ABRACEMOS AL SOL

Mucha gente está todavía dormida, y mucha otra se encuentra ya preparándose para salir o camino del trabajo.

A esa hora nosotras estamos recargando las pilas, llenándonos de energía. Miramos hacia el sol. Es una relación íntima con nosotras mismas que se parece mucho a la meditación. La habitación de Any mira hacia el amanecer, así que con los primeros rayos nos despertamos, abrimos el balcón de par en par y a disfrutar.

Ver el sol durante el amanecer o el ocaso, es maravilloso para el cuerpo.

El resto del día seguimos recibiendo energía solar suficiente para el bienestar diario y poner en orden nuestra mente.

El ojo humano en particular y todo nuestro cuerpo en general posee células capaces de convertir la energía solar en energía vital.

Lo que está claro es que estar al Sol es una experiencia positiva para el cuerpo. Todos deseamos que llegue el verano para pasar más tiempo al aire libre y disfrutar del Sol.

El ‘descubrimiento’ del Sol como fuente de energía y bienestar no es precisamente nuevo. El culto al astro rey viene de lejos y ya ha sido practicado por todas las civilizaciones y religiones en una u otra forma. De hecho los antiguos hindúes la llamaban ‘Surya Namaskar’ mientras que los egipcios y los americanos la bautizaron como helioterapia y los europeos Terapia de Apolo.

La energía solar de nuestro cuerpo es después transferible a otras personas. Cuando alguien desea ser abrazado, por ejemplo, el contacto físico con la intención de trasladarle energía funciona, no sabemos muy bien cómo, pero nosotras lo practicamos a diario. Nos abrazamos para compartir y abrazamos a los demás y deseamos ser abrazadas por personas con energías bonitas. Para nosotras es un gesto de generosidad porque somos conscientes de que es un regalo que nos dan y una recarga energética desde el amor que ofrecemos a quien lo quiera. Abrazar a Any es un regalo indescriptible. ¿Quién se puede resistir al abrazo de un niño que es pura energía de amor?

Un abrazo dice muchas cosas. Y puede ir acompañado de una descarga de lágrimas para dejar paso a la nueva energía o de balanceos de felicidad.

Estar al Sol es un bien intangible que no tiene precio pero sí apreciamos y agradecemos. Al Sol simplemente, nosotras, vivimos mejor.

#anayanay
#saludoalsol
#energíavital
#abrazosdeoso

RELACIÓN SENSORIAL

Comunicarse sin hablar, hablar sin pronunciar palabra. Sentir lo mismo sin saber cómo. Una conexión que va más allá de las palabras o la consciencia. Estamos hablando comunicarse por sensaciones y focalizándonos en cosas diferentes al verbo.

Se trata de impregnar de amor todos nuestros gestos cotidianos, viviendo cada instante más conscientemente. De esta forma no tendremos la sensación de que el tiempo y la vida pasan rápido, sin enterarnos de nada, sino que recordamos cada maravilloso momento como una bella fotografía.

Intentemos vibrar y recibir desde el sentimiento y la emoción, y no con la cabeza o racionalizándolo todo. Dejemos de lado el control excesivo del pensamiento, para que la comunicación fluya libre. Si conseguimos optimizar esto, la relación con nuestros seres queridos y por añadidura con todos los que nos rodean, será mucho más sana en todo momento.

Any y yo hemos trabajado durante años una actitud ante la vida más presente y sosegada, que nos beneficie tanto a nosotras como a los que nos rodean. Practicamos juntas meditación, cánticos, mantras, ejercicio físico pausado, etc. Hacemos juntas la terapia en el hogar de forma consciente, sintiendo y compartiendo nuestras vibraciones y cuerpos. Y hemos llegado a la conclusión de que hemos conseguido algo mucho mas profundo que la mera comunicación.

Cuando somos capaces de sentir dentro de nosotras mismas, siendo un ejercicio continuo y diario, nos relacionarnos mejor. Y nos reímos mucho porque existe una complicidad continua de gestos, expresiones, dobles sentidos, sensaciones, olores, caricias, amor…

Las tareas cotidianas las convertimos en algo placentero y lo hacemos disfrutando de cada instante, viviendo el momento y no pensando en lo siguiente que tenemos que hacer. Cada momento juntas lo transformamos en algo mágico.

