MADRE E HIJA FRENTE A LA ADULTEZ TEMPRANA.

La niñez fue dura, la pubertad un camino incontrolable y ahora en la adultez temprana avanzamos juntas, como siempre, por lo desconocido. 

Ambas tenemos claro que nuestra vida especial es un camino en  espiral, en el que somos felices o aprendemos, independientemente de las circunstancias. Por eso hemos elegido vivir eternamente juntas, con el máximo equilibrio posible y según el nuevo conocimiento y las enseñanzas que nos aportan experiencias previas. 

La adultez ya nos une, y nos muestra la necesidad de seguir viviendo con resiliencia, por distintos motivos: el mundo es veloz y no para. Por eso hace años que frenamos el determinismo, con nuestra actitud, desde nuestro interior, aceptando lo que somos, lo que la vida nos trae, y modificándola gracias a nuestro libre albedrío y libertad de elección. Traemos luz a nuestra vida con nuestra actividad creadora diaria, cuidados y amor, frente a la posición más aceptada en temas de discapacidad: la noche oscura del alma. No nos consideramos víctimas, simplemente somos humanas, con distintas capacidades, con esencia y luz, aceptando la parte de oscuridad pero sin que esta nos guíe, y disfrutando de las maravillas de una vida común con caducidad.

Una de dos, o disfrutamos o aprendemos. Siempre hemos sabido que no hay tiempo que perder en lamentos, objetivos inalcanzables o pensamientos caducos. Somos conscientes de que, desde la intención, a diario podemos crear lo que deseamos, con felicidad, amor y deseo de vivir en plenitud,  y así lo hacemos.

Elegimos ser felices independientemente de las circunstancias, también en esta adultez compartida que acaba de empezar.

¡Sí se puede!

Un abrazo de osa 💗💗💗 y otro de Luz ✨

#anayany

#amorinfinito

#vidafeliz

#mamásespeciales

MADRES CUIDADORAS

“Nuestros hijos no necesitan “supermamás” ¡Necesitan Mamás Felices!”. Del libro “Mamá sustentable” de Sonia Castro.

El 5 de noviembre es el Día de las Personas Cuidadoras, un día para que todos seamos conscientes de las millones de personas que cuidamos a los demás los 365 días del año. 

Un abrazo de osa para todas las Mamás Especiales Cuidadoras y para todas las personas que nos ayudan a diario, de cualquier manera, para poder dedicar nuestra vida a cuidar a nuestros hijos desde el amor infinito. 

Hoy gritamos más que nunca: ¡SÍ SE PUEDE SER FELICES CON NUESTRAS CIRCUNSTANCIAS!

Todos podemos encontrarnos en nuestras vidas con un rol para el que en un principio no estamos preparados: cuidadores en el hogar. Las Madres Especiales somos orgullosas Cuidadoras. Mujeres del siglo XXI, muy activas e inquietas a la hora de ayudar a los demás, que nos sentimos bien y seguras de nosotras mismas, con mucha energía y con una sabiduría de la vida que nos permite afrontar las cosas con fuerza y que aceptamos, además, el rol de ayudar a nuestros seres queridos acompañándolos en su camino.

Solas, en pareja, con más o menos ingresos y formación, como colectivo presentamos unos rasgos que no están pasando desapercibidos ni en nuestro entorno ni para los médicos, rehabilitadores u otros profesionales que interactúan con nosotras. Somos las últimas responsables de los cuidados de nuestros hijos. Cada vez tenemos más peso para la industria, ávida de nichos de mercado: ortopedias, adaptaciones, salud, etc. Ya somos un grupo muy numeroso, grandes consumidoras de todo lo relacionado con la rehabilitación, la nutrición, el cuidado personal, etc., lo que crea oportunidades de negocio y nos da relevancia social. De ahí que ya nos tengan en cuenta como un grupo muy importante de consumo, incluso de apoyo a los profesionales de la salud, y por fin nos consideran en la sociedad necesarias para el cuidado de parte de la población, tanto de nuestros familiares más jóvenes con necesidades de apoyo en la vida diaria, como de nuestros mayores, que forman una población cada día más representativa. Somos mujeres de hoy en día, valientes, lúcidas y comprometidas que rebosamos proyectos, energía y seguridad en nosotras mismas, que hemos decidido mantener o no nuestro trabajo, pero siempre hemos elegido cuidar de nuestros hijos, hermanos, padres, etc. 

