“El hombre que ha empezado a vivir seriamente por dentro, empieza a vivir más sencillamente por fuera.” Ernest Hemingway.
Nosotras respiramos y vivimos sencillamente, dándonos tiempo y espacio para ser felices.
Hemos aprendido que la abundancia también se puede aplicar a la sencillez y así lo hacemos siempre que nos relacionamos con todo lo que nos rodea, material o inmaterial, buscando un equilibrio.
Llevar un estilo de vida sencillo, orgánico y ordenado nos ayuda a tener una vida más fácil, con hábitos sencillos de horarios y de orden en nuestra vida.
Hace años que dejamos de acumular cosas, emociones, compromisos, tareas, actividades, etc. que nos alejaban, sin darnos cuenta, de otras cosas, intangibles, que realmente sí influyen hoy positivamente en nuestras vidas.
Ahora elegimos ser abundantes en cosas como la tranquilidad, el orden, la paz, la felicidad, el tiempo disponible… alejándonos al mismo tiempo de aquel estrés que nos llevaba al descontrol. A veces menos de algo, por ejemplo cosas materiales, ayuda a mantener el equilibrio.
Tenemos nuestro propio estilo de vida y nos resulta placentero vivir así, disfrutando de momentos y detalles mágicos, maravillosos e irrepetibles, sin la necesidad de muchas cosas y con abundancia de otras: amor, tiempo y paz. Se trata de una elección familiar para ser felices independientemente de las circunstancias. El día tiene otro color cuando nos levantamos temprano y todo está en orden.
A veces, estar en paz es tan sencillo como tener un lugar para cada cosa, una hora para cada acción y un espacio para que cada cosa tenga su lugar.
Hace años yo acumulaba sin más. Ahora me doy cuenta de que es más necesario revisar y dejar ir cosas con cierta frecuencia, que acumular las que ya no están acorde con este momento vital. También tuve que aprender a hacerme responsable de mis necesidades materiales hasta comprender que con menos peso puedo llegar más lejos, que con orden no pierdo el tiempo y que si cada cosa está en su sitio todo es más sencillo. Además he podido comprobar que criando a nuestra hija en el orden de lo sencillo, este estilo de vida es lo natural para ella y así lo practica en su vida. Para ella es natural ser, en vez de tener, y disponer de tiempo, en vez de perderlo ordenando cientos de cosas o buscando cosas que no están en su lugar.
Ahora cada cosa que tenemos tiene su lugar correcto, así tenemos más a mano lo que realmente necesitamos. Si algo no vuelve al sitio con facilidad es que algo falla y es hora de revisar nuestras necesidades actuales y donar lo que ya no tiene sentido que forme parte de nuestra vida.
Aprendizaje: Hagamos que el orden, la sencillez y la tranquilidad sean una oportunidad para tener una vida más feliz evitando los conflictos por estrés y excesos.
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