Hacer terapia con mi hija en el hogar, por ejemplo, es un ejercicio muy bueno para vivir el aquí y ahora: disfrutar del piel con piel, de la respiración, escuchar los latidos del corazón, todo ello en silencio o con una música que nos trasmite emociones profundas, nos lleva a disfrutar de esos instantes que son “pura vida”.

Es verdad que lo complicado es aplicarlo a diario, pero poco a poco, si nos lo proponemos en serio, lo iremos consiguiendo, y de ese amor sin palabras, nos enriquecemos de una forma que jamás podríamos llegar a imaginar.

Busquemos con nuestros seres más queridos esa relación sensorial que deje fluir el amor incondicional a través de la práctica diaria de momentos sensoriales que sustituyan a las palabras racionales. Pura vida, pura magia.

Nosotras compartimos a diario el amor incondicional que nos tenemos, no solo con las palabras, sino con todo nuestro ser.

#anayany
#vidafeliz
#puravida

DAR UN SALTO CUÁNTICO EN LA VIDA

Ayer regresamos, por unas horas, a cuando Any tenía 5 años y yo diez años menos. La vida nos puso de nuevo, después de tanto tiempo, en una situación que no nos gusta nada, pero la hemos afrontado de una manera totalmente diferente.

Durante 5 horas volvimos a hace 10 años. Lo sentimos así y durante ese tiempo nos hemos cruzado miradas, hemos escuchado a nuestros corazones, hemos sentido aquellas emociones de nuevo, hemos respirado dudas, hemos sacudido nuestras verdades, hemos regresado por unas horas a donde no queremos estar.

Pero el aprendizaje ha sido brutal. Nos hemos dado cuenta de que hemos realizado un salto cuántico en nuestras vidas. Hemos regresado y hemos vuelto.

Por entonces, hace 10 años, como ahora, nos faltaba mucha información. Pero la diferencia es que entonces nos faltaba la información correcta. Hoy tenemos una pequeña parte de esa información adecuada y la diferencia en nuestra forma de afrontar las cosas es evidente. Somos más conscientes y estamos muy seguras de lo que somos y hacemos.

Por un lado nos hemos dado cuenta de que hemos crecido como personas. Seguimos en el camino de ser la mejor versión de nosotras mismas: sutiles en las debilidades y robustas en las fortalezas, pero ya sabemos caminar solas. Y caminamos firmes y hacemos lo que queremos en cada momento.

Y por otro de lado nuestro desarrollo emocional para afrontar la vida es otro totalmente diferente. Sin todo aquello que fuimos, sufrimos y experimentamos, hoy no seríamos las personas que somos, pero sobre todo somos diferentes por haber elegido, a partir de entonces, caminos diferentes, herramientas diferentes y una vida diferente.

Pero por supuesto que si pudiéramos y tuviéramos una varita mágica cambiaríamos muchas cosas más en nuestras vidas. Pero las prisas nunca han sido buenas compañeras. Todo despacito para que dure en el tiempo y los cambios profundicen en nuestro ser y sean constantes.

Con nuestra experiencia vital, afrontamos las cosas de otra manera. Por eso estaremos eternamente agradecidas a todos los que están en nuestro camino, porque de todos aprendemos a diario algo nuevo que nos hace crecer.

Todos tenemos que caminar hacia donde queramos estar, decidir cuando queremos empezar el cambio y a donde queremos llegar, porque caminando siempre habrá un aprendizaje. Si estamos estáticos, siempre seremos lo mismo.

Si queremos resultados diferentes, tener cambios sustanciales en el tiempo, siempre despacio para evitar problemas y hacerlo de forma consciente. Si queremos crear una vida nueva, una forma diferente de estar en la vida, si queremos crear nuestro propio futuro, en vez de dejar que nos arrolle la vida, tenemos que CAMINAR hacia lo que queremos e intentar disponer de toda la información de forma directa, así podremos elegir nosotros mismos el camino sin equivocarnos con palabras, acciones o críticas externas.

