COMO EL BUEN VINO

“Que nadie me arrebate las arrugas de mi frente, conseguidas a través del asombro ante la belleza de la vida; o las de mi boca, que demuestran cuánto he reído y cuánto he besado; tampoco las bolsas de mis ojos: en ellas está el recuerdo de cuánto he llorado. Son mías y son bellas”. Meryl Streep

La edad es un número para contabilizar los años de nuestra vida y nosotras no entendemos muy bien porque a muchas personas no les gusta cumplir años si es la única forma de demostrar que estamos vivos.

La edad pesa porque físicamente no somos los mismos, y más aún si no nos cuidamos y nos deterioramos, pero adoramos seguir vivas y celebrarlo cada momento (hasta con la espalda rota, jajajaj).

Lo más importante para nosotras es existir. Sabemos que el camino que utilicemos para estar aquí está en nuestras manos. Así que hemos decidido ser felices a pesar de las circunstancias, todos los días, hasta los malos. Nos pillamos un buen berrinche y a seguir viviendo.

El filósofo Aldous Huxley, autor de “Un mundo feliz”, afirma que convertirnos en seres humanos responsables, libres y conscientes es tan sólo una “potencialidad”. Y que a menos que experimentemos una “revolución” en nuestra mente no la alcanzaremos.. Muchas personas nacen, existen y mueren de manera “inconsciente”. Es decir, “enajenadas de sí mismas” y obedeciendo ciegamente los patrones de conducta determinados por la sociedad. Entonces es cuando tiene importancia el pasar de los años de forma negativa.

Pero si la vida nos ha ayudado a crecer y somos conscientes de dónde venimos y descubrimos quiénes somos, estamos preparados para decidir hacia dónde y cómo queremos ir durante muchos años.

No somos solo un número, un nombre, una profesión, una condición…Somos lo que cada uno decidimos aquí y ahora, independientemente de nuestra edad, sexo, etc.

Desde luego nosotras nos sentimos felices de estar y ser y poder seguir compartiendo el camino. Nos cuidamos todo lo que podemos, aunque somos conscientes de nuestra condición y por eso apreciamos los ¡¡¡benditos años!!!

#anayany
#vidafeliz
#amorinfinito

CUIDÁNDONOS PARA CUIDAR

Somos Mamás Especiales así que conocemos perfectamente el concepto de cuidar al cuidador, aunque la realidad diaria es muy diferente. Para poder seguir años y años ocupándonos de nuestros hijos, por supuesto que necesitamos respiros, ocio, mimitos y muchas cosas bonitas. Pero antes de exigirle a los demás (pareja, amigos, Papá Estado,etc.) que nos ayude, somos nosotras mismas las que tenemos que dar ejemplo con nuestros actos y empezar a cuidarnos lo antes posible.

Nuestros hijos serán adolescentes antes de lo que pensábamos y gracias a nuestros cuidados y trabajo llegarán a ser “grandes” adultos muy pronto. Sus necesidades son y serán reales y las nuestras también, así que adoptemos lo antes posible las medidas necesarias para poder cuidarlos durante largo tiempo.

Cuidar de nosotras mismas no es una opción, es vital para poder ofrecer calidad de vida a nuestros hijos a largo plazo.

Por eso debemos tomar medidas desde YA. No saboteemos a nuestro “yo” futuro presumiendo de “superpoderes” que desaparecen con los años y pasan factura a nuestro cuerpo y nuestra mente. Si nos cuidamos desde ahora, todo será más fácil.

– Cuidados físicos. Ser conscientes de que las prisas las tienen los demás y no nosotras, es fundamental. Así que poco a poco y de forma consciente haremos los traslados, cambios de posición, baños, etc. Cuidemos nuestra espalda, rodillas y trabajémonos también nuestra fascia para mantenernos saludables. Intentemos hacer algo de ejercicio físico. Realizar ejercicio de forma pasiva o activa relajadamente, tipo yoga, durante 5 minutos al día, será suficiente para empezar a mejorar la salud. En internet podemos encontrar tablas muy básicas y fáciles. ¡Saludemos todos los días un par de veces al Sol!!

– Vigilemos nuestro descanso. Sentémonos o tumbémonos frecuentemente durante 5 minutos. Esto nos hará recargar las pilas. Creemos nuestro rincón de recuperación. 
Un sueño reparador es sin duda el mejor de nuestros descansos. Ya se que tenemos que cuidar a nuestros hijos también durante la noche, pero en este sentido, es importante adaptarnos a nuestra circunstancia personal y si tenemos que abusar del colecho hacerlo para evitar la falta de sueño que puede traer consecuencias peores: reducción de la atención, concentración, memoria y la mermar la capacidad para organizarnos, irritabilidad, insomnio, etc. Procuremos dormir no menos de siete horas

Asumir una carga de tareas excesiva o no descansar lo suficiente, puede jugar en nuestra contra, produciéndonos cansancio, tensión y nerviosismo elevado que podremos sostener una temporada, pero no toda la vida.

