DESPACITO PERO SEGURAS

«El mundo entero se aparta cuando ve pasar a una persona que sabe a dónde va» Saint-Exupéry.

Tenemos que saber a dónde vamos. Para esto, hay que entender que no se trata de saber por saber, ni de forzar el camino.

Se trata de que hay que tomar decisiones.

Y si hay un giro inesperado en el camino, disfrutémoslo. Pero volvamos a la senda.

Lo importante es querer seguir adelante y para eso hay que adaptarse.

Hay muchas personas que detienen su camino por una pequeña piedra. Aprendamos a rodearla, y seguir.

No desesperemos y aprendamos a disfrutar del viaje.

A veces nos podemos perder un rato en la aparente necesidad de hacer y tener muchas cosas, sin darnos cuenta de que tenemos todo lo que necesitamos. Solamente intentamos calmar nuestra ansiedad y prisa rodeándonos de MÁS en nuestras vidas.

Que los árboles no nos impidan ver el bosque.

Ser conscientes es tan fácil como estar enfocados en lo realmente importante, en lo que sabemos por instinto que merece la pena.

Vivimos en un mundo acelerado, en dónde olvidamos que los logros pasados son la base para nuestro bienestar presente y futuro.

Una maravillosa base es imprescindible, pero sabiendo que esta también cambia y hay que reforzarla en el tiempo: valores, conductas, hábitos, etc., porque si no, se derrumba el castillo de nuestros sueños.

Detengámonos unos minutos a pensar lo que es realmente importante, a reflexionar sobre si queremos hacer lo que estamos haciendo y a observar que no nos estamos dejando deslumbrar por un brillo pasajero.

Y volvamos al equilibrio que es el camino, y en el que sin querer vuelven a pasar cosas que nos afectan y rompen la balanza, porque vivir implica no parar nunca. Parar es morir.

Por eso nosotras creemos en la idea de seguir, de impermanencia, de camino… en vez de destino. Todo cambia y nosotros tenemos que cambiar con la vida, hacia donde sabemos que recuperaremos el equilibrio para volver a la senda.

La verdad siempre es la misma, retomemos y aceptemos que el propio camino implica cambio. Pero no es otro, es el mismo, solo que nos habíamos desviado un momento.

Nosotras seguimos adelante día a día, manteniendo lo que nos ayuda de verdad y desechando los espejismos que nos hacen perder el foco.

Sabemos lo que queremos y trabajamos a diario para conseguirlo.

#anayany
#amorinfinito
#vidafeliz

SI QUIERES MI SITIO TE REGALO MI SILLA

Vivíamos en Madrid. Any estaba escolarizada en un Centro de Integración cerca del trabajo de papá, pero lejos de casa.

A veces parábamos a hacer compras por el camino.

Un día nos detuvimos junto un pequeño Centro Comercial en calle Alcalá.

Como nos pasa muchas veces, las plazas reservadas para personas con movilidad reducida estaban ocupadas por coches que no lucían el distintivo necesario para aparcar en las mismas.

Es una situación muy habitual, a la que ya estamos acostumbradas, pero en aquellos años, cuando Any era todavía muy pequeña, unos 6 añitos, yo reaccionaba ante este hecho con una descarga de ira, furia, palabras soeces…que sin darme cuenta lanzaba sin control frente a mi hija, y no frente al propietario del coche que no estaba allí.

A continuación llamada telefónica a la policía y a esperar para tener un sitio lo suficientemente amplio para poder abrir la puerta, bajar a Any, sacar la silla del maletero, poner la silla al lado de la puerta y hacer el traslado a pulso. Era tan pequeña que no teníamos muy presente las consecuencias de esos sobre esfuerzos alargados en el tiempo durante años y a veces simplemente, ante la adversidad, aparcábamos en cualquier plaza y la cogíamos en un brazo, en el otro la silla y a pasar como pudiéramos.

Ese día me quedé allí sentada en el coche, en segunda fila, esperando alguna posibilidad y rumiando mi “mala suerte”.

