El adviento lo que busca es la luz. Ese es, por tanto, el elemento fundamental en la simbología de este momento.
Antiguamente los pueblos se reunían en estos días largos del fin del invierno a encender hogueras pidiendo a sus dioses que volviera la luz. También en los cultos religiosos encienden velas con este mismo motivo, para pedir luz al Señor para cada persona .
Las velas significan purificación y preparación espiritual .
Nosotras decoramos con velas naturales , rojas para conectar con el corazón y amarillas para invocar el poder del sol. Cada uno encendemos una y pasándonos el fuego expresamos en familia nuestros deseos para esta estación.
Si somos conscientes, cada detalle puede ser un símbolo. Por eso, hoy nos centramos y sacamos de nuestro interior esa luz que ilumina nuestro camino y el de los demás.
Porque celebrar estando juntos es, después de todo, el significado de nuestra Navidad.
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