ALICIA EN EL PAÍS DE LAS MARAVILLAS.
— Solo quiero saber que camino debo tomar.
— Depende de adónde quieras ir tú.
— Eso no importa.
— Entonces, realmente, no importa el camino que escojas.
Aprendizaje: Somos la creadoras de nuestro estilo de vida.
ALICIA EN EL PAÍS DE LAS MARAVILLAS.
— Solo quiero saber que camino debo tomar.
— Depende de adónde quieras ir tú.
— Eso no importa.
— Entonces, realmente, no importa el camino que escojas.
Aprendizaje: Somos la creadoras de nuestro estilo de vida.
“En mi opinión, el enfoque de la Parálisis Cerebral ‘centrado en el cerebro’, que trata la ‘lesión cerebral’, en otras palabras el daño en una parte del cerebro, y ‘parálisis cerebral’ (un desorden de postura y movimiento que falla en alcanzar grandes hitos del desarrollo biomecánico) como sinónimos intercambiables es el obstáculo más importantes que estanca el progreso de la rehabilitación física y mantiene congelado el abismante status quo actual”. Leonid Blyum.
Nunca me dejará de sorprender ver cuántas personas renuncian a su propio instinto único (aquel que tienen por experiencia propia o ajena, por aplicación de la lógica y el sentido común) para abrazar sin reparos relatos llenos de afirmaciones contrarias a la actualidad científica, pero que son más cómodos de creer.
Nosotras sabemos que existe otro camino, dado que lo recorremos todos los días: el camino de la libertad salutogénica.
Con información, formación y constancia, sí se pueden conseguir buenos resultados duraderos en el tiempo en trastornos asociados a desórdenes del movimiento y en enfermedades poco frecuentes. No es lo más sencillo ni cómodo del mundo, requiere mucha dedicación, atención y constancia. Pero sí se puede. Y los resultados son maravillosos, tanto en funciones y capacidades como en calidad de vida de toda la familia.
Si los médicos que trataron a Any de pequeña desde el anticuado sistema de rehabilitación público la vieran ahora, seguramente llamarían “milagro” o “magia” a sus muchas mejoras. Para nosotras, lo que otros llaman magia es simplemente un hecho cuya causa no puede explicar la medicina alopática. Lo llaman “milagroso” porque desconocen que hay muchas otras formas de conseguir resultados, que de hecho van más allá de lo que ellos consideran posible.
Nos pasó cuando empezamos ABR (con sus técnicas de rehabilitación salutogénicas) y un “afamado” doctor, que hace muchos años le pinchaba toxina botulínica a Any por todas sus extremidades inferiores en el Hospital de La Paz en Madrid, nos dijo en una revisión: “no sé lo que estáis haciendo ni me importa, pero no necesita más toxina”.
Cuando los médicos del sistema (rehabilitador, respiratorio, digestivo, etc.) se quedaban asombrados en las revisiones por la evolución de Any, ninguno se interesaba en saber por qué se había producido esa mejora. Entonces nos dimos cuenta de que estudiar medicina no capacita ”per se” a nadie. Descubrimos que el verdadero médico es el que se preocupa por ayudar a que el paciente esté mejor. Muchas personas sacan una plaza pública en un sistema médico alopático y se quedan allí mientras ven cómo el sistema se vuelve cada vez más obsoleto, sometidos a su mandato sin atreverse a evolucionar por inercia, desconocimiento o apego a lo establecido.
Recuperemos el sentido de la responsabilidad, porque sí podemos hacer cosas para mejorar, aunque nos digan que no hay salida. Simplemente se trata de convertirnos en “hacientes” en vez de en pacientes y hacer lo necesario para tener una vida feliz.
Respeto para todos, necesitamos a los médicos de familia y de urgencia, pero quizás la especialización desmesurada de la medicina y la desconexión con los últimos avances de la ciencia nos hayan perjudicado como pacientes. Las indomables madres de hijos con problemas de salud lo sabemos muy bien.