Tenemos también otras identidades: esposas, trabajadoras en casa y/o fuera de ella, estudiantes, profesionales…, aunque dedicamos nuestra vida en su mayor parte a ser cuidadoras, haciéndonos cargo de nosotras mismas y de quienes más nos necesitan, desde el respeto, el conocimiento de quien aprende de la experiencia y, sobre todo, desde el amor infinito.

Por motivos políticos y económicos, todavía nos vemos obligadas a no tener descanso,  y a ser creadoras de nuestra realidad para costearnos nuestra formación, las terapias y los apoyos. Sin embargo,  celebramos la plenitud de ser orgullosas cuidadoras de quienes nos necesitan para seguir adelante.

Afrontamos nuestra situación con la mirada de las mujeres talentosas, mujeres que deseamos que los profesionales que tratan a nuestros familiares nos hablen de igual a igual, y lo más importante, los y nos respeten y traten con humanidad. Somos personas que disfrutamos de lo que hacemos, pero somos conscientes de que necesitamos ayuda para mantener nuestra energía, salud y libertad. Necesitamos la ayuda de TODOS: familiares, profesionales, amigos, etc.

Sabemos poco de todo y mucho de “mundología” porque tratamos con mucha gente en el entorno del cuidado familiar. Hemos vivido muchas experiencias (tanto enriquecedoras como duras) y, lo mismo hemos estado horas y horas en las salas de espera de un hospital, que hemos ayudado a que nuestros hijos, por ejemplo, logren hitos que ni los profesionales se pueden creer. 

Somos mujeres modernas, y como tales desarrollamos nuestro crecimiento personal, profesional, emocional y espiritual. Tenemos una vida feliz con nuestras circunstancias y estamos llenas de ilusiones. Hemos tomado las riendas de nuestras vidas, sabemos pedir ayuda si la necesitamos y aprendemos cosas nuevas todos los días mientras aplicamos nuestros cuidados desde el amor incondicional, la generosidad infinita y la esperanza de mejorar la vida de la familia.

Las circunstancias vitales de cada una de nosotras son diferentes a todos los niveles (económico, social, etc.) pero lo que nos une es más fuerte que lo que nos diferencia. El AMOR. Sabemos lo que es darlo todo a cambio de nuestra mejor recompensa, una sonrisa.

No somos ni maestras, ni enfermeras, ni fisioterapeutas, ni logopedas, ni nutricionistas… aunque ejercemos de todo ello a diario. Somos las mejores alumnas de las formaciones que nosotras mismas nos pagamos o simplemente seguimos adelante sin ayuda a base de ensayo y error. Somos grandes investigadoras buscando lo mejor para la vida de las personas que tenemos a nuestro cargo, y aprendemos rápido a buscar soluciones a los problemas que nos surgen en el camino.

Esta es la vida y lucha de Muchas Madres Especiales que hemos decidido cuidar de nuestros seres queridos.

Solo espero que un día como el de hoy, cuando alguien se cruce con nosotras (conocidos, familiares, profesionales, personal de la administración, etc.) vean a las mujeres que somos: bellas por dentro y por fuera, formadas, capacitadas, en continuo crecimiento y orgullosas de nosotras mismas y de nuestras familias.

Lo que sí hemos aprendido desde el primer día que ocupamos el rol de cuidadoras es que, aunque sea muy duro, hoy será otro día para disfrutar de la compañía de los seres que más nos quieren y a los que más queremos en la vida: nuestros hijos. 

GRACIAS.

#anayany

#amorinfinito

#vidafeliz

#ABR

#DiaDeLasPersonasCuidadoras

#SoyCuidadora

#cuidadores

#YoCuido

#DíaInternacionalDeLasPersonasCuidadoras

#cuidaralcuidador

EQUIDAD.

La verdadera solidaridad reside en promover la igualdad de oportunidades. Pero la igualdad no implica “per se” justicia. Potenciar en cada uno lo que necesita no es lo mismo que ayudar a todos por igual. Si todos entendiéramos esto, la vida sería más justa, fácil y feliz para todos. Porque todos somos iguales aunque distintos, todos somos diversos, todos tenemos dificultades en la vida, y de ahí surge la riqueza de la diversidad en la condición humana. Para nosotras cualquier etiqueta que pongamos o nos pongan para marcar la desigualdad será solo una proyección de los pensamientos, creencias y limitaciones de quien la pone. 

