«Vorfreude» es un sustantivo alemán que describe la anticipación o espera alegre e intensa que ocurre al imaginar placeres futuros. Descubrimos este término a través del Dr. Mercola que mencionaba un artículo de The Guardian sobre distintas formas de llenar tu vida de alegría sin esfuerzo, y nos dimos cuenta de que nosotras las practicamos casi todas de forma natural simplemente para ser felices independientemente de las circunstancias.
Para esas personas que no creen en la “felicidad” per se, quizás el término alegría les sea más amigable por su connotación de que proviene desde dentro, trascendiendo el ámbito de la gratificación sensorial. Nosotras lo utilizamos de forma similar, aunque entendemos los matices, además cuidamos nuestra salud con alimentación bio para aumentar la capacidad del cuerpo para conectarse con la fuente de su propio ser, que es donde reside la verdadera alegría. Además nos encanta visualizar porque siempre hemos comprobado que una vez que tomamos una decisión, el universo conspira para que suceda. Así que cuidamos la salud para obtener la energía necesaria para disfrutar de lo que la vida traiga (muchas veces cosas mejores de las que habíamos imaginado).
Nosotras creamos rutinas diarias que favorecen la vorfreude, como saludar al Sol y abrazar y besar a los miembros de la familia cuando levantamos la persiana, agradecer por un día más vivas, juntas y saludables, hacer ABR, leer al menos una poesía diaria (a Any le resulta imposible una sola, incluso un libro solo, jajaja), agradecer por los alimentos y por las personas que los traen a nuestra mesa, valorar la Naturaleza que nos acoge y las cosas materiales que nos ayudan a vivir… Además nos encanta el orden, así que nuestro calendario está repleto de planes divertidos, incluso a un año vista: webinars, conciertos, ferias, visitas, exposiciones, viajes, etc. ¡Solo con pensar en ellos ya somos felices! Ese es el truco, disfrutar de ello anticipadamente. Por ejemplo, este fin de semana estuvimos en Madrid y lo llevábamos planificando un mes más o menos, desde que compramos las entradas para el concierto. El plan principal era, obvio, el Concierto de Snatam Kaur, pero fue todo perfecto desde que llegamos. Tito Toni nos consiguió una habitación de hotel de ensueño (eramos felices hasta volviendo al hotel a descansar, jajaja), planeamos ir a cenar al Restaurante Macrobiótico La Biótika de nuestro amigo Jesús y nuestra querida Yuan (al final fue una velada de las que no quieres que se acaben nunca), aprovechamos para ir a ver la exposición de Pixar en IFEMA y allí conocimos a personas maravillosas (y nos hicimos cientos de fotos). Además, poder conocer en persona a Snatam Kaur tras el Concierto fue otro sueño hecho realidad (es nuestra cantante favorita y tras 13 años sin venir a Madrid no podíamos faltar. Nos lo pasamos como niñas con sus mantras: felices, cantando, bailando… GRACIAS), Any, como siempre, triunfó con la venta de sus libros… y en definitiva nuestros planes los disfrutamos antes en casa, pero la realidad superó a la imaginación. Así que hemos sido felices planificando nuestro viaje y aún más una vez allí. Plenamente felices con nuestras circunstancias.
Amamos la «vorfreude» y que las cosas salgan según lo previsto (recibir después lo que venga del destino desde la felicidad es mucho más fácil aunque sea siempre diferente a lo planeado). El vaso medio lleno siempre y que fluya el destino para superar a la imaginación.
Disfrutando de lo que la vida nos da desde la libertad, el conocimiento y la consciencia.
GRACIA MADRID, siempre serás nuestro segundo hogar
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