Pero siempre hay que seguir adelante. Tarde o temprano encontraremos la salida, una alternativa que mejorará la calidad de vida de nuestros hijos, y también la nuestra.
Por ahora se trata de un proceso gradual, en espiral, y tener soluciones fáciles nos llevará algún tiempo. Nosotras hemos decidido dar continuamente pasos pequeños, para que nuestro objetivo se vaya acercando un poco más cada día, y al mismo tiempo disfrutemos del camino.
Las madres más veteranas también sabemos que ni las terapias obsoletas, ni los “milagros”, ni la ciencia a corto plazo nos solucionarán con una “curación” real los trastornos del desarrollo y de las “enfermedades raras”. Por ahora las soluciones no las encontraremos fuera, al menos en las próximas décadas. Nadie nos va a dar la “pastilla” perfecta, así que nos toca a nosotras lidiar con los tiempos difíciles y apreciar los buenos momentos, sabiendo que nuestros hijos son fuentes de amor incondicional y que vamos a hacer todo lo que podamos por ayudarles. Nosotras somos sus cuidadoras, así que tenemos que empoderarnos y hacer uso de ese poder para decidir vivir en libertad salutogénica con la ayuda de quien quiera acompañarnos en el camino de recuperación de la salud.
Nosotras tomamos acción a diario, porque sabemos lo que queremos y actuamos de forma constante, informándonos y formándonos con los mejores, los Maestros Reales, los que han conseguido los resultados a los que aspiramos. Elegimos desde el conocimiento y la experiencia siendo indomables ante las circunstancias externas.
Como un ejemplo, hace años que a través de la ciencia se obtuvo el medicamento que “cura” la enfermedad rara de Any (FQ), pero aun así las familias y los pacientes no podemos tener acceso a esa medicina, por su elevado precio, con lo cual todos los estudios y experimentos por los que han pasado nuestros hijos para que esas farmaceúticas tuvieran “conejillos de indias” humanos no nos abre las puertas a la supuesta “curación” creada en laboratorio. En fin. Nosotras, en vez de reivindicarlo, hacernos las víctimas o rogar por ello, decidimos utilizar esas energías para aceptar aquello que no podemos cambiar (en este caso, el acceso al medicamento) y para actuar mejorando aquello en lo que sí podemos hacer cambios (nuestro estilo de vida, nuestras emociones y pensamientos, nuestra consciencia y sabiduría, etcétera). Así creamos la vida que queremos, y aparte también conseguimos apreciar la vida que creamos, las circunstancias que tenemos, viviendo en el presente con una actitud positiva hacia lo que hay.
La esperanza es que en algún momento de la evolución humana, aunque nosotras ya no lo veamos, el ser humano responsable del acceso de la ciencia a la sociedad tome la decisión de salvar vidas humanas. Mientras tanto, seguiremos siendo las “raras”, las que decidimos nuestra propia forma de vivir, y ayudaremos con nuestra propia experiencia a todos los que nos escuchen, diciendo que SÍ SE PUEDE a cientos de madres que seguirán intentándolo porque es ley de vida querer lo mejor para nuestros hijos.
Como madres podemos hacer muchas cosas que se han demostrado útiles para que nuestros hijos mejoren en movimiento, calidad de vida, sistema respiratorio, digestivo, etc., aunque no exista aún una solución definitiva que resuelva todos los problemas. Si en algún momento eso llega a suceder, pues genial, porque ya estamos en el camino de darles lo mejor a nuestros hijos y ya habremos conseguido muchas mejoras por nosotras mismas.
Hay muchas personas estudiando el cuerpo humano y quizás nosotras no conozcamos cientos de técnicas, métodos, etc., pero lo que sí tenemos claro es que ya ni ortopedias, ni “profesionales” obsoletos del sistema, ni “charlatanes” nos pueden vender su verdad, porque desde hace años nosotras vamos haciendo crecer la nuestra a través del conocimiento, la experiencia propia y ajena, y cientos de procesos de prueba y error en estos 17 años que llevamos juntas.