Ese día fue un día muy especial para nosotras, inolvidable. Fue una lección de humildad, realismo y humanismo impresionante.

De repente paró un vehículo a nuestro lado. En el otro sentido.

Salió un hombre y tranquilamente abrió la puerta de atrás del coche. Sacó en brazos a su hija adolescente con una gran discapacidad y a su bombona de oxígeno. Cerró el vehículo y abrió como pudo la puerta del portal que estaba frente a la plaza para personas con discapacidad. Desapareció. Al rato bajó al coche. Y esperó. Pacientemente. Hasta que llegó el dueño del vehículo mal estacionado.

Silencio. Solo recuerdo silencio.

El padre de la adolescente dio hacia atrás y dejó salir a aquel hombre con su coche sin decir nada y sin manifestar enfado, rabia o ira.

Me miró como cediéndome el espacio y yo le respondí con un agitado “no” de cabeza y manos, como si no fuera ese mi objetivo.

Simplemente aparcó. Abrió el maletero. Sacó una silla eléctrica pesadísima que pudo subir por la rampa adjunta a la plaza para vehículos que transportan a personas en silla de ruedas, y desapareció para siempre.

Una lección impresionante y un aprendizaje brutal: ética, valores, foco, amor infinito, experiencia…

Los demás no tienen el poder de perturbarnos ni en las peores de las circunstancias.

Nuestra paz es para los nuestros, tiene más valor que toda la ira y tiempo perdido con quien no ve ni empatiza con los demás.

Desde entonces solo visualizo mi plaza de aparcamiento donde la necesito, cambiando la ira por amor, y como dice una buena amiga, si no aparco en ese momento será que “el Universo nos tiene reservado…” algo mejor en nuestro macrodestino.

Libre albedrío en las microsituaciones para llegar al destino final. Las cosas pequeñas y como nos las tomemos, no pueden perturbar la grandeza de nuestra vida. Nuestro libre albedrío, la capacidad que tiene el alma para decidir por si misma lo que quiere hacer, nunca será un obstáculo para nuestro destino. Pero entonces… para qué ser negativos en nuestra vida.

Así que desde ese día, sonreímos cada vez que tenemos que buscar aparcamiento, acordándonos de aquella joven que no tenía plaza pero si silla, que no tenía plaza pero si el amor infinito de su padre, que no tenía plaza pero que convirtió a su padre en un MAESTRO para nuestras vidas.

GRACIAS PORQUE AUNQUE NO TE CONOCEMOS TE QUEREMOS.

Todos somos miembros de la gran familia humana. Es mucho más lo que nos une que lo que nos diferencia. Practiquemos la compasión, la empatía y el amor por los demás.

#anayany
#amorinfinito
#siquieresmisitioteregalomisilla

SIN ÉTICA NO HAY PARAÍSO

Por Any Pascual.

Actualmente en secundaria a los jóvenes se nos intenta enseñar ética y valores con un libro de texto.

Para los que tuvieron esta idea, la ética se podía enseñar mediante palabras que incitaran al buen comportamiento.

Estos “valores” son solo un sustituto venido a menos de los auténticos valores, puesto que la ética difiere en muchos aspectos de otras materias que se puedan enseñar de forma académica, como las Matemáticas o la Física.

La ética que nos sirve a todos, y es como las gafas con las que miramos el mundo, no es una ética reducible a un libro de texto, sino la que se aprende (en lugar de enseñarse) mediante las interacciones con otros seres humanos y con el entorno: padres, maestros, amigos, naturaleza…

La ética se aprende teniendo una mente abierta y un corazón amplio y generoso.

No se trata de la moral, de lo que consideramos que está “bien” y lo que está “mal” como humanos que todavía no hemos descubierto que somos SERES más inteligentes de lo que parecemos, ni de normas, cumpliendo unos determinados estándares, ajustándose o restringiendo la vida a los parámetros populares. La ética se basa en el RESPETO y en la ACEPTACIÓN de todo lo que existe, incluidos nosotros, los otros y la Madre Tierra.