“Se debe pedir a cada cual, lo que está a su alcance realizar”. El Principito.

Cuando tienes una hija con gran discapacidad, por ejemplo, como es nuestro caso, era muy difícil, al principio sobre todo, no distorsionar el mundo que nos rodeaba “exigiendo” igualdad. De repente, tras el diagnóstico, creímos que todo debía ser como nosotros pensábamos, e interpretamos la realidad de forma subjetiva. Creíamos que nuestra visión “distorsionada” del mundo era la única correcta y verdadera y nos invadía un egoísmo basado en lo injusta que había sido con nosotros la vida, lo que se expresaba con nuestra rebeldía. Hasta que nos dimos cuenta de que los que estábamos ciegos éramos nosotros, y que para ser felices simplemente teníamos que cambiar, crecer y vivir desde la equidad, desde nuestra nueva condición y lección de vida. Y así empezó nuestro camino hacia la felicidad, con altibajos, está claro, pero con el foco puesto en nuestro sueño de vivir felices con nuestras circunstancias. Tocar fondo nos hizo conocer los dones y las bondades del ser humano.

Ahora vivimos simplemente como miembros de pleno derecho en esta sociedad, sumergida en la distopía, e intentamos cambiar un poquito este mundo complicado desde el amor por lo diverso, la antifragilidad, el empoderamiento y la salutogénesis. E indomablemente, sabiéndonos “extraordinarias” (como todo ser humano), nos complementamos socialmente desde la diferencia que nos une. Para vivir en equidad cultivamos nuestros valores y principios: el respeto, la compasión, la solidaridad, la humildad, el amor… y así la convivencia es enriquecedora, como nos muestra la obra de “El Principito”.

Un abrazo de osa 💖💖💖 y otro de Luz ✨

https://amzn.to/3znB7Fm

#anayany

#vidafeliz

#amorinfinito

#equidad

#ElPrincipito

#ParquePrincipado

@anayany.comweb 

@any_espiritual

LOS SENTIDOS DEL CORAZÓN DE UNA MAMÁ ESPECIAL.

Y es que hay corazones que ven lo que otros desde el intelecto desconocen. Esa es la sabiduría de las Madres Especiales, mezcla de experiencias, conocimientos, observación y acción. No escuchar a nuestros hijos con el corazón, no observar sus rasgos, características, capacidades, peculiaridades y la interrelación entre las mismas, es desconocer lo que son: seres únicos y extraordinarios que interactúan con estándares diferentes. Y eso les puede provocar reacciones peculiares, no siempre positivas.

Tener una vida feliz, saludable y de calidad supone para una Mamá Especial interpretar, en la medida de lo posible, los sentimientos de quien combina lo extraordinario para sobrevivir en la distopía humana actual.

Gracias Any por dejarme estar siempre a tu lado, por enseñarme a mirar, oír, sentir, oler y saborear esa otra vida, que siempre ha sido tuya y ahora también es mía. 

https://amzn.to/3znB7Fm

#anayany

#vidafeliz

#amorinfinito

@anayany.comweb 

MURO XLVII DE “SENSIBILIDAD”.

“Lee los libros que amarías haber escrito y luego escribe el siguiente libro que amarás leer. Esa es la receta verdadera para la autosatisfacción literaria”. Any Pascual.

Gracias a todos por adquirir el libro de Any, “Sensibilidad”, en cualquiera de los formatos disponibles.

Nos hace mucha ilusión ver vuestras reacciones con los ejemplares que ya os han llegado. 

Seguimos compartiendo “Luz” en nuestro MURO DE SENSIBILIDAD y esperando vuestras fotos y vuestros comentarios una vez leído: qué poema os ha llegado al corazón, cuál os ha hecho reflexionar, con cuál os sentís más identificados, etcétera (de uno a todos). Entre todos iluminaremos aún más la web. 

También disfrutamos mucho leyendo las reseñas que nos dais en Amazon, así que os animamos a compartir vuestras opiniones para ayudar a los próximos lectores. ¡Este es el momento!

Gracias. Un abrazo de osa 💖💖💖 y otro de Luz ✨Mariflor.

https://amzn.to/3znB7Fm

#anayany

#vidafeliz

#amorinfinito

@anayany.comweb