Ojalá pronto todo avance más rápidamente que ahora gracias a la aplicación de la inteligencia artificial a la medicina, ojalá el sistema de salud lo aplique todo aún más rápidamente, pero lo fundamental es, y siempre será, el Cuidado y Amor diario.
Nosotras creamos anayany.com para ayudar a través de nuestra experiencia a mejorar las condiciones, no solo físicas, sino emocionales, económicas y también espirituales de las familias con algún miembro con problemas en el desarrollo, y ofrecemos nuestra ayuda y experiencia propia para que las generaciones venideras no pierdan su dinero, paciencia y tiempo sino que apliquen esos recursos en técnicas y hábitos que sí funcionan, siempre desde la compasión y la empatía.
Aplicando los últimos avances en ciencia y consciencia en estos campos sí se puede ser felices independientemente de las circunstancias.
Aprendizaje: El amor mueve montañas, por eso seguimos gritando que sí se puede.
#anayany
#amorinfinito
#vidafeliz
“El tiempo es vida. Si te organizas, recuperas un tiempo precioso que podrás usar para lo que de verdad es importante”. Lucía Terol.
Para ser consciente es necesario poner nuestra vida en orden. Como es adentro es afuera. El reflejo de un desorden interior se manifiesta en desorden exterior.
Orden implica claridad, y ayuda a apagar el ruido visual y mental. También nos ayuda a decidir conscientemente qué nos acompaña en cada ámbito vital y que debemos dejar ir, si ya no nos aporta valor.
El orden en nuestra vida manifiesta el grado de paz en nuestro corazón.
No se trata de irnos a los extremos y convertirnos en unos fanáticos obsesivos del orden, pero sí en ser conscientes de que el orden nos proporciona tiempo y claridad vital.
Además, cuando se vive en familia, el orden es fundamental para mejorar la convivencia.
Aprendizaje: Seamos ordenados para reconocer y priorizar quienes somos y qué nos motiva.
#anayany
#amorinfinito
#vidafeliz
por Any Pascual
“El mejor regalo que se le puede hacer a un hijo es ver a sus padres felices”. Erich Fromm.
Hemos oído hablar mucho del concepto de “pagarse a uno mismo primero” que aparece en varios libros de Robert Kiyosaki y que tan maravillosamente está explicado en “El hombre más rico de Babilonia”, escrito por George S. Clason.
Este concepto de “uno mismo primero, los otros después” es muy importante. Y es importante precisamente porque no solo se aplica a las finanzas. Ni mucho menos.
Está bien no querer poner límites, está bien querer darlo todo por los demás. La diferencia está en que muchas veces esta actitud está gobernada por el ego con personalidad (es decir, “persona”, máscara) de mártir. Cuando te domina el ego, te pones en último lugar porque así piensas que tienes superioridad ética y moral, que los demás te deben algo y que tienen que corresponder con la actitud que tú consideras adecuada. Al final, es solo un engaño más, porque das esperando recibir, aunque sea de manera encubierta.
Dar desde la esencia, desde el espíritu, desde el alma, es otra cosa. Cuando das verdaderamente, eres indomable.
Y por otro lado, para otras personas, requiere fuerza de voluntad y consciencia evitar que la autoestima y el “uno mismo primero” se transforme en algo derivado del ego (ego-ísmo y/o ego-centrismo).
Hay que tener en cuenta a los demás. Somos seres que crecemos con la compañía y el cariño de los demás, sin perder de vista que parte de lo que somos se ve en nuestras relaciones, y que cómo tratamos a los demás es cómo nos tratamos a nosotros mismos.
El “a uno mismo primero” incluye a todos.