Si nos equivocamos nos equivocamos nosotras. La suerte es que el Universo nos ha dotado con un Instinto infalible para la supervivencia. Así que si lo seguimos desde el corazón, no nos fallará nunca.

Ahora somos conscientes de que hemos estado todos estos años en el camino correcto, que los resultados globales son increíbles y que la calidad de vida de nuestra familia ha mejorado enormemente. Cuando vives feliz, todo es más fácil.

Y en nuestra vida, un punto de inflexión ha sido entender que la felicidad no viene por normalizar sino por adaptarnos a las circunstancias particulares de nuestra familia y trabajar de manera distinta.

Seguimos formándonos para optimizar resultados y sobre todo para evitar recaídas, inevitables si estamos vivas. Pero comprobar que conocemos nuestro cuerpo , mente, emociones y situaciones, aunque con quiebras puntuales, nos hace levantarnos en horas en vez de hundirnos durante una temporada.

Ser felices y controlar nuestra vida nos ayuda a ser mejores con nosotras mismas.

#anayany
#vidafeliz
#saltocuántico

COMO EL BUEN VINO

“Que nadie me arrebate las arrugas de mi frente, conseguidas a través del asombro ante la belleza de la vida; o las de mi boca, que demuestran cuánto he reído y cuánto he besado; tampoco las bolsas de mis ojos: en ellas está el recuerdo de cuánto he llorado. Son mías y son bellas”. Meryl Streep

La edad es un número para contabilizar los años de nuestra vida y nosotras no entendemos muy bien porque a muchas personas no les gusta cumplir años si es la única forma de demostrar que estamos vivos.

La edad pesa porque físicamente no somos los mismos, y más aún si no nos cuidamos y nos deterioramos, pero adoramos seguir vivas y celebrarlo cada momento (hasta con la espalda rota, jajajaj).

Lo más importante para nosotras es existir. Sabemos que el camino que utilicemos para estar aquí está en nuestras manos. Así que hemos decidido ser felices a pesar de las circunstancias, todos los días, hasta los malos. Nos pillamos un buen berrinche y a seguir viviendo.

El filósofo Aldous Huxley, autor de “Un mundo feliz”, afirma que convertirnos en seres humanos responsables, libres y conscientes es tan sólo una “potencialidad”. Y que a menos que experimentemos una “revolución” en nuestra mente no la alcanzaremos.. Muchas personas nacen, existen y mueren de manera “inconsciente”. Es decir, “enajenadas de sí mismas” y obedeciendo ciegamente los patrones de conducta determinados por la sociedad. Entonces es cuando tiene importancia el pasar de los años de forma negativa.

Pero si la vida nos ha ayudado a crecer y somos conscientes de dónde venimos y descubrimos quiénes somos, estamos preparados para decidir hacia dónde y cómo queremos ir durante muchos años.

No somos solo un número, un nombre, una profesión, una condición…Somos lo que cada uno decidimos aquí y ahora, independientemente de nuestra edad, sexo, etc.

Desde luego nosotras nos sentimos felices de estar y ser y poder seguir compartiendo el camino. Nos cuidamos todo lo que podemos, aunque somos conscientes de nuestra condición y por eso apreciamos los ¡¡¡benditos años!!!

#anayany
#vidafeliz
#amorinfinito

CUIDÁNDONOS PARA CUIDAR

Somos Mamás Especiales así que conocemos perfectamente el concepto de cuidar al cuidador, aunque la realidad diaria es muy diferente. Para poder seguir años y años ocupándonos de nuestros hijos, por supuesto que necesitamos respiros, ocio, mimitos y muchas cosas bonitas. Pero antes de exigirle a los demás (pareja, amigos, Papá Estado,etc.) que nos ayude, somos nosotras mismas las que tenemos que dar ejemplo con nuestros actos y empezar a cuidarnos lo antes posible.

Nuestros hijos serán adolescentes antes de lo que pensábamos y gracias a nuestros cuidados y trabajo llegarán a ser “grandes” adultos muy pronto. Sus necesidades son y serán reales y las nuestras también, así que adoptemos lo antes posible las medidas necesarias para poder cuidarlos durante largo tiempo.

