos y tres horas antes que los intermedios, Any. Y los vespertinos, papá, entre dos y tres horas después que éstos últimos, Any. ¡¡¡Así  que yo me voy a dormir 6 horas antes que mi marido!!! Jajajajaj. 

Lo que está claro es que cada uno tiene sus tiempos, y es importante respetarlos.

Pero también hay que ser consciente de que las circunstancias cronotípicas no pueden interferir en un estilo de vida saludable. 

La reducción del sueño nocturno por tan solo una hora, aumenta la expresión de los genes asociados con la inflamación, excitabilidad inmunológica, diabetes, riesgo de cáncer y estrés.

Independientemente del cronotipo que tengamos, tenemos que respetar los hábitos de sueño saludables y ser conscientes de que al igual que necesitamos energía para movernos, pensar y digerir los alimentos, también necesitamos energía para descansar y repararnos POR LA NOCHE. 

El insomnio afecta a aquellos que tienen muy poca energía. El calor (energía del fuego) se acumula en la parte superior del cuerpo, creando tensión, ansiedad y síntomas como presión arterial alta o dolores de cabeza. Cuando nos falta energía, sentimos una sensación de inquietud y la incapacidad de desconectarnos.

Con el  insomnio y el agotamiento de la energía, los sistemas de todo el cuerpo no pueden recuperarse adecuadamente. 

Un buen sueño nos brinda una mayor capacidad de resistencia a las enfermedades y mantiene el equilibrio hormonal, lo que contribuye a ayudarnos a vivir vidas más largas, más saludables, más felices y más satisfactorias.

7 anayany.com consejos para un sueño feliz:

– Apagar todos los aparatos electrónicos al menos una hora antes de dormir. La luz azul que emiten, activa el cerebro y es una señal para que el cuerpo se despierte. Así mismo los campos electromagnéticos tienen efectos negativos en nuestro sueño. No te olvides nunca de apagar el wifi antes de irte a dormir y quitar ese horroroso despertador electrónico de tu mesilla de noche. ¡Estás durmiendo con el enemigo!!

– El aceite de lavanda es un remedio clásico para promover el sueño. Coloca unas gotas en el baño, el difusor o en la almohada para ayudar a relajar tu cuerpo y calmar tu sistema nervioso.

– La respiración abdominal lenta es una de las mejores maneras de calmar el sistema nervioso, relaja el cuerpo y ayuda a calmar la mente.

– Relajémonos antes de ir a la cama leyendo un libro, tomando un baño caliente o escuchando música tranquila y calmada.

– Para otras personas es mejor el ejercicio moderado. Es uno de los mejores medicamentos para dormir que existen.

– Intentar dormir por lo menos ocho horas de noche.

– Nada de cafeína a partir de las 4 p.m. (chocolate, cacao, café…).

DESPIÉRTATE CON UN BUEN ZUMO

Zumo de Granada, anayany.com

Después de muchas pruebas, y variando según la época del año, las necesidades salutogénicas y la cosecha existente, en este momento nuestros zumos favoritos son:

ZUMO MAMÁ ESPECIAL ECOLÓGICA: todos los días me tomo en ayunas un zumo con granada, uvas rojas, remolacha y jengibre. ¡El mío es rosa en vez de verde! Busco una regulación del sistema hormonal.

ZUMO ANY VERDE. Todos los días por la mañana papá le prepara a Any un zumo pequeño, para evitar la limpieza excesiva, de manzana, calabacín, jengibre y hoja verde con un chorrito de aceite de oliva virgen extra ecológico para no limpiar y ¡¡¡Supervitaminarse y Mineralizarse!!!

ZUMO TROPICAL FRUGAL. Papá baraja dos opciones para sus zumos favoritos. Versión Frugal (restos de nuestros zumos añadiendo más base) o Versión Tropical (aprovechando además la pulpa sobrante de la piña, por ejemplo, para su helado encimático) poniéndole saborrrr a la vida.

Los zumos ecológicos recién hechos de frutas y vegetales frescos son ricos en fibra, mineralizantes y desintoxicantes, anti-inflamatorios, antioxidantes, protege el corazón y la memoria…

Para hacer un buen zumo recomendamos:

CREAR UNA BASE/HIDRATACIóN:
Apio, pepino, hinojo, calabacín, remolacha.
VERDE QUE TE QUIERO VERDE:
Kale, espinacas o acelgas (cuidado con los oxalatos), lechuga.
FRUTA/TOQUE DULZÓN:
Manzana, pera, granada, piña…
TOPPINGS: (opcional)
Jengibre, aceite de oliva, polen, wheatgrass, espirulina, cúrcuma, chlorella, chía, amapola, alpiste, etc…

Nosotras ya sabéis que utilizamos un extractor de zumos lento, la Versapers de Conasi, 100% libre de BPA en todas sus partes en contacto con el zumo. Un consejo técnico: alternar los ingredientes más fibrosos con los que lo son menos para que no se atasque el extractor y el agua vaya limpiando y empujando para abajo todos los ingredientes.

Más información

Conasi ofrece a todos los lectores de anayany.com un descuento de un 5% por la compra de cualquiera de los productos de su categoría “La Cocina de Conasi”, incluida la Versapers, al utilizar el Código de Descuento:

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TIÑENDO LA MENTE DEL COLOR DE NUESTROS MEJORES PENSAMIENTOS

La inteligencia nos ayuda a caminar el camino.