Ponerme “a mí primero” significa tener en cuenta las opiniones, las circunstancias y el ser de las personas, siempre de acuerdo con nuestros valores, y nunca actuar en contra de nuestro corazón. Ponernos a nosotros mismos primero y ocuparnos de que nuestros propios deseos y necesidades estén (y por lo tanto nos sintamos) satisfechos es importante. Porque solo podemos dar lo que tenemos, y necesitamos estar bien antes de intentar mejorar el bienestar de otros. Y además, nosotros somos los que mejor sabemos cuidarnos, porque si nos damos el tiempo y atención que normalmente dedicamos a otros, podemos descubrir cosas de nosotros mismos que nos demostrarán la maravillosa persona que somos.
Además, y como añadido opcional, quizá ponernos a nosotros mismos primero haga que las personas a las que solemos dedicarle nuestras energías estén bien porque aprenderán a pasar tiempo solos y a cuidarse a sí mismos, con el incremento de la autoestima, auto-responsabilidad y autosuficiencia que eso supone. E incluso puede ser una buena oportunidad para conectar con nuestra alma y los mensajes de nuestra intuición.
Así, ponerse a uno mismo primero tiene un sentido espiritual, además del financiero.
Como toda sabiduría que vale la pena, se puede relacionar con, y aplicar en, varios aspectos de la vida.
Aprendizaje: La inteligencia financiera también brinda sabiduría espiritual.
#anayany
#amorinfinito
#vidafeliz
“El problema con un trabajo es que confiar en otros para darte una vida es el mayor riesgo de todos”. Kim Kiyosaki.
Cada persona tiene su propia definición de lo que es el riesgo. Al igual que ocurre con “alegría”, “amor” o “tragedia”, el riesgo es algo diferente para cada persona.
Y sin embargo, no todos estamos de acuerdo en si algo es arriesgado o no. Hay múltiples opiniones sobre un mismo sentido del riesgo, y no todas las definiciones personales se aplican en todos los casos.
Para la mayoría de la gente, conducir un vehículo a gran velocidad es arriesgado, por ejemplo. Y sin embargo, los pilotos de carreras de coches lo hacen continuamente, con un cierto grado de seguridad.
Para esos mismos pilotos, la inversión puede ser algo que conlleve mucho riesgo. Y aun así existen inversionistas profesionales que saben manejarlo y utilizar las mejores estrategias disponibles.
Lo que quiero decir con estos ejemplos es que una actividad normalmente no es arriesgada de por sí. Es arriesgada para algunos.
Todos sabemos que el riesgo, que es una de las formas en las que se expresa lo que llamamos incertidumbre, da mucho miedo. Sobre todo cuando algo importante para nosotros está en juego. Y a pesar de eso no podemos dejar que el miedo a arriesgarnos controle nuestra vida.
Hay muchas formas de gestionar lo que consideramos arriesgado.
Se puede empezar por hacernos algunas preguntas: “¿Qué me aterra tanto de esto?”, “¿De qué tengo miedo?”, “Siendo realistas, ¿Qué posibilidades hay de que ocurra?” “¿Cómo puedo hacer para estar lo mejor posible en esta situación?” “¿Puedo tener una actitud positiva y constructiva ante esto?”.
Pasar tiempo con uno mismo respondiendo a estas cuestiones honestamente y sin medias tintas, descubriendo quiénes somos y qué nos importa, es una manera muy constructiva de afrontar el riesgo.
Otro modo, que para mí va después de lo que acabo de explicar, es formarse e informarse continuamente, lo máximo posible, y con información reciente, actualizada y verdadera, sobre aquello que consideramos arriesgado.