– No descuidemos nuestra alimentación. Una buena alimentación es importante para una buena salud y una mejor calidad de vida. Comer cuando tengamos hambre, evitar las comidas procesadas y llevar una dieta sana, equilibrada y variada, aportará a nuestro organismo todos los nutrientes necesarios para reponer energías y poder realizar todas nuestras tareas. No nos saltemos ninguna comida, sentémonos a comer y comamos de manera pausada. Recordemos que hablamos de muchos años de cuidados.

– Cuidados sociales. Pidamos ayuda no solo a familiares y amigos. También a los profesionales, están ahí para ayudarnos, sobre todo compartiendo la dura mochila de la responsabilidad en temas de salud. No son dioses, son personas y seguro que expresar nuestros pensamientos o reclamar una atención adecuada, acabará siendo gratificante para la larga relación que tendremos. Y si no es la persona adecuada, siempre podemos solicitar el cambio de atención, no estamos aquí para sufrir más por relacionarnos con profesionales apáticos. Y los organismos públicos pueden ayudarnos más con temas de recursos técnicos, Ley de Dependencia, adaptaciones en el hogar, etc. El 1 de abril podemos volver a solicitar la cotización como Cuidadoras en el Hogar, aprovechemos nuestros derechos pensando en el futuro.

– Cuidados emocionales. Meditemos y trabajemos nuestras emociones. Mientras cocinamos, limpiamos, le hacemos la terapia a nuestros hijos en el hogar. Meditar es neutralizar nuestros pensamientos, nuestra mente también necesita descanso. También puede ser útil practicar alguna técnica de relajación, poner música a tope y bailar como locas o hablar con una buena amiga. Aquí estamos.

Cuidar de nosotras mismas es la mejor manera de cuidar a nuestros hijos. No es fácil, pero en algún momento tenemos que empezar, de forma voluntaria o porque nuestro cuerpo nos diga que ya no puede más. Aprovechemos nuestro estado actual.

Por un futuro mejor, trabajemos en un presente consciente.

#anayanay
#vidafeliz
#antifragilidad
#mamaespecialecolcologica

AMISTAD

Alguien dijo que “la amistad es un tesoro que adquiere su valor con el tiempo”.

También sabemos que un buen amigo nos aporta un valor que suma en nuestro crecimiento, marca una diferencia y de forma generosa decide tener con nosotras una sana relación desde la esencia y sin diferencias.

Para nosotras es importante los momentos de contacto, de abrazos, de sentir, de compartir energías, pero también somos conscientes de que las distancias no pueden separar los sentimientos y de que estamos en la era de las redes sociales que combinan la posibilidad de compartir una vida de amistad, verdadera y feliz, y la distancia, relacionándonos desde integridad. Así que estamos siempre a tan solo un mensaje, terminando cada día con un abrazo virtual desde el corazón.

Desde aquí queremos dar las gracias a todos los que saben lo que decir, cómo decirlo y cuándo decirlo (amamos la buena comunicación); reconocen que no todos los días son maravillosos, inspirados y llenos de optimismo y, por eso, saben escuchar, sentir y luchar (valoramos la comprensión); aceptan la diferencia y tienen la mente abierta y curiosa (sentimos por ellos admiración); se interesan sinceramente y sin poses. Dan cuando no se espera y nos dejan ser (demuestran afecto); entienden que no siempre somos lo que esperan y sin embargo siguen estando ahí (muestran su bondad); convierten los momentos en algo para recordar y para disfrutar (compartimos nuestra felicidad).

Tener a nuestro lado personas maravillosas que refuerzan y potencian lo que somos, y a las que a su vez podemos ayudar, es fantástico.

Los amigos son como un regalo que nos hacemos a nosotras mismas. Por eso los cuidamos con mimos y delicadeza, no queremos que se nos rompan. Les escuchamos y hablamos desde el corazón. Somos felices de poder tenerlos en nuestras vidas, aunque no nos veamos en años, porque ocupan un lugar privilegiado en nuestros pensamientos. Son parte de nuestro todo feliz que hemos creado bajo su paraguas. Nuestro tiempo es el suyo, y juntos caminamos hacia buenas acciones y compartimos todo. Disfrutamos juntos, nos reímos y aprovechamos cada momento. Estamos aquí para lo que deseen y de nosotras siempre obtendrán buenas vibras y abundancia de amor infinito.

Quien tiene un amigo tiene un tesoro. Gracias.

SER EL MEJOR NO IMPLICA SER PERFECTO

Ser el mejor en una actividad de nuestra vida puede ser un objetivo loable, pero eso no implica ser perfecto. Buscar la perfección en nuestros actos nos limita la toma de acción.

