MAMÁS ESPECIALES EN SITUACIONES ESPECIALES

“Hay que entender que mi autocuidado no es egoísmo, somos súper culposas. Mi autocuidado es también por amor a ella, porque ella me necesita bien y también para darle un buen ejemplo. Yo quiero que mi hija sepa que yo soy feliz gracias a ella, no que mi vida se transformó en un desastre porque ella existe”. Sonia Castro.

Ser Mamá no es fácil. Ser Mamá Especial es un poco más difícil. Y ser Mamá Especial en situaciones especiales es aún más difícil.

Nadie nos prepara para ser madres, y cuando quienes más queremos en nuestra vida, que son nuestros hijos, tienen algún problema…

Pero con resiliencia nos levantamos y seguimos. Y ahora aquí estamos.

Nuestros hijos son expertos en pasar por complicaciones médicas.

Todos los inviernos estamos pendientes de tomar las medidas adecuadas para no caer en problemas respiratorios.

Esta experiencia, a lo largo de su vida, nos ha dado a las familias herramientas para trabajar a favor de la salud, más en momentos como los actuales. Y llevamos implementándolas años, así que ahora con más ahínco.

¡Vamos! Usemos todas nuestras armas de Mamás Especiales para pasar también esta vez por encima de estadísticas y resultados en la media. Sabemos lo que tenemos que hacer y trabajamos, como siempre, duro, día a día para que nuestros hijos nos despierten en mitad de la noche con una sonrisa.

Ahora son los demás los que se encuentran en una situación de alerta, como la que nosotras tenemos todos los días en la vida de nuestros hijos.

Comida saludable, terapia en el hogar (ABR especial respiratorio), sol, alegría y remedios naturales. Como siempre.

Y si los necesitamos, ahí estarán los profesionales para tomar las medidas necesarias, porque somos población de riesgo y sabemos mejor que nadie lo que valen. La medicina de urgencias nos ha ayudado miles de veces.

Y lucharemos por nuestros derechos como siempre, porque todos somos iguales.

Hoy es esto, ayer fue lo otro y mañana será lo siguiente. Pero nosotras seguimos día a día con lo nuestro, que bastante es, respetando a los demás y cumpliendo con las normas.

Nuestros problemas son visibles, si te fijas un poco. En esta crisis lo que observamos son los problemas no visibles de muchas personas que hasta que han experimentado en primera persona el MIEDO a perder la salud, esa salud por la que llevamos años luchando nosotras, no se podían ni imaginar lo que es vivir así todos los días de la vida, y sin que nadie se de cuenta.

Esperemos que a partir de ahora todos aprendamos la gran lección de saber lo que es importante en esta vida y que nunca nos olvidemos de los aprendizajes en cuanto a solidaridad, empatía, respeto, higiene social, bien común, etc.

Todos somos iguales, aunque algunos llevamos muchos años practicando para poder seguir viviendo.

Un abrazo a todas las Mamás Especiales. Resiliencia.

#anayany
#mamásespeciales
#amorinfinito

LA DEMOCRACIA DEL CORAZÓN

“El que mira hacia fuera sueña, el que mira hacia dentro despierta del sueño” Carl Gustav Jung.


La mayor parte de nuestras costumbres son el resultado de normas sociales que hemos adoptado más o menos conscientemente. 

Cuando un grupo de personas nos ponemos de acuerdo con respecto a una opinión o una actitud, o también sobre una manera de actuar o manera de comportarnos, se manifiesta un consenso que dicta una norma. Pero para nosotras las normas las marca el amor infinito por uno mismo y por los demás.

Porque algunas de las normas sociales, no rigen un bien amoroso común, sino que tienen  la función de preservar la armonía y supervivencia de la sociedad en general, no de los individuos en particular. Son el resultado de un consenso y por eso las aceptamos cuando nos relacionamos o vivimos en sociedad, ya que el estilo de vida actual, y nosotros individualmente como sus componentes, no asumimos la responsabilidad individual.

Nosotras no seguimos a la mayoría, no por rebeldía, sino porque nos hacemos responsables de nuestras vidas. La seguridad de seguir a la mayoría no nos aporta nada en nuestro estilo de vida. No seguimos a líderes de una dualidad u otra, decretamos que somos libres y así podemos rodearnos de felicidad independientemente de las circunstancias. Respetamos, entendemos, y seguimos nuestro camino aceptando, pero conscientes. Escuchamos nuestra voz interior, que es para nosotras donde reside la verdadera sabiduría, y desde el amor disfrutamos de ser libres en nuestro estilo de vida diario y nos adaptamos cuando nos relacionamos socialmente. No jugamos a ser diosas, sino que nos empoderamos para vivir felizmente. Si caminamos desconectadas de nosotras mismas, sin darnos cuenta nos estarán desempoderando.

Mientras que el ser humano no sea humano (espiritual, mental, emocional y físicamente) y no seamos capaces de ejercer un control propio sobre nosotros mismos y nuestra relación con los demás, alguien más vendrá y establecerá normas y leyes para todos según su criterio. 