Con el paso del tiempo he llegado a descubrir que la realidad, normalmente, puede ser más tranquilizadora que nuestros propios pensamientos e ideas sobre algo. La mente siempre intenta conocer lo desconocido y crear una falsa certidumbre en medio de lo incierto, obsesionándose, saltando a conclusiones precipitadas, imaginando relaciones de causa y efecto que no tienen por qué ser ciertas, generando expectativas y suposiciones. Y si todo eso falla, se dirige automáticamente al peor escenario que puede concebir, sin ninguna indicación de si esa circunstancia es verdaderamente posible o no, y sin darle importancia a la situación real.
Por eso, para ponerle la señal de “Ceda el paso” a la neurosis y dejar entrar a la consciencia coherente, es importante aprender de Maestros reales que ya han pasado por esa situación arriesgada. A veces lo que más se necesita no es un manual de instrucciones, sino un guía compasivo que sepa perfectamente ponerse en esa circunstancia porque ya la ha vivido, ya le ha sucedido en carne propia.
Así que sí, el conocimiento es poder. Aprender e incorporar a nuestros conocimientos todo aquello que podamos sobre lo que nos parece un riesgo nos empodera y ayuda a mantener un diálogo con el miedo, en vez de dejar que nos arrastre.
Y luego, después de entender verdaderamente los riesgos gracias a la formación e información y al ejemplo de Maestros reales, se trata de hacer. No dejemos que algo nos arrebate una posible experiencia maravillosa simplemente porque nos tenemos que arriesgar. Hay muchas maravillas fuera de nuestra zona de confort habitual.
Aprendemos más de la vida mediante actos que simplemente escuchando sermones bienintencionados y advertencias “realistas”. Y quizá nos encontremos con que somos mejores después de enfrentarnos a nuestros temores. Para eso es muy buena idea contar con gente que te apoye y aprecie, cuyo amor sea incondicional y que te pueda ayudar tanto en los buenos como en los malos momentos. La gente que brilla de verdad ilumina nuestra oscuridad y nos permite encender nuestras propias vidas con la luz que viene de adentro. Esas personas son nuestro sostén para empezar a actuar.
Y por último (y sin duda lo más importante, ¿no creéis? Jajajaja), para afrontar el riesgo y superar los miedos es necesario confiar aún más en la Vida. El Universo nunca nos pone delante algo que no podamos afrontar. El problema está en creer que para llegar a nuestros objetivos hay que escalar un árbol siendo peces, sin ver que un poco más allá hay un río, nuestro hábitat natural, el espacio en el que podemos vivir según nuestros dones y talentos innatos y disfrutar de un camino que nos llevará al mismo sitio al que queremos llegar (o a uno mucho mejor que antes no sabíamos que existía), de un modo más significativo, más natural e incluso más placentero para nosotros y los que nos rodean. Simplemente se trata de ser conscientes de que el Amor es la base de todo, de que nuestros valores son lo más importante (aunque nunca más importantes que los valores de otras personas, porque todos somos iguales) y saber que todo nos puede enseñar algo si estamos dispuestos a abrirnos y recibir con el corazón.
Y si se cierra una puerta, en algún momento se abrirá una ventana.
La lluvia acaba horadando la piedra de las prisiones más fuertes, y la vida nos pone riesgos, riesgos que podemos asumir, para que aprendamos a dejarnos fluir, confiar, y descubramos nuestro verdadero ser, ese espíritu magnífico que ha venido aquí a ayudar a los demás.
Cuando has pasado por todo esto, al final descubres que lo que antes considerabas riesgo, en realidad es simplemente una posibilidad que se te ofrece, y tú decides, desde tu forma de pensar y haciendo uso de ese libre albedrío tan genial que todos tenemos, si aceptas o no.
Así puedes crear tu propio estilo de vida, haciendo las paces con lo que cada uno considere arriesgado.
Aprendizaje: ¿Riesgo? Realmente es una oportunidad que la Vida te muestra para aprender que se puede ser feliz independientemente de las circunstancias. En todas ellas. Incluso en las que más se arriesga.
#anayany
#amorinfinito
#vidafeliz