Cuidar de nosotras mismas no es una opción, es vital para poder ofrecer calidad de vida a nuestros hijos a largo plazo.

Por eso debemos tomar medidas desde YA. No saboteemos a nuestro “yo” futuro presumiendo de “superpoderes” que desaparecen con los años y pasan factura a nuestro cuerpo y nuestra mente. Si nos cuidamos desde ahora, todo será más fácil.

– Cuidados físicos. Ser conscientes de que las prisas las tienen los demás y no nosotras, es fundamental. Así que poco a poco y de forma consciente haremos los traslados, cambios de posición, baños, etc. Cuidemos nuestra espalda, rodillas y trabajémonos también nuestra fascia para mantenernos saludables. Intentemos hacer algo de ejercicio físico. Realizar ejercicio de forma pasiva o activa relajadamente, tipo yoga, durante 5 minutos al día, será suficiente para empezar a mejorar la salud. En internet podemos encontrar tablas muy básicas y fáciles. ¡Saludemos todos los días un par de veces al Sol!!

– Vigilemos nuestro descanso. Sentémonos o tumbémonos frecuentemente durante 5 minutos. Esto nos hará recargar las pilas. Creemos nuestro rincón de recuperación. 
Un sueño reparador es sin duda el mejor de nuestros descansos. Ya se que tenemos que cuidar a nuestros hijos también durante la noche, pero en este sentido, es importante adaptarnos a nuestra circunstancia personal y si tenemos que abusar del colecho hacerlo para evitar la falta de sueño que puede traer consecuencias peores: reducción de la atención, concentración, memoria y la mermar la capacidad para organizarnos, irritabilidad, insomnio, etc. Procuremos dormir no menos de siete horas

Asumir una carga de tareas excesiva o no descansar lo suficiente, puede jugar en nuestra contra, produciéndonos cansancio, tensión y nerviosismo elevado que podremos sostener una temporada, pero no toda la vida.

– No descuidemos nuestra alimentación. Una buena alimentación es importante para una buena salud y una mejor calidad de vida. Comer cuando tengamos hambre, evitar las comidas procesadas y llevar una dieta sana, equilibrada y variada, aportará a nuestro organismo todos los nutrientes necesarios para reponer energías y poder realizar todas nuestras tareas. No nos saltemos ninguna comida, sentémonos a comer y comamos de manera pausada. Recordemos que hablamos de muchos años de cuidados.

– Cuidados sociales. Pidamos ayuda no solo a familiares y amigos. También a los profesionales, están ahí para ayudarnos, sobre todo compartiendo la dura mochila de la responsabilidad en temas de salud. No son dioses, son personas y seguro que expresar nuestros pensamientos o reclamar una atención adecuada, acabará siendo gratificante para la larga relación que tendremos. Y si no es la persona adecuada, siempre podemos solicitar el cambio de atención, no estamos aquí para sufrir más por relacionarnos con profesionales apáticos. Y los organismos públicos pueden ayudarnos más con temas de recursos técnicos, Ley de Dependencia, adaptaciones en el hogar, etc. El 1 de abril podemos volver a solicitar la cotización como Cuidadoras en el Hogar, aprovechemos nuestros derechos pensando en el futuro.

– Cuidados emocionales. Meditemos y trabajemos nuestras emociones. Mientras cocinamos, limpiamos, le hacemos la terapia a nuestros hijos en el hogar. Meditar es neutralizar nuestros pensamientos, nuestra mente también necesita descanso. También puede ser útil practicar alguna técnica de relajación, poner música a tope y bailar como locas o hablar con una buena amiga. Aquí estamos.

Cuidar de nosotras mismas es la mejor manera de cuidar a nuestros hijos. No es fácil, pero en algún momento tenemos que empezar, de forma voluntaria o porque nuestro cuerpo nos diga que ya no puede más. Aprovechemos nuestro estado actual.

Por un futuro mejor, trabajemos en un presente consciente.

#anayanay
#vidafeliz
#antifragilidad
#mamaespecialecolcologica