La ética para mí consiste en escuchar al corazón que nos susurra que todos somos iguales y que todo el mundo merece AMOR. Así actuaremos en consecuencia.

Yo puedo vivir feliz, en paz y desde el amor porque entiendo y valoro la ética. Si no RESPETAS a tus vecinos, al resto de seres vivos y a Pachamama, te estás faltando el respeto a ti mismo más que a los demás.

#anayany
#amorinfinito
#ética
#AnyPascual

LA IMPERMANENCIA VITAL

“No tengo ningún tiempo. No existe el tiempo. El tiempo es sólo la conciencia individual de cada persona de lo largo y de lo corto, eso es todo.” Siddhartha Gautama, Buda.

El tiempo como tal no existe. El tiempo depende de las cosas. Por eso no existen las prisas, solo están en nuestra cabeza. Y por eso, cualquier cosa si no es en este momento, podrá ser en otro.

Si somos felices, el tiempo parece que pasa rápido, si no, parece que pasa lentamente. Todo está en nuestra mente. Es el tiempo psicológico, el que nos puede llegar a influir muchísimo en nuestras vidas, y normalmente de forma negativa.

Todos los seres nacemos, envejecemos, enfermamos y morimos.

Ocurre lo mismo con todo lo del mundo: empieza a ser, alcanza estabilidad, decae y deja de ser, a través de ciclos, que son el resultado de una compleja red de relaciones causa-efecto producidas por los distintos seres vivos.

Lo mismo se puede aplicar a cada momento del pensamiento o del amor: surge, permanece, decae y desaparece.

Veamos la realidad como mera impermanencia en vez de pensar en el paso del tiempo.

Any me ha enseñado muchas veces el sentido de la impermanencia: nada permanece igual en dos momentos consecutivos.

Por eso podemos salir del sufrimiento, por eso existe la justicia social, la esperanza, el devenir…Sin impermanencia, la vida no sería posible. Todo sería estático, sin cambios y por lo tanto sin vida.

Si llegamos a ser conscientes de la importancia del cambio, podremos llegar a ser positivos, amorosos y sabios.

Impermanencia es sinónimo del cambio para bien.

Todo es impermanente, no nos hagamos daño pensando que existe un tiempo.

#anayany
#impermanencia
#vidafeliz
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CREEMOS EL HÁBITO DE LECTURA EN NUESTROS HIJOS DESDE MUY PEQUEÑOS

“Los libros son los amigos más silenciosos y constantes; son los consejeros más accesibles y los maestros más pacientes”. Charles William Eliot.

Leer es una de las actividades que nos define como humanos. Gracias a la lectura podemos adentrarnos en mundos maravillosos, conocer distintas alternativas y explorar lo desconocido.

La lectura nos acerca al conocimiento, estimula nuestra creatividad, nuestros sentidos y nuestras emociones.

Es un ejercicio mental en el cual nuestro cerebro participa activamente, ordenando ideas, relacionando conceptos y provocando reacciones y opiniones. Por eso aprendemos tanto cuando leemos con interés y repetidamente sobre un tema.

Favorece nuestro pensamiento crítico y evita que nuestras funciones cognitivas: memoria, concentración, atención… se deterioren.

Al proporcionarnos nuevos y diversos conocimientos, nos da la posibilidad de hablar con los demás de distintos temas. Además, tener un tema común de conversación por una lectura, hace que nos unamos a grupos de personas dando sentido de pertenencia y cercanía .

Leer también es una actividad placentera por sí misma, que nos relaja y simplemente hace que disfrutemos del momento.

La lectura de temas edificantes que nos dan conocimientos, esperanza y nos muestran alternativas constructivas de cómo ver la vida, tales como libros espirituales, artículos sobre terapias naturales, sobre alimentación saludable, sobre educación financiera…expande nuestras posibilidades y aumenta nuestro bienestar, además de darnos alas para elevarnos por encima de nuestra realidad cotidiana y llevarnos hasta un mundo maravilloso de conocimientos que nos harán crecer.

Aprendizaje: El olor a libro es el mejor perfume para nuestra mente y nuestro corazón.

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