El tiempo lo podemos interpretar con los dos conceptos griegos clásicos: Cronos, que se refiere al tiempo cronológico o secuencial, aquel que puede ser medido; y Kairós, que representa un lapso de tiempo, un momento indeterminado en el tiempo en que todo sucede. Cronos, la duración de un movimiento o de una creación, tiene naturaleza cuantitativa (es el “tiempo humano”, que se puede medir en años, días, horas, minutos y segundos), mientras que Kairós posee naturaleza cualitativa (el momento adecuado, el tiempo en potencial, la mejor oportunidad para actuar o para tomar acción, un momento breve donde todo es posible). Por eso para nosotras la organización del tiempo es muy importante para tomar decisiones óptimas globales. Todos disponemos de 24 horas, pero solo la consciencia “kairosiana” nos concede el aprovechamiento de oportunidades en ese tiempo cronológico.
Por eso nosotras tenemos muy claro que nuestro tiempo es para:
– Nosotras, papá… y para cualquier persona consciente que quiera compartir con nosotras la magia de amar, crear, aprender y compartir esta vida.
– La salud: cuidarnos mutuamente, alimentarnos bien, dormir, hacer ABR, tener paz mental…
– Nuestro desarrollo espiritual: ser nosotras mismas, estar en equilibrio, ayudar, conectar, etc.
– Nuestro desarrollo personal: cultivar nuestros sueños, valores, trabajar por nuestros propósitos, crear, sentirnos bien con nosotras mismas, escribir, compartir, etc.
– Nuestra libertad financiera: tomar acción para ser libres económicamente, hacernos responsables de nuestro patrimonio, inversiones, etc.
– Nuestra formación continua: cultivar la mente, adquirir conocimientos, interiorizar y llevar la teoría a la práctica, etc.
Así de fácil es para nosotras ser felices deseando y creando a diario algo nuevo en el tiempo que estemos aquí. Porque como siempre nos recuerda Jorge Bucay, hay que disfrutar de estar vivos, ya que el tiempo disfrutado es, al final, el verdadero tiempo vivido.
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