No hablemos de lo que está en nuestra mente, de lo que nos gustaría que pasara, de lo que conocemos por terceros, de lo que le funciona a otros…
Es su vida, no la nuestra. Para poder opinar con criterio y experimentar realmente lo que nos gusta, no basta con ser un mero espectador, como cuando vemos la TV.
Estamos en la vida real, somos personas y lo que pensamos nos afecta, pero lo que hacemos es lo que somos.
Mejorar nuestra salud, nuestras finanzas, nuestras emociones es tarea nuestra.
Saber que tomar un vaso de agua con limón por las mañanas es muy sano, no sirve de nada si no lo haces. Hasta que lo haces, no caes en que el limón es tan ácido que repetir esta acción todas las mañanas acaba con el esmalte de los dientes, y que es mucho mejor tomarlo con una pajita (de cristal, por supuesto, reutilizable, por supuesto…) para evitar este problema.
La vida se vive, no se sueña, porque los sueños…sueños son.