A todos nos educaron en la dualidad del bien y del mal. Todos hemos sido educados en el desencuentro de la sociedad, en la dualidad competitiva y en el falso empoderamiento de lo bueno es lo mío. Nos han educado según los criterios de lo que es correcto por el principio de autoridad con el que nos relacionamos: partido político, equipo de fútbol, religión, salud… Nos han entrenado para que confiemos más en lo que dice la autoridad que en nosotros mismos. Pero el principio de autoridad es de por sí dictatorial: el de los gobiernos, centros escolares, la economía, etc. 

Por eso es muy importante darse cuenta de que cuando lo oficial choca con la alternativa, son las autoridades en verdad  las que chocan, no la realidad. Nadie tenemos toda la información. Cada uno vivimos nuestra realidad y por eso existe el miedo y la necesidad de refugiarse en un grupo. 

Nosotras valoramos más ser librepensadoras y aprendemos de las experiencias vivenciadas. La democracia interna del corazón consiste en ver que el otro te complementa. Por eso valoramos lo diferente y “la visión del águila” para ver todo desde una perspectiva más amplia. Nosotras no competimos por tener la razón, la verdad o lo material, colaboramos con la Naturaleza por un bien común. Los seres humanos somos simplemente seres vivos, no dioses.

Seguir las normas comunes sin más, sería cómo desentendernos de las relaciones desde el amor, desde el corazón, y someternos al líder de turno como refugio por la pereza de adquirir el conocimiento propio o negar la dualidad educativa. Entonces seguir a las masas es lo más fácil. 

En un mundo ideal en el que las personas mirásemos empáticamente hacia los demás, día a día, respetando que todos somos diferentes, no sería necesario tratar a las masas como seres irracionales. Por supuesto que para convivir hace falta unos mínimos ineludibles, pero cada individuo sería responsable de su vida y de la de los demás como parte de un sistema comunitario. No se trata de defender una utopía, sino de despertar para dejar de vivir en la distopía actual. No serían necesarias tantas leyes, sino que cada individuo se responsabilizara de sus acciones diarias a favor de un crecimiento y bien común. 

Estamos en el siglo XXI, ya es hora de darnos cuenta de que la especie humana puede abarcar muy diversas situaciones de muy diferentes maneras. 

Existen Leyes Universales, no creadas por gobiernos sino por el hombre, para vivir en comunidad como seres sociales, que son más importantes que las decisiones políticas. Vivamos desde el amor, la empatía, la solidaridad, la compasión, la felicidad, el bien común, etc.

Aprendizaje: Para ser libres debemos vivir desde la democracia de corazón.

#anayany
#vidafeliz

MI ELECCIÓN ES… QUEDARME EN CASA

Por Any Pascual.

En estas fechas, todos nos estamos quedando en casa. Para la mayoría, esto no es algo que hubieran escogido si alguien les hubiera preguntado.

Pero yo sí.

Quedarme en casa es para mí algo natural, me gusta y lo elijo libremente casi siempre.

Tener una vida sencilla, saludable y ordenada ha sido un camino que hace años empezamos a raíz del despertar de mi familia tras mi nacimiento. Por eso elegimos vivir conscientemente según las indicaciones de nuestro cuerpo, nuestra mente y alma.

Por eso, normalmente, solo salimos de nuestro pueblo una o dos veces al mes y casi siempre es para eventos culturales o para adquirir cosas que no podemos conseguir aquí. No consumimos mucho, así que no necesitamos salir muy a menudo porque normalmente compramos online y lo traen a casa.

Lo que si hacemos es pasear por la maravillosa naturaleza que tenemos justo al lado de nuestra casa: la sierra, la playa…

Para el resto, si podemos, estamos mejor en casa.

Hay mucha gente para la que el sitio donde duerme no es un hogar, sino solo un lugar donde tumbarse a descansar o, para los más sedentarios, ver la televisión o mirar el móvil durante horas.

Para nosotras hace mucho que ese concepto ha cambiado. Nuestra casa es un verdadero hogar y, de tener la opción, preferimos estar aquí que en otro lugar.

Por eso aunque mucha gente está teniendo algunas dificultades para mantenerse sin salir, para nosotras es lo más normal del mundo.

Con los años hemos ido creando un hogar con todo lo necesario para vivir sencillamente. Tiene una buena orientación para que entre el sol en los días fríos y la brisa en los calurosos, en el pueblo, rodeados de naturaleza y lejos de aglomeraciones, ruidos y contaminación.

Soy parte de las personas altamente Sensibles (PAS), eneatipo 4 centrado y Generación Z. Estos rasgos combinados generan un temperamento perfecto para pasar, no solo estos días en los que nos quedamos obligatoriamente en casa, sino una vida tranquila en un pequeño entorno controlado.

En mi hogar estoy feliz y tengo la capacidad de estimular mi sistema nervioso solamente justo hasta donde lo necesito, evitando el estrés por cosas incontrolables que a las PAS nos afectan mucho.

Las personas de otras generaciones pueden notar que sus relaciones sociales se resienten por no poder salir de tiendas o a un bar con sus amigos. Para los de mi generación lo más normal es que la única manera de distanciarnos en una amistad sea dejando un mensaje en visto o sin responder en las RRSS.

Además, ahora la cultura es más accesible que nunca online. Muchos artistas están colaborando en la creación de iniciativas para que tampoco la cultura esté alejada de nosotros, como por ejemplo el ya pasado #yomequedoencasafestival o el #poesíaentusofá, en curso y fascinante.

Ahora la música, las letras, el arte… están al alcance de todos.

Y como ahora más que nunca la salud, física y mental, es lo primero, disfrutemos de nuestras casas y de la oferta cultural gracias a las nuevas tecnologías.

Yo elijo quedarme en casa porque es más tranquilo, no consumo, estoy con mi familia y hago lo que quiero. Mejor que salir sobreactivándome en relaciones sociales. Así paso más tiempo con las personas que amo, relajadamente, en un ambiente saludable, y simplemente me hace más feliz ir hacia mi interior que salir fuera a buscarlo.

Por ello os digo: quedaos en casa hasta que sea seguro salir. Y cuando podáis decidir, escoged conscientemente las influencias que queréis recibir.

Pensad y reflexionad. Id hacia vuestro interior.

¡Quedarse en casa también es una pasada!

#anayany
#amorinfinito
#yomequedoencasa

APROVECHEMOS ESTE TIEMPO PARA PLANTEARNOS CAMBIOS INTERNOS POSITIVOS

“Si quieres cambiar el mundo, cámbiate a ti mismo”. Mahatma Gandhi.

El tiempo y la energía que gastamos en cosas que no podemos cambiar, lo estamos desaprovechando sin hacer aquello que sí podemos cambiar.

Los problemas no se resuelven solos, tenemos que resolverlos nosotros mismos, siendo el ejemplo de lo que queremos ver en el Mundo.

No esperemos a nada para plantearnos cambios internos en nuestras vidas.

Nosotras, por ejemplo, para crecer internamente nos unirnos a personas que han hecho los cambios en su vida que a nosotras nos gustaría implementar, y aprendemos de su experiencia. Nos informamos, formamos y lo ponemos en práctica. Así avanzamos en el camino.

Tomemos consciencia, cuanto antes mejor, de que todo está en nuestro interior.

Y si no sabemos como alcanzar todo nuestro potencial, que tenemos dentro, siempre podemos buscar ayuda o conocer alternativas que quizás aún ni nos planteamos.

Pero pensemos que son nuestras limitaciones mentales las que más nos frenan a avanzar en estos momentos.

Hoy, más que nunca, miremos a nuestro alrededor y decidamos si cambiar puede merecer la pena.

#anayany
#amorinfinito
#vidasana
#yomequedoencasa

VIVIR EN EL HOGAR

“Juntos pero no revueltos” Refranero Español.

Papá trabaja en casa desde hace años.

Any estudia en casa desde hace años.

Y yo hago Terapia ABR en el hogar desde hace años.

Nos hemos acostumbrado a crear una vida en el hogar.

Nos gusta salir a la naturaleza, pero nuestro día a día lo hacemos en el seno de nuestra casa.

9 -10 horas durmiendo.

8 trabajando.

3 horas comiendo.

Y el resto lo repartimos en la terraza tomando el sol, jugando, leyendo, escuchando música, haciendo ejercicio, meditando, escribiendo…

Como hemos hecho de nuestra casa un HOGAR PARA VIVIR, hemos adquirido con los años elementos que nos facilitan la vida como un purificador de aire para interiores, una máquina de osmosis + ionizador para el agua, robots de limpieza y cocina, difusor de aceites esenciales, nebulizadores para agua de mar… Siempre manteniendo el concepto minimalista, evitando el consumo innecesario y siendo conscientes de que invertir es mejor que gastar.

Cada uno tenemos nuestro espacio individual (el despacho, la sala de ABR, o la habitación) y nuestros espacios comunes, que a veces se entremezclan, pero que nos da la oportunidad también de estar en silencio y soledad cuando lo necesitamos.

Tenemos horarios, flexibles, que nos ayuda a planificarnos mejor.

Según nuestros ritmos circadianos hacemos las tareas:

Any y yo somos más madrugadoras y después de una cena ligera nos vamos pronto a la cama, así que por las mañanas rendimos más. Es el momento de preparar las comidas, limpiar, recoger, ordenar…y hacer la tarea central del día, en mi caso la Terapia en el Hogar.

Al medio día solemos tomar el sol, un baño, una siesta… Es un momento más tranquilo, tras comer, para hacer una buena digestión.

Por la tarde ya la energía es menor, así que leer, meditar, escribir… y trabajar un poco más.

Cenamos y nos vamos a dormir.

Tres veces al día hacemos una tabla de ejercicios, para movilizar el cuerpo. Cosas sencillas y sin forzar nada, solo activar.

Y prácticamente así es nuestro día a día, desde que por motivos de salud decidimos pasar a un estilo de vida saludable, consciente, y sencillo.

Cambiamos el concepto de casa dormitorio por el de HOGAR para VIVIR.

#anayany
#amorinfinito
#yomequedoencasa