Desde el amor, todos somos capaces de manejar nuestra inteligencia para ayudar a los demás a través de nuestros conocimientos, habilidades y experiencias adquiridas a través de los años.

Pero también tenemos que ser cada vez más inteligentes en la habilidad de utilizar la lógica y resolver situaciones completamente nuevas.

No se trata solo del conocimiento que tenemos, que también es importante, sino de tener habilidades como la creatividad, la innovación y la voluntad de querer aprender.

Entender la inteligencia en el sentido de mayor cociente intelectual está bastante superado por la neurociencia y el concepto de inteligencias múltiples.

La inteligencia también tiene que ver con la capacidad para desaprender y aprender, escuchar e interiorizar y aumentar la inteligencia emocional.

Leer un libro, asistir a un curso o escuchar un podcast es suficiente para aumentar nuestros conocimientos si los asimilamos, pero existe una técnica para mejorar la Inteligencia de forma global: La Meditación.

La Meditación no solo funciona para mantenernos estables emocionalmente y reducir el estrés. La meditación nos hace más felices y nos conecta con el mundo, pero además es una herramienta para trabajar nuestra inteligencia.

1. Sin excusas. Alcanzar el éxito en la vida requiere paz interior y la mejor manera de conseguirla es a través de la meditación.

2. Sin juzgar. Es importante entender que no es necesario levitar ni entrar en trance para que la meditación tenga éxito. Por ejemplo la Meditación trascendental, tiene como base la utilización de un mantra. El mantra tiene muchos orígenes y por lo tanto significados. El ejemplo más común es el “Om”, pero el mantra puede ser una oración, una canción, una palabra…puede ser cualquier sonido que al repetirlo constantemente desde el amor vaya desvaneciendo los demás pensamientos hasta que la mente se aclare.

3. Trabajando la paciencia. Cómo todo en la vida, vemos los beneficios pasado un tiempo. Mejor meditar poco tiempo varias veces y no mucho tiempo entre intervalos muy largos. La repetición es clave, ya que el objetivo es teñir nuestra mente del color de nuestros mejores pensamientos.

Utilicemos la Inteligencia por el Bien Común. Compartamos lo que sabemos y ayudamos a los demás.

SOMOS ENERGÍA VITAL

Energía Vital

“Qi es compatible con todas las funciones del cuerpo y nos permite tener la energía y la claridad para abrir nuestro corazón y prosperar en el mundo de hoy”. Master Oh.

Tenemos innumerables tipos de energía como la solar que genera la radiación del sol, la eólica que genera la fuerza del viento o la hidráulica que genera el movimiento del agua. Todo lo que conocemos y lo que no, tiene como soporte la energía, pero en distintas frecuencias vibracionales.

En los humanos y en todas las formas que habitan la tierra, incluidas piedras y aquellas cosas que suponemos no están vivas, la energía tiene una velocidad vibracional.Pero existe una energía en el universo que se encuentra en constante flujo y que todos los seres vivientes comparten.

Es conocida desde la antigüedad como prana por los hindúes, chi por los chinos, ki por los japoneses, qi por los coreanos, ka en Egipto, aliento divino para los cristianos o energía vital para la acupuntura.

Es cíclica y se encuentra en constante circulación, su movimiento en espiral fluye y tiene dos polos opuestos, dos polos magnéticos en sus extremos y no es ni buena ni mala, es neutra por naturaleza.

Es para los hindúes el prana, una palabra que en sánscrito significa “aire inspirado” o “aliento de vida”, según la yoga y la medicina ayurveda el prana fluye a través de una red de canales internos llamados nadis que la distribuyen en todo nuestro cuerpo físico (chacras para el cuerpo astral). Los coreanos lo llaman Qi y los japoneses lo traducen a ki como “flujo vital de energía” y afirman que el ser humano puede manipular esta energía mediante diversos métodos: incrementándola, acumulándola, distribuyéndola por todo el cuerpo o usándola de manera concentrada como instrumento de salud y equilibrio.

Los cuatro elementos que nos conforman como humanos (aire, agua, fuego y tierra), y el éter que se encuentra entre cada cuerpo cósmico, son conductores naturales de esta energía vital que es posible incrementar mediante la respiración, el canto, la danza, el ejercicio físico, el fuego, abrazando árboles o seres vivos, haciendo el amor, asistiendo a eventos multitudinarios donde se compartan emociones, montando a caballo, quedando atónitos ante una obra de teatro, leyendo un libro, cuando nos sentimos conmovidos con la naturaleza al observar el sol en el horizonte o contemplando el movimiento de las olas del mar.

Esta energía se manifiesta a través de sentimientos como el éxtasis y el amor incondicional, entra a nuestro sistema por los pulmones, llega al corazón y se distribuye en nuestro cuerpo a través de la columna vertebral; el corazón es el motor que al igual que el universo, se encuentra en constante movimiento y tiene un ritmo generador de una vibración específica y única que nos da la vida.

A nivel cuántico toda esta energía se encuentra interconectada e incluso con la materia. La realidad cuántica representa otro nivel de existencia, otra dimensión en la cual el campo energético es el orden subyacente, una realidad oculta ante nuestros ojos. Vemos a los objetos materiales sólidos como una silla, una piedra o un ser humano pero a nivel cuántico somos realmente paquetes de energía en vibración, en interacción y si bien tenemos la impresión de que existen en separado, dichas energías están interconectadas, interactuando entre si y en eterno proceso de transformación.

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