Si somos muy buenos en algo, es porque lo hacemos, pensamos, sentimos diferente al resto del mundo. Seremos los mejores en lo que nos apasiona si lo perseguimos, y entonces nos daremos cuenta de que la imperfección es un rasgo inevitable para ser el mejor en algo, eso es lo que nos hace únicos.

Pero ser el mejor no es compatible con la búsqueda de la perfección, ya que esa búsqueda eterna nos puede costar un precio muy alto.

También tenemos que ser conscientes de que el miedo a que el resultado no sea perfecto, limita nuestras posibilidades. Nadie puede ser perfecto, pero todos podemos trabajar para destacar en alguna actividad.

Si algo nos emociona podemos lograr hacerlo muy bien mientras estamos en el camino a la optimización y aprenderemos de los fracasos y los posibles errores para mejorar. Pero lo importante es HACER.

Todos somos únicos. Si todos fuésemos iguales el mundo sería pura monotonía y no existiría la evolución. Todos vestiríamos las mismas ropas, cocinaríamos las mismas comidas, tendríamos las mismas ideas. Realmente el mundo sería muy aburrido.

Por suerte el ser humano evoluciona precisamente por equivocarse, por no ser perfecto, y de ese cambio surgen cosas increíbles.

Igualmente las imperfecciones nos identifican, y nos hacen más accesibles a los demás, ya que en la mayoría de las ocasiones son las que nos hacen más interesantes. De hecho son las que nos han ayudado a adaptarnos a una enorme diversidad de situaciones, ya que esa diferencia en algunas circunstancias, se puede convertir en una ventaja significativa que nos ayude.

No busquemos la perfección al hacer las cosas, que no nos paralicen nuestras propias auto-exigencias, busquemos ser la mejor versión de nosotros mismos en lo que nos apasiona, y aceptemos el resto de las imperfecciones que forman parte de nuestras vidas.

#anayany

#vidafeliz

#somosimperfectas

FILOSOFEANDO SOBRE LA VIDA

Eso de tener toda la teoría pero no pasar a la práctica es muy de Eneatipo 5, pero es que la Sociedad Occidental es un poco 5. Leemos todo lo que cae en nuestras manos sobre salud, crecimiento personal, educación financiera, pero…después ni nos cuidamos, ni vivimos tranquilos y felices, ni controlamos nuestras finanzas.

Con nuestra vida en general nos pasa un poco igual. Sabemos la teoría sobre lo que nos gustaría realmente hacer y ser, pero no practicamos el camino para lograrlo. Simplemente seguimos al grupo social que nos rodea o al sistema sin cuestionar la posibilidad de que puede haber otra forma de ver las cosas.

Tenemos que escuchar a nuestro corazón y cuestionar parte de ese conocimiento para tener una vida plena, llevar nuestros deseos a la práctica, realizar la búsqueda en sí de la felicidad, practicar la abundancia, el camino hacia una vida saludable, y fomentar las experiencias a través de las cuales podamos realizar los cambios necesarios para tener acceso a la vida plena.

Todos sabemos que podemos transformarnos en algo distinto a lo que la sociedad actual parece valorar, simplemente lo podemos hacer a través del amor y así conseguir la tranquilidad necesaria para elegir por nosotros mismos. Podemos decidir naturalmente desarrollar esa parte innata de una forma más práctica y sencilla de trabajar de lo que podemos creer.

No se trata de un cambio exterior, se trata de un cambio para nosotros mismos. De preguntarnos por el verdadero camino, tomar acción y empezar a descubrir otra forma de vivir. Para ello no es necesario cambiar nada de nuestra vida actual. Si modificamos nuestros actos los cambios llegarán solos, nacerán desde nuestra verdad, serán siempre para bien y potenciarán lo que ya somos. Lograremos ser una mejor versión de nosotros mismos.

Todos los caminos nobles conducen al mismo punto esencial y no se trata de escoger un camino sino simplemente de caminar.

Es importante reconocer que más allá de nuestro trabajo, profesión, logros y éxitos, hay un espacio más profundo que necesita de nuestra atención, y que nos acompaña durante toda la vida. En este sentido, no importa lo que estemos haciendo, sino lo que estamos siendo en cada momento.

De nada nos sirve el conocimiento o las plegarias si no pasamos a la acción e integramos ese aprendizaje a nuestros pensamientos, palabras y acciones diarias.

Probablemente, este es el paso más decisivo para lograr un cambio sustancial y concreto en nuestras vidas.

Llegar a esa parte de nosotros mismos está en nuestras manos. No se trata de seguir una u otra opción, sino de algo tan fácil y a la vez tan complicado como vivir desde el amor.

#anayany
#vidafeliz